El uruguayo Ramón Artagaveytia Gómez era una de las 1500 personas que murieron en naufragio del Titanic, en la madrugada del 15 de abril de 1912. Cuatro días antes de la tragedia, el empresario agropecuario de 71 años le envío una carta a su hermano en la que le describía la majestuosidad del barco. A 111 años del siniestro, la misiva su subastó por US$ 12.000.
En su viaje inaugural, el Titanic viajaba entre Southampton, Inglaterra, y Nueva York, Estados Unidos comandado por el capitán Edward Smith cuando chocó contra un iceberg. El gigantesco hielo provocó un irreparable daño en su estructura, el agua ingresó rápidamente y en cuestión de horas, el barco considerado insumergible terminó en el fondo del Océano Atlántico.
El 11 de abril de 1912, Ramón Artagaveytia Gómez le escribió una carta a su hermano Adolfo, en la cual se mostraba contento por estar a bordo. “Todo cuanto diga de él es poco”, apuntó el empresario agropecuario de 71 años, pasajero de primera clase.
Titanic: qué decía la carta escrita por un uruguayo días antes de la tragedia
“Los corredores están pintados de blanco y algunos salones, como este, son de madera esculpida, creo que de roble, con sofás y sillas de raso aterciopelado verde. Todo es nuevo y rico”, agregó, maravillado por el tamaño y calidad del barco.
“Al acercarnos ayer en el vapor estaba fresco como el Río de La Plata, y al mirar para arriba me hacía el efecto de estar al pie de una casa de cinco pisos. Al entrar había como 50 mozos. Uno me toma las valijas, y por el ascensor (hay 3) subimos a mi piso en la cubierta B. El comedor está en la D y más abajo hay otros”, comentó.
La misiva fue despachada en Queenstown, Irlanda, en la última parada realizada por el Titanic para el envío de correspondencia. Poco imaginaba entonces que él, quien cuatro décadas antes había sobrevivido al incendio y hundimiento del buque América en el Río de La Plata, moriría ahogado en las heladas aguas del Atlántico Norte.
La millonaria subasta de la carta que un uruguaya envió desde el Titanic
Hecha en papel con membrete y marca de agua de la compañía White Star Line, la misiva contiene dos folios con una mancha de humedad y una nota posteriormente escrita por su receptor que dice: “Última carta que escribió mi querido hermano Ramón. A los 3 días de esta, naufragó el Titanic, pereciendo ahogado”.
La pieza forma parte de un remate de unos 800 lotes de platería criolla, militaría y documentos históricos que están siendo subastados de manera presencial y en línea por la empresa Zorrilla en Montevideo, Uruguay.
La carta subastada fue adquirida 12.000 dólares. Según explicó días atrás Sebastián Zorrilla, miembro de la empresa, a la Agencia EFE, se encontraba hasta ahora en manos de la familia y pasó por tres generaciones.
”Hay alguien siempre en las familias que decide congelar la historia en un remate y hacer que esta pieza que la atesoran durante un tiempo y que nosotros atesoramos momentáneamente vaya a parar a manos de un coleccionista o de un museo”, explicó.