Si soñar no cuesta nada, planificar tampoco. Desde ayer la mente de todos los argentinos, sean futboleros o no, maquina. Para los tucumanos, si Argentina es campeón del mundo el domingo, el sueño cumplido en Qatar se festejará en plaza Independencia. Igual a como se festejaron todos los triunfos de la “Scaloneta”, celebración que el martes, cuantitativamente, superó a las cuatro anteriores, pero que cualitativamente tuvo saldo negativo.
El festejo por la clasificación a semifinales fue multitudinario. Las fuerzas del orden estimaron que 12.000 personas invadieron la zona más transitada de la ciudad para cantar, bailar y beber vitoreando a la Selección.
La gente fue llegando progresivamente a la plaza entre la tarde y la noche. El festejo no registró inconvenientes en horas, pero cerca de las 23 la policía decidió desalojar la plaza. El operativo no fue represivo, pero sí los efectivos desplazaron a los simpatizantes con una formación en línea, con los escudos protectores al frente. En la columna a la que la Policía desplazaba por calle San Martín hacia a avenida Sáenz Peña hubo un incidente que terminó con el vidrio roto de un bar. “Dos personas se pelearon y una pegó contra el ventanal”, explicó uno de los empleados del turno mañana del bar Pearson. El comercio de calle San Martín 276 fue víctima de la batalla entre los hombres, los únicos, según los empleados, que tuvieron heridas cortantes leves. “Hay gente que anda tranquila y otra muy alborotada y ebria”, aseguraron.
El hecho fue considerado como aislado por la Policía y no un incidente relacionado con una actitud vandálica por parte de la gente, como se presumió en algún momento. Tampoco la decisión de cerrar las puertas por algunos minutos del supermercado de la cuadra siguiente, tuvo que ver con una actitud hostil de quienes estaban festejando. “Fue por precaución, hasta que se vayan”, contó escuetamente uno de los guardias.
Lo que pasa es que, a veces, durante los festejos la actitud de algunos lleva a pensar, justamente, eso: mejor prevenir que curar. Incluso si se pierda alguna venta, en el caso de los comercios.
En esa línea, la preventiva, ya se mueven los responsables de mantener el orden. Mientras los hinchas sueñan con otro festejo en la plaza Independencia, hay gente que no duerme para que el operativo de seguridad sea 100% efectivo, al punto de que tampoco se produzcan los “hechos aislados”.
Según confirmó el comisario, Cristian Peralta, el número de uniformados en la zona crecerá. La venta de bebidas alcohólicas estará prohibida en los negocios cercanos y, más estricto aun, no se permitirá el consumo de alcohol en la plaza.
El ingreso vehicular también estará vedado, tanto para motos como para los autos. Y los cortes de tránsito serán múltiples. A saber... por Maipú y 24 de Septiembre, Buenos Aires y Crisóstomo Álvarez, San Martín y Rivadavia y por 25 de Mayo y Mendoza no pasará nada que tenga motor.
Otro modo de evitar una situación lamentable es la que emplearán en la tradicional tabaquería de calle 25 de Mayo. Nada tendrá que ver la Policía en la custodia del espacio. “Mi jefe vendrá”, indicó Matías Barraza. El comercio no abre los domingos, pero ubicado en la principal calle que lleva hasta la plaza merecerá una especial presencia si es que el anhelo nacional se concreta.
Pedro Vicente, encargado de la confitería Royal otro comercio histórico del centro tucumano, va por su tercer Mundial. Afirmó que, tras los cinco triunfos en Qatar, no hubo conflictos con los festejantes. Es más, tiene una actitud de entendimiento hacia el trabajo de las fuerzas con respecto a la multitud. “Lo que pasa es que cualquier operativo es difícil para contener a tanta gente”, reconoció.
Peralta informó que los policías afectados a los operativos superan los 100. Ellos fueron los que tuvieron que lidiar el viernes pasado con el episodio, también considerado aislado, que se produjo casi al final del festejo por la infartante victoria ante Países Bajos. “Mi turno justo terminaba y ahí pasó”, contó Melina. La joven atiende un puesto de venta múltiple sobre la vereda de Laprida, con la Iglesia Catedral como testigo de los panchuques, puflitos, sanguches apretados y otras cosas que vende. “Eran como las 22. Llegué a escuchar que robaron un celular y que hubo un tiro”, relató. Pero eso no fue lo que más le llegó, sino que desde su posición vio como todos corrían justamente hacia su dirección, pero sin ánimos de agresión, sino por una persecución sin destinatario preciso. “Me quedé quieta cuando vi que pasaba eso. Ayer (por el martes) me sentí muy cuidada. Estaba lleno de policías a diferencia del partido anterior”, apuntó la vendedora. “Me pareció que estaban disfrutando”, opinó Melina.
Y de eso se trata, de gozar y que nada lo opaque. En ese sentido, también hay una actitud preventiva desde el área de salud. El subdirector del Hospital Padilla, Marcelo Morales, informó que aumentaron las consultas después de los partidos de la Selección. Las lesiones causadas por accidentes de tránsito, tomando como ejemplo el viernes 9 en comparación al de una semana atrás, aumentaron un 140%.
Por eso recomiendan lo que siempre hay que tener presente: no manejar alcoholizado, usar casco y cinturón de seguridad, conducir con cuidado y respetar las normas de tránsito. Si el domingo hay fiesta completa en la cancha, que también la haya en la plaza.