En tiempos de sequía sobre nuestra naturaleza debido a la falta de lluvias se repiten historias que los pozos de agua potable no proveen un caudal normal para abastecer a la población en general. La mayoría de estos pozos perforados cuentan con un caño camisa de 150 m de profundidad y muchos de ellos tienen de 2 a 3 caños de hierro galvanizado de 6 metros de largo cada uno, que se acopla en el interior del caño camisa con la bomba surgente; o sea que cuando baja el nivel de la napa de agua subterránea la bomba chupa barro, arenilla y el agua no es potable. A muchos de estos pozos se les puede dar solución acoplando de 10 a 12 caños de 6 m cada uno, bajando así la bomba a más profundidad. Se debe controlar la calidad de agua, su caudal y si está apto se prosigue en las redes de cañería horizontales para controlar el caudal regulando los 5 kg de presión con las llaves maestras y en la sala de bombeo controlar la cloración para que el agua sea bebible. Lo caro de este trabajo es el costo de los caños de hierro galvanizado y los cables trifásicos sumergibles; la mano de obra sería el trabajo de seis operarios de 20 a 30 horas cada uno aproximadamente. Toda tarea necesita su habitual mantenimiento.
Pedro Castaño
Calle Las Palmeras - Barrio Perón - Concepción