Festival de Cine: “Los delincuentes” que buscan una vida liberada del trabajo

La película de Rodrigo Moreno ingresa en competencia esta noche en el festival. “Me interesa la fidelidad del texto, que lo respete. De la improvisación no puede salir nada bueno”, afirma el director argentino.

SALIENDO DE LA RUTINA. Dos personajes que son empleados de un banco deciden modificar su situación.  SALIENDO DE LA RUTINA. Dos personajes que son empleados de un banco deciden modificar su situación.

“Los delincuentes” tuvo un desembarco exitoso en el eventos de Cannes hace unos meses y continúa su desfile por otros festivales. No porque haya ganado algún premio, sino porque gran parte de la crítica especializada (argentina y del exterior) tuvo grandes elogios. Su director Rodrigo Moreno comenzó a rodarla en 2018 y la concluyó en 2023, casi cinco años, donde el guión y el montaje fueron mutando y transformándose. Hay citas y guiños de otros filmes, en una realización de tres horas que se verá esta noche en Cines del Solar, desde las 22, dentro del Tucumán Cine Gerardo Vallejo.

El filme puede observarse como una historia simple, pero también como un texto que inquieta desde su propio planteo. No es casual que la banda sonora sea el tema de Pappo, “¿A dónde está la libertad?”.

El dinero está omnipresente en el planteo, desde el punto de partida. “Hice las películas que quería hacer, las que se me ocurrieron. Hoy el cine de autor, sobre todo, tiene un fuerte contacto con las artes visuales, y en eso responsabilizo a esa especie de matrimonio de curadores, programadores y cineastas que envicia un poco el pensamiento cinematográfico”, dice durante la entrevista con LA GACETA.

Moreno dirigió “El custodio”, “Reimon” y “Un mundo misterioso” entre otras producciones. Y en esta película los delincuentes no son tanto, no roban para enriquecerse, por avidez o por causar un daño. Trabajan, entre otros, el actor Daniel Elías, un salteño formado en Tucumán, que actuó en “Los dueños” y “El motoarrebatador” y en el elenco GNC (Gente No Convencida) además de participar en otros grupos artísticos locales.

- Alguna crítica sostiene que tu película es contra el sistema, con guiños o citas a otras realizaciones o directores. ¿Cómo lo ves a estos temas que tienen como música de fondo a Pappo?

- No sé qué sería ir contra el sistema. Cuento la historia de dos personajes que son empleados de un banco y en un momento de su vida uno tiene un plan para modificarla. La que se le ofrece es una vida liberada de trabajo y del peso de la rutina. La canción de Pappo va en sintonía en ese sentido. En cuanto a las citas y guiños, sí hay un diálogo con otros directores. Juega con que es una película en sí misma. No es una película realista y conecta desde un lugar un poco más lúdico, abstracto, fantasioso. Sí se establece un diálogo concreto con “El dinero”, de Robert Bresson. Hay influencias muy grandes, muy vagas, pero es cierto que puse a conciencia cierta música que evoca al cine de género de los años 50 o los 60; también circula el cine negro, y la película de Hugo Fregonese “Apenas un delincuente”.

- Cuando estabas en Cannes dijiste que llegaste allí con un trabajo que querías hacer, no para poder ingresar a ese mainstream. ¿Podrías precisar en qué tomas distancia de esas pautas, por ejemplo? ¿Es distinto al resto de los festivales, acaso?

- Quería decir que no hice una obra para llegar a Cannes. Observo que hay una malformación porque mucho cine latinoamericano apunta allí sus cañones, como que si filmando de una manera las películas pertenecen a cierto circuito, que no es solo Cannes, sino también Venecia, Marsella, Rotterdam, que sintonizan con ciertas formas. Hay una especulación allí. Y yo traté de huir de ese esquema. Mi recorrido es muy libre de eso, de esa especulación. Hice las películas que quería hacer, las que se me ocurrieron. Hoy el cine de autor sobre todo tiene un fuerte contacto con las artes visuales, y en eso responsabilizo a esa especie de matrimonio de curadores, programadores y cineastas que envicia un poco una forma más libre de pensamiento cinematográfico. Eso es lo que creo.

- “Los delincuentes” fue rodada entre 2018 y 2022. Fueron cuatro años. ¿En ese tiempo cambiaste el guión, se modificó algo del proyecto original?

- Duró como cinco años, cuatro años y medio, en realidad, la terminé unos meses antes de llegar a Cannes. Fue mutando de modo permanente. Creo que el cine se debe a su presente, hay que hacer una actualización constante, para que los materiales estén vivos. A veces se pasan cinco o 10 años con un mismo proyecto y hay que estar atentos y alertas con nuestra propia antena. Y que los materiales con los que uno está trabajando estén actualizados. Importa que el territorio que uno va a conocer sea un territorio a descubrir. Hasta último momento cambié el guión, hasta último momento cambié el montaje y la película adquirió una forma en el último movimiento. Algunos secretos del trabajo me fueron desvelados durante todo el tiempo que trabajé, por prueba y error. Y encontré una forma de trabajo que me resulta buena y productiva.

- Hay directores que son rígidos con los actores, en cuanto a respetar el texto. Martín Rejman, por ejemplo, exige el respeto total, y marca a sus actores. ¿Vos cómo hacés? ¿Qué tanto te interesa la fidelidad al texto?

- A mí me interesa la fidelidad del texto, pero a veces lo termino de encontrar con los propios actores y hago una nueva reescritura; hay una nueva escritura después de los ensayos. No me interesa la improvisación, no creo que de ella se pueda sacar nada nuevo. Creo en la escritura, en los diálogos, en la mirada, en las formas del habla, es lo que en cada personaje me interesa mucho; que parta de mi visión y creatividad, y que atraviese a los actores y luego regrese por ese filtro. En esta película trabajé con un elenco muy variado, hay muchos personajes y situaciones y todos son personas con las que ya había trabajado mucho, y sumé a otras con las que quería trabajar. También hay no actores; me interesa esa forma amateur con lo profesional, me parece que eso enriquece, hay como una cosa lúdica.

Propuestas:

- En los Cines del Solar (avenida Aconquija 1.335, Yerba Buena) se verá a las 18 “Yo y las bestias” (de Venezuela); a las 20, la argentina “Camino al éxito”; y a las 22, “Los delincuentes” (la primera y la última, dentro de la Competencia Latinoamericana y la segunda, en el certamen de largometrajes nacionales).

- En el cine Atlas (Monteagudo 250) a las 20 se proyectará “El método Tangalanga” y a las 22 “Punto rojo” (ambas en la (Competencia Argentina).

- En la sala Hynes O’Connor (San Martín 251) a las 22 estará el ciclo “La mirada femenina”, dedicado a Teresa Costantini, con “Yo soy así, Tita de Buenos Aires”.

- En la sala Orestes Caviglia (San Martín 251) se verán a las 20 “Mujer perseverante” (Competencia Argentina) y a las 22 el homenaje a Isabel Sarli con “Carne”.

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