El oficialismo pone todas las fichas para recibir a la fórmula Massa-Rossi con un masivo acto

Osvaldo Jaldo llama permanentemente a Darío Monteros, mientras se reúne con los principales referentes de las tres secciones electorales. Mañana se juega una parte importante de su futuro como gobernador electo. Banda del Río Salí, el municipio dirigido por Monteros, será la sede del acto central en el que la fórmula de Unión por la Patria Sergio Massa-Agustín Rossi clamará por el voto de los tucumanos. Tanto el ministro de Economía de la Nación como el jefe de Gabinete llegarán esta noche a esta ciudad desde La Rioja, junto con el titular de Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, jefe de campaña del oficialismo. El gobernador actual, Juan Manzur, y el vicegobernador Jaldo los esperarán para una posible cena. En el predio bandeño, cercano al Hospital del Este Eva Perón, ya se está montando el escenario del encuentro al que, según los cálculos de los organizadores, pueden concurrir entre 25.000 y 30.000 personas. Es el mismo lugar donde en 2019 se cerró la campaña en la que fueron reelectos Manzur y Jaldo. Tendrá dos plataformas: una central, donde se ubicarán los precandidatos presidenciales, el jefe de campaña y el gobernador y vice, además de los candidatos ; y otra secundaria, donde estarán ministros y legisladores provinciales, además de los intendentes peronistas.

“Nada puede fallar. Debe estar todo listo”, fue la instrucción que el mandatario electo le dio a sus colaboradores. Jaldo está en contacto permanente con Massa. Manzur, a su vez, dialoga con De Pedro. Al spot de presentación del acto hubo que modificarlo en reiteradas oportunidades. El último convoca a la militancia a un horario atípico para encuentros electorales: a las 9.30. Los discursos deben arrancar no más allá de las 10.15, según la organización. La comitiva visitante debe estar arriba del avión justo al mediodía, porque el líder del Frente Renovador debe encabezar, la tarde de ese día, una caravana proselitista por el sur de La Matanza, un distrito de una importancia similar a la de Tucumán en cantidad de votantes.

Las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) están cada vez más cerca. Eso inquietó a la dirigencia oficialista que esta semana salió a captar la atención de los principales referentes. ¿Por qué el acto organizado para recibir a Massa es tan trascendente para la fórmula gobernante? Desde la mirada de Manzur, un triunfo contundente en el distrito le abrirá más las puertas del Palacio de Hacienda para cualquier eventualidad financiera hasta el 29 de octubre, cuando se produzca el cierre de su segundo mandato y el recambio institucional. De hecho, la Provincia suele apelar a un préstamo que se salda en el mismo mes y que es usado para abonar los salarios estatales. Esa mecánica está aceitada; lo diferente es la urgencia electoral.

Desde la óptica de Jaldo, la situación es más compleja. Una victoria de Massa en las presidenciales le asegura cierta tranquilidad política, financiera e institucional a la gestión provincial. La Casa Rosada sería, en ese escenario, del mismo signo político que la del distrito norteño y, por ende, habría sintonía fina. La situación cambia radicalmente si Juntos por el Cambio o La Libertad Avanza llegan al poder. Los ciclos de coaliciones diferentes en la relación Nación-provincia no han sido del todo armónicas, como el último tramo del primer mandato de la fórmula Manzur-Jaldo en tiempos de la presidencia de Mauricio Macri. En esta última orientación, el binomio Jaldo-Miguel Acevedo se refugiaría en el poder colectivo de la liga de gobernadores para reclamarle a la Nación, cuando sea necesario, fondos o atención institucional.

El aparato oficialista ya está en marcha, aunque no a la misma velocidad ni con el combustible observado en la previa a los comicios provinciales del 11 de junio. Ayer, en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, Jaldo -en ejercicio del Ejecutivo ante el viaje de Manzur a Buenos Aires- pidió a la dirigencia de la sección Oeste, e identificada con el manzurismo, un esfuerzo más, no sin antes agradecer el apoyo de esa sección para el triunfo en las provinciales. “Tenemos el desafío más importante que es ganar a nivel nacional. Y no estamos lejos de conseguirlo”, indicó el gobernador electo durante su discurso.

Tanto él como el gobernador dieron luz verde para sellar, más aún la unidad interna. En el oficialismo creen que la victoria en Tucumán puede ser similar a la diferencia alcanzada el mes pasado respecto de Juntos por el Cambio, aunque con menor cantidad de votos (entre 460.000 y 480.000, tomando como referencia los anteriores resultados de comicios nacionales). Por eso siguen de cerca el recrudecimiento de las pujas en la oposición.

Un gesto dentro del PJ para abandonar posturas de discordia interna ha sido el abrazo protagonizado el miércoles, en Villa Fiad (Leales), entre dos pesos pesados de la zona Este: Monteros, intendente bandeño y legislador electo, y Jorge Leal, también parlamentario electo y referente de Burruyacu. Algo similar puede suceder en el Oeste con el actual presidente subrogante de la Legislatura, Sergio Mansilla, y el vicepresidente primero del Parlamento, Regino Amado, predijo el vicegobernador electo Acevedo.

En la tercera sección electoral, la Capital, todavía no hubo encuentros entre dirigentes. El acto de mañana trastocó el calendario de reuniones, que se postergaron para la próxima semana. Manzur, Jaldo y Acevedo tienen previsto convocar a los principales referentes de esta ciudad para organizar la estrategia rumbo a las PASO. El acto de mañana será revelador. Una convocatoria masiva en territorio bandeño mostrará a la conducción nacional que Tucumán sigue siendo un importante bastión peronista que puede contribuir con la causa nacional de Unión por la Patria.