Casi 33.000 tucumanos se enfermaron de dengue en los últimos tres meses. Hubo un 76% más de casos que en la epidemia de 2020, que hasta ahora había sido la temporada récord. También hubo el doble de muertos y más pacientes internados por la infección que transmite el mosquito Aedes aegypti.
Cada vez se hace más difícil controlar las epidemias de dengue. Pese al aumento de la incidencia de casos en los últimos años, aún no se sabe con exactitud cómo el virus logra replicarse en el organismo humano y superar la respuesta del sistema inmune. Ahora investigadores argentinos acaban de descubrir uno de los mecanismos que emplea el dengue para infectar con eficacia las células humanas. El estudio fue publicado esta semana en la revista de la Academia de Ciencias estadounidense Proceedings of the National Academy of Sciences.
El hallazgo, realizado en el Laboratorio de Virología Molecular de la Fundación Instituto Leloir, abre muchas puertas. En un futuro cercano podría permitir el diseño de vacunas más capaces de prevenir las infecciones de las cuatro variantes que existen, del DEN 1 al DEN 4.
En una entrevista con LA GACETA, la doctora en bioquímica e investigadora Mora González López Ledesma proporciona detalles sobre el estudio que llevó a cabo bajo la dirección de la reconocida viróloga Andrea Garmarnik.
- ¿De qué se trata el estudio que hicieron?
- En el estudio intentamos establecer cómo interactúan las proteínas del virus con las proteínas de las células humanas cuando ocurre la infección. Para ello trabajamos con el virus del DEN 2. Ahí vemos cómo la proteína del virus (NS5) se une a la proteína de la célula (ERC1) y la degrada e intenta limitar la producción de citoquinas generadas por la respuesta inmune de defensas. Lo que hicimos fue descubrir qué mecanismo utiliza el virus para degradar esa proteína que se encuentra en las células humanas y que tiene acción antiviral.
- ¿Hay algo que les haya llamado la atención durante el trabajo de investigación?
- El mecanismo con el que el virus del dengue desactiva el sistema antiviral innato parece ser distinto para cada serotipo. Vimos que esa estrategia para degradar la célula se encuentra activo en el serotipo DEN 2 del virus. Pero no está en el DEN 4. Cada uno de los cuatro serotipos de dengue desactiva la resistencia antiviral de nuestras células de un modo específico, lo que explicaría por qué es tan difícil desarrollar una vacuna que sea eficaz para todos los tipos de virus.
- ¿Cuál es la importancia de este hallazgo?
- A partir de estos avances difundidos, es posible, por ejemplo, comenzar a resolver un interrogante clave, que es por qué cada tipo de dengue puede ocasionar manifestaciones clínicas y síntomas diferentes. Este aporte también puede ser útil para diseñar vacunas más eficientes, y capaces para responder a todos los serotipos de dengue.
- Según informaron, la vacuna japonesa Takeda, que recientemente se aprobó en nuestro país, sirve para todos los tipos de virus dengue...
- Su composición tiene como base al serotipo 2 y se le agrega material genético de los restantes (1, 3 y 4) con el objetivo de ofrecer una protección integral contra todas las formas de dengue que circulan en el planeta. La vacuna está súper validada y se demostró que ofrece buena respuesta contra los serotipos 1 y 2, pero falta información para los serotipos 3 y 4. Todavía no existe una fórmula que sepamos que funciona bien para todos los serotipos de la enfermedad. Se están desarrollando varias vacunas; hay que seguir avanzando para tener mejores opciones.
- ¿Para qué sirve entender cómo actúa este virus?
- Justamente porque esa información sirve para obtener mejores vacunas con una mayor eficacia contra los diferentes serotipos. En el laboratorio probamos con mutaciones del DEN 2 y vimos que con estos cambios el virus puede replicar menos e incluso no llega a degradar la célula. Así se parece más al DEN 4. En el desarrollo de vacunas uno de los serotipos que es más difícil de atenuar es el 2. Por eso pensamos que lo que se podría hacer es introducir mutaciones específicas para poder atenuar y conseguir que el virus replique menos.
- Este año hubo más casos de infectados por dengue y también más muertes. ¿Esto significa que el virus está en expansión y es más virulento?
- No creo que sea más virulento. Si hay mucha más circulación del virus porque hay más mosquitos. Incluso, como consecuencia del calentamiento global, se amplía la circulación y hoy está llegando a muchos lugares donde antes era impensado. Lo que sucedió este año, además, creo que podría estar relacionado con reinfecciones. Se sabe que aproximadamente solo en el 25% de los casos el dengue la enfermedad da sintomatología. Podría ser que muchas personas que se infectaron en epidemias anteriores no se enteraron y que por eso, al enfermarse ahora, presentaron cuadros más graves de la patología. Además, lo que más circuló este año fue el serotipo 2 y se estima que este es el que genera cuadros casos más severos.
- Del modo en que se viene presentando el dengue en nuestro país, ¿urge que tengamos una vacuna o un tratamiento?
- Lo mejor siempre es tener una vacuna. Pero debemos estar seguros de que es eficaz contra los cuatro serotipos antes de ponerla en un calendario obligatorio. Hay que ser cautos y tener toda la información posible sobre la seguridad de una fórmula de inmunización.
- ¿Eliminar el mosquito sigue siendo la medida más eficaz para frenar la enfermedad?
- Eso debe ser la prioridad, incluso aunque tuviéramos vacuna porque el mosquito no solo transmite dengue, sino también otras enfermedades como el Zika o Chikungunya, que ya estuvo bastante presente este año en el país.
- ¿Qué tan lejos (o tan cerca) cree que estamos de tener algo para controlar la enfermedad?
- La verdad, no lo sé. Tengo muchas esperanzas con la vacuna Takeda. Y también hay otras fórmulas en desarrollo. Es de esperar que alguna funcione bien para todos los serotipos de la enfermedad.
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