La implosión del submarino Titan durante su travesía hacia las ruinas del Titanic, situado a 3.800 metros de profundidad en el Océano Atlántico, soprendió al mundo. El sumergible había perdido comunicación con la base que lo monitoreaba el domingo 19 y sus restos fueron encontrados cuatro días después cerca del transatlántico. Sus cinco tripulantes murieron.
Durante los cuatro días que duró la intensa búsqueda, algunas voces de especialistas manifestaron su preocupación por la expedición y anticiparon la tragedia. Entre ellos, James Cameron, el director de la taquillera película Titanic, quien descendió 33 veces hacia las ruinas del barco. En una de sus visitas, quedó atrapado durante 19 horas en una corriente marítima.
“Estoy impresionado por las similitudes con el desastre del Titanic, donde se advirtió repetidamente al capitán sobre el hielo delante de su barco y, sin embargo, navegó a toda velocidad hacia un campo de hielo en una noche sin luna y muchos murieron como resultado. Es una tragedia muy similar en el mismo sitio exacto. Es asombroso y realmente bastante surrealista”, manifestó Cameron en una entrevista que concedió a ABC.
Titanic: la escena de la película que explica la implosión del submarino Titan
En su propia película Titanic, se hace una descripción muy directa de lo que le pasó al submarino durante su descenso a las profundidades del Océano Atántico. La película comienza con la tripulación de un barco ruso, el Akadémik Mstislav Kéldysh, dedicado a la investigación oceanográfica.
La misión del equipo comandado por Brock Lovett (interpretado por Bill Paxton) era buscar tesoros y objetos de valor en las ruinas del barco. Su objetivo es encontrar el Corazón del Mar, una joya que, según la película, pertenecía a la realeza francesa.
Durante su sexta inmersión, Lovett expresa en voz alta lo arriesgado que resulta estar allí: "A dos millas y media de profundidad; es decir, a 3.800 metros. La presión exterior del agua es de 3 toneladas por cada 2 centímetros cuadrados", explica. "Nuestros ojos de buey tienen tienen un grosor de 23 centímetros; si se rompieran, seríamos sayonara en dos microsegundos".
James Cameron y sus 33 visitas al Titanic: “Pasé más tiempo en la cubierta del barco que el capitán”
James Cameron relató a la revista Playboy en 2009 que no fue una historia de amor a bordo del Titanic lo que le inspiró para hacer su exitosa película de 1997, sino que el objetivo era otro: “Hice Titanic porque quería bucear entre los restos del naufragio, no porque quisiera hacer la película”, admitió.
“El Titanic era el Everest de los naufragios y, como buzo, quería hacerlo bien. Cuando supe que otros tipos habían buceado en el Titanic para hacer una película IMAX, dije: ‘Haré una película de Hollywood para pagar una expedición y hacer lo mismo’. Me encantó ese primer contacto, y quise más”, reveló. "Literalmente pase más tiempo en la cubierta del barco, desde un submarino, que el capitán del Titanic", agregó.