El movimiento enfrente del playón de estacionamiento del complejo “Natalio Mirkin” es incesante. Obreros van y vienen de un lado hacia el otro, ultimando detalles de la nueva pensión que, en la etapa final de su construcción, luce imponente en el extremo sureste del predio. “Estimo que en 10 o 15 días vamos inaugurar la obra. Llevará el nombre de Jacinto Eusebio Roldán; porque entendemos que los homenajes deben hacerse en vida”, le confirma a LA GACETA el vicepresidente del club, Carlos Cisneros.

El nuevo albergue había sido uno de los grandes objetivos que se había trazado la dirigencia cuando presentó el masterplan de obras en el predio ubicado en Cebil Redondo. Hoy luce como una estructura moderna y confortable en la que vivirán 32 juveniles, que sueñan con convertirse en piezas importantes del primer equipo de fútbol en el futuro.

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En los poco más de cinco meses que llevó la obra la vieja pensión de juveniles pasó a ser un recuerdo. “La obra consistió en una remodelación y ampliación del albergue ya existente, que era bastante precario. De acuerdo con el pedido de la comisión directiva, nos fijamos el objetivo de transformarlo en un lugar con todas las comodidades para que los chicos puedan desarrollar su vida de manera normal y no sólo crecer en el plano futbolístico, sino también en lo humano”, explica Isaías Courel, arquitecto que ideó y diseño el proyecto. Courel también estuvo a cargo de la dirección técnica de la construcción. “Hoy entrás y realmente parece un hotel”, agrega.

Una especie de plaza, con bancos al aire libre, ofrece una buena vista antes del ingreso. Ese espacio fue diseñado con el objetivo de que los futuros futbolistas tengan un lugar para distenderse.

En la planta baja, la estructura cuenta con un comedor, cocina, baño y una zona de lavadero. Mientras tanto, en el primer piso están ubicadas las ocho habitaciones que fueron diseñadas para que puedan dormir cuatro personas en cada una. También hay dos baños, con antebaños para mayor comodidad, una sala para recreación y otra de estudio. “Me parece importante destacar que los baños son privados y no en modo vestuarios, como muchas veces se estila hacerlos. Considero que ese es un detalle no menor porque de esta manera los chicos tienen mayor privacidad y comodidad”, sentencia Courel, antes de remarcar otras de las virtudes que tiene la obra. “La sala de estudio está alejada del resto de las instalaciones, casi en la otra punta. De esa manera, los que deseen sentarse a estudiar podrán hacerlo con total tranquilidad, independientemente de lo que haga el resto de los huéspedes. La sala de estudio también cuenta con una vista inmejorable de todo el predio”, agrega el profesional.

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Antes del comienzo de la remodelación, en la vieja pensión residían 18 juveniles. Durante el tiempo que duró la obra la dirigencia debió reubicarlos según cada caso. Según informaron, una vez que se produzca la inauguración, Alexis Ferrero (en conjunto con los encargados de las divisiones formativas del club) será el encargado de estudiar cada situación y determinar quiénes serán los que vivirán en la pensión.

“Queremos que los juveniles tengan todas las comodidades y que vayan sintiendo al club. Tenemos que generar el sentido de pertenencia desde muy chicos”, había advertido hace un tiempo Cisneros. Por ese motivo, en La Ciudadela ya miran con orgullo una obra que está próxima a estrenarse.