Aquí vivirá Benedicto XVI cuando se retire
El monasterio "Mater Ecclesiae" fue construido en 1992 y vivieron distintas órdenes de monjas de clausura.
El monasterio "Mater Ecclesiae" fue construido en 1992 y vivieron distintas órdenes de monjas de clausura.
El Pontífice habló tras el anuncio de la dimisión. "No soy capaz de llevar a cabo el ministerio con la misma fuerza".
El Camarlengo presidirá la ceremonia con que concluirá el papado de Benedicto XVI.
"Adiós Benedicto" y "Crisis de fe", se escribieron las mujeres en sus torsos desnudos. Irrumpieron en la catedral de Notre-Dame.
El Vaticano podría destruir la pieza que utiliza Benedicto XVI en su mano, cuando se concrete su renuncia.
El vocero de la Santa Sede afirmó que hace tres meses le reemplazaron las baterías del dispositivo.
Dos fotógrafos captaron en el momento justo de uno de los fenómenos. Las imágenes hacen furor en las redes sociales.
La decisión apenas tiene precedentes en la historia. El anuncio lo hizo directamente él, en latín. Había sido elegido el 19 de abril de 2005, tras la muerte de Juan Pablo II.
Alfredo Zecca, arzobispo de Tucumán, se sorprendió por la dimisión de Benedicto XVI.
La curia sabía sobre su delicado estado de salud, incluso antes de elegirlo.
El Pontífice tuvo que lidiar con denuncias de curas pedófilos y el escándalo del "Vatileaks".
El arzobispo de Tucumán quedó atónito. "No voy a hacer declaraciones", dijo a LA GACETA.
La carrera se lanzó antes de que se conociera la renuncia. Quieren que el nuevo futuro Pontífice sea joven.
Cuando concrete su renuncia, se instalará en un convento dentro del Vaticano.
"Los he convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia", dice el Santo padre. Traducción en español.
Este es el comunicado en el que se dan a conocer los motivos del alejamiento. "He de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado".
En marzo, una asamblea de cardenales votará en secreto al reemplazante.
El Código Canónico establece que "puede renunciar aquel que se encuentre en su sano juicio y que tenga una causa justa".