Se escucha “Muchachos” en la tribuna. Y se ven camisetas de Messi. Pero la M que brilla no es la de Leo sino la de Marcos “Money” Moneta, como dice el comentarista de la tele, cuando luego se pregunta: “Who can stop this man?” (¿Quién puede parar a este hombre?). Es rugby, no fútbol, y este hombre, Moneta, anota dos nuevos tries contra Sudáfrica y ayuda a la clasificación de Los Pumas 7s a una nueva semifinal en el Circuito Mundial, esta vez en la etapa francesa de Toulouse, donde la selección blanquiceleste aseguró el objetivo principal: el boleto a los Juegos Olímpicos de París 2024.
Sacando al campeón mundial de Qatar, el equipo que dirige Santiago Gómez Cora es el mejor seleccionado argentino de estos tiempos. En los últimos Juegos de Tokio había logrado medalla de bronce y su avance desde entonces sigue siendo notable. Con cracks como Moneta, veteranos que siguen en forma notable, como el capitán Gastón Revol, y apariciones continuas, un reemplazante mejor que otro. Y, lo más importante, con una actitud eterna. Porque se podrá jugar bien o mal, pero la actitud se mantiene. Se vio en el segundo partido de Toulouse, cuando España se puso inesperadamente 19-0 y nadie entendía nada, para ganar en el segundo final, otra vez bajo la inspiración de Moneta, y el esfuerzo colectivo, claro.
La clasificación a París era el objetivo central. Es el tercer boleto desde que el rugby retornó a los Juegos, en Río 2016. París era objetivo no sólo para la búsqueda del oro que se frustró en Tokio. Sino ante todo para asegurar la tradición del deporte de equipos de Argentina. Sabemos que algunas disciplinas históricas de los tiempos modernos (basquetbol, voley) bajaron algún escalón, pero siempre aparece otro equipo para mantener esa presencia. Con el boleto a París asegurado, acaso ya más relajados, Los Pumas jugaron un partido brillante contra Gran Bretaña (50-0) y asoman con chances para vencer este domingo a Canadá (semifinalista sorpresivo) y combatir en otra final acaso contra los All Blacks, que son los líderes firmes del circuito, pero todavía sin el título de la temporada asegurado, porque Argentina sigue acechando. Es la mejor temporada del equipo de Gómez Cora, un trabajador obsesivo, que ya ganó este año en Hamilton (final contra los All Blacks) y en Vancouver. Y que acaso dejaría el cargo después de París 24, en busca de nuevos horizontes.
El circuito del seven, sabemos, tuvo fuerte impulso de Agustín Pichot, el ex capitán Puma al que nuevos rumores señalan otra vez como posible presidente futuro de World Rugby (la FIFA del rugby). El rugby de siete ofrecerá fiesta garantizada en París. Está montado como un gran espectáculo, pero a su vez permite apreciar las destrezas técnicas, en un campo enorme, donde hay más espacio para jugar. Justo antes del triunfo argentino contra Sudáfrica, los aficionados vibraron con la victoria de la selección anfitriona, femenina, ante Gran Bretaña. Sonó la Marsellesa y hubo baile en tribunas colmadas. Y el triunfo desató carnaval. Mujeres y hombres en un deporte que, hasta no hace mucho tiempo, parecía de puro dominio masculino.