En noviembre de 2021, la inicia tiva de Mujeres que no fueron tapa (Mqnft) se dio a conocer en el mundo virtual. Miles de fotos de mujeres con panzas reales, lejos de los estereotipos y modelos hegemónicos comenzaron a circular por las redes sociales. El objetivo fue “hackear el operativo bikini”, es decir, deconstruir ese mandato que las mujeres tienen desde siempre que, para poder ponerse una bikini e ir a la playa, hay estar delgada y con cuerpos esculturales.
La campaña tuvo enorme repercusión: además de las miles de fotos que circularon por la web, las mujeres comenzaron a contar situaciones extremas que habían vivido por cumplir ese mandato. Más de 1.100 mujeres de todas las edades mandaron fotos y videos -algunas de cuerpo entero, otras recortadas- junto con los relatos de experiencias personales que dieron cuenta de lo opresivo que se torna por momentos la exigencia de “meter la panza”.
Lala Pasquinelli, fundadora del colectivo “Mujeres Que No Fueron Tapa” llegó a Tucumán con la muestra “Hermana, soltá la panza” y con talleres que se realizaron el fin de semana pasado para repensar y cuestionar los mandatos. “Cuando hablamos del modelado de los cuerpos no es que estamos hablando exclusivamente de la panza, hablamos de todo lo que implica exigirnos esto de no tener panza, que en el fondo lo que plantea es que si el cuerpo tiene la forma que tiene, es un cuerpo inadmisible”, reflexionó Pasquinelli cuando comenzó la movida.
La campaña Hermana Soltá La Panza pasó por varias ediciones y buscó reflejar cómo funciona el ideal estético, el mandato de belleza y las consecuencias que tiene sobre la personalidad de la mujer. “A las mujeres nos han enseñado a ´meter la panza´ y esto, simbólicamente, nos sirvió para animarlas a mostrarlas, a soltarlas y hablar sobre la exigencia que hay sobre los cuerpos de la mujer en donde debemos ser delgadas, amables en los gestos y hacer sentir siempre cómodos a los demás”, dijo Pasquinelli y explicó que la muestra que estará disponible en el Centro Cultural Virla hasta el 15 de mayo, convocó a la comunidad de MQNFT a que envíen sus imágenes, audios y textos sobre su experiencia: “recibimos cerca de 15.000 imágenes junto a testimonios e historias en audio. La muestra tiene eso y también preguntas que podemos ir haciéndonos al respecto mientras recorremos la muestra”, dijo Lala sobre el trabajo que ya se expone en Tucumán y estuvo anteriormente en la Universidad Complutense de Madrid, en la Semana del Arte Contemporáneo en Roma, en Berlín y Hamburgo.
El fin de semana se realizó en Tucumán un taller coordinado por Pasquinelli y el equipo de MQNFT, al que asistieron más de 90 mujeres. “Fue hermoso y superó nuestras expectativas. Para quienes realizan los talleres es una experiencia transformadora. Allí hablamos de todo los tipos de mandatos a los que nos sometemos y queremos cumplir, simplemente porque fuimos educadas para eso. Se hablan temas que, por lo general, no se trabajan siempre porque no tenemos espacios para hacerlo”, explicó.
“Hermana, soltá la panza es mucho más que soltar la panza. Es soltar la vergüenza que nos siembran con millones de imágenes que no se nos parecen. Es empezar a salir del odio aprendido hacia nuestros cuerpos, de la vergüenza de no encajar en un modelo creado para que no encajemos”, dice el posteo de Mujeres que no fueron tapa, @mujeresquenofuerontapa, en Instagram.