“El domingo, cuando se levantó, mi hijo me abrazó y me dijo ‘no pudimos, pá’. Lloraba. Lo abracé y lloramos juntos. Le expliqué que habíamos hecho todo lo que estaba a nuestro alcance, pero que a veces no alcanza. No es fácil explicarle a un nene; y después está habernos esforzado todo un año y que todo termine como terminó. Es muy duro, durísimo”. Tino Costa todavía no digiere la eliminación. Él, que cuando la AFA le cambió las condiciones a San Martín de Tucumán pateó todo en Colombia y volvió a dar una mano, no entiende porque el destino volvió a negarle su sueño, su alegría. Él, ese del gol eterno en el clásico por la Superliga o el que alguna vez dijo que quiere ascender con San Martín antes de ponerle punto final a una carrera de ensueños, está sentado en un bar, varios días después de la eliminación. Si embargo, todavía se lamenta.
“San Martín representa mucho en mi vida. Por eso volví, cuando podría haberme quedado en Colombia ganando dólares. Pero acá me siento bien, querido y con ganas”, jura el volante que no sabe qué será de su futuro inmediato. En una charla a fondo con LG Deportiva, habló de todo. Su dolor por no poder concretar sus objetivos, sus lesiones, sus ganas de volver a intentarlo pero no a cualquier precio y su futuro de vida en Europa.
- ¿Qué sensación te dejó la eliminación?
- La verdad es que el golpe fue durísimo. Nadie se lo esperaba, menos de la manera en la que se dio. Más allá del 0-3, dejamos una imagen muy pobre; no fuimos San Martín.
- ¿Qué fue lo que pasó?
- No estuvimos a la altura. Creo que a muchos jugadores les pesó el partido, la cancha, la situación y lamentablemente terminó todo así. La gente se fue enojada con razón y nosotros con un dolor inmenso.
- Por lo que decís, ¿tanto pesa jugar en San Martín?
- He jugado ante 90 o 100 mil personas pero en ningún lado se vive lo que se vive en La Ciudadela. Este club no es para cualquiera, hay mucha presión. Es divino jugar a cancha llena, pero tenés que estar preparado para cuando errás un par de pases y escuchás el murmullo del público teniéndolo tan cerca. Hay jugadores que se adaptan y otros que no. Por ejemplo, Rodrigo Herrera jugaba sin gente en Defensa y Justicia, pero tuvo personalidad y demostró que tiene temple. Acá se necesita gente con carácter, que se adapte y que entienda cómo se debe jugar.
- ¿Cómo tomaste las críticas tras la eliminación?
- Es el mundo que vivimos. Las redes sociales antes no existían. Antes te puteaban en la cancha y ahí terminaba todo. Hoy pueden hasta dañar una familia, lamentablemente. A mí, mucha gente me escribió para alentarme, pero también hubo algunos que me insultaron y eso te llega, te duele. Más porque yo este año hice mucho para llegar a los partidos.
- ¿Qué hiciste?
Y… me metí miles de pinchazos en los tendones, me pagué los tratamientos, me fui a Buenos Aires para tratar de recuperarme más rápido. Pero no podía más. Jugué muchos partidos con dolor. Gracias a Dios no tuve lesiones musculares, pero el tendón de Aquiles me jugó una mala pasada los últimos cinco meses. No podía caminar prácticamente por las mañanas. Pero yo le metía; quería estar. Porque yo vine a Tucumán a ascender con San Martín; nada más.
- Y nada parece alcanzar…
- No; y por eso quiero que la gente sepa. Agradezco los mensajes buenos porque el cariño que me tienen y me demostraron en esta provincia es único. No soy de responder los mensajes, pero esta vez me tomé el trabajo de explicarle a esos cuantos que me insultaron. Por ahí no podía ni tener a mi hijo en brazos porque se me cargaba el tendón. Me llegaron a decir ‘mercenario’ y yo cuando volví, prácticamente jugué durante un tiempo gratis.
- ¿Qué te dijeron esos hinchas a los que les respondiste?
- Entendieron y terminaron pidiendo disculpas. Acá la gente es muy noble y seguidora. Lo que viví acá, no lo viví en ningún lado en mis casi 20 años de carrera (los cumple en diciembre). El año de Primera fue un desastre en casi todos los aspectos y los hinchas me paraban por la calle y me agradecían, me pedían fotos. Claramente algo se generó, de manera mutua, y es hermoso. Por eso tengo tanto dolor por no poder lograr el objetivo. Yo quiero ascender con San Martín, nada más.
- Y ahora, ¿cómo se sigue?
- No lo sé… En la despedida de Pablo (De Muner) casi no puede hablar. Me quebré porque teníamos un grupo increíble. No es fácil encontrar grupos así en el fútbol. Por eso sólo les agradecí a todos y me quedé callado. No podía más.
- ¿Y entonces?
- Más allá del dolor, quiero sentarme y pensar qué es lo que voy a hacer. Lo del tendón lo voy a superar porque me estoy yendo a Buenos Aires a tratarme. Pero tengo que sentarme a ver qué hago. Cómo sigo.
- ¿Tu idea es seguir jugando?
- Sí; un año más al menos. Físicamente me siento bien. Más allá del tema del tendón, en lo físico estoy bien. Los GPS marcan que cuando juego los 90 minutos hago una media de 10 u 11 kilómetros y para un tipo de 37 años es mucho. Tengo ganas de seguir. Igual, después de este golpe es difícil. Tengo que pensarlo.
- ¿Qué vas a analizar?
- Qué es lo que se hará. Obvio que yo me quiero quedar en el club. Pero si lo hago, no es seguir y listo. Quiero que las cosas se hagan bien para tratar de no volver a sufrir esto una vez más. Siempre habrán críticas, pero hay que ir todos para el mismo lado. El proyecto debe ser serio y sólido, porque sólo así se logran las cosas buenas.
- ¿Sentís que el club no está del todo bien?
- Con la llegada de la nueva CD notamos muchos cambios. Todo lo que pidió el CT se cumplió y se mejoró. Pero acá se necesita experiencia, jerarquía y entender que en San Martín hay que ganar siempre. No queda otra que armar bien competitivo.
- ¿Y si te toca irte? ¿Cómo vas a tomarlo?
- Me va a doler mucho por irme con el fracaso de no poder ascender. Pero debo prepararme porque tranquilamente puede pasar. Si me voy de San Martín, creo que me iré a Europa porque pienso radicarme allí. Tengo mi casa, mis proyectos y creo que para el futuro de mis hijos es lo mejor. Pero sería durísimo irme sin cumplir mi sueño. Yo quiero retirarme con el ascenso; de suplente, ayudando desde cualquier lugar. Como sea, pero poder decir lo logré; porque para eso volví a esta provincia.
Los primeros en rescindir
Rodrigo Gómez, Cristian Llama, Ulises Abreliano y Valentín Larralde se reunieron con los dirigentes para agilizar sus salidas. En las próximas horas, dejarán de ser jugadores de San Martín.
La idea es comenzar rápido el rearmado
La dirigencia está trabajando para confirmar la llegada del nuevo manager. Una vez que se confirme el nombre de la persona que ocupará ese puesto, avanzarán en la contratación del nuevo DT.