02 Agosto 2023
En el transcurso de esta tarde, un hombre de 49 años falleció tras sufrir un desvanecimiento a bordo de un avión operado por Flybondi, que se encontraba en ruta desde Bariloche a Córdoba. Con este triste suceso, ya son cuatro las muertes que han ocurrido durante vuelos en un lapso de veinte días. El empresario de medios Constancio Carlos Vigil, de 86 años, falleció el sábado pasado mientras viajaba en un avión de American Airlines con destino a Miami. Un niño de dos años, acompañado por su familia en un vuelo de Aerolíneas Argentinas a Resistencia, se descompuso y trágicamente perdió la vida en el Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery. Asimismo, una mujer argentina de 45 años, quien viajaba de Barcelona a Buenos Aires, sufrió una descompensación durante el vuelo y, a pesar de los esfuerzos de reanimación, falleció en el trayecto.
En vista de esta situación, surge la interrogante acerca de si es necesario tomar ciertos cuidados médicos al abordar un avión.
Los expertos consultados por el periódico La Nación han aconsejado que las personas con comorbilidades cardiovasculares, diabetes o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) busquen orientación de un profesional de la salud antes de embarcar en un vuelo, especialmente si este dura más de cuatro horas, ya que podría afectar el adecuado funcionamiento del sistema circulatorio.
Según Ignacio Martín Bluro, médico del servicio de Cardiología y Coordinador de la sección de la Unidad Coronaria del Hospital Italiano, uno de los eventos vinculados de manera evidente con los vuelos es la trombosis venosa profunda en las piernas. Afirma: “Cuando pasamos un período prolongado en un avión, permanecemos en una posición estática y sentada, pero esto también ocurre en situaciones de reposo prolongado, como sucede en los gamers. Por lo tanto, el problema no es el avión en sí, sino el hecho de permanecer inmóvil durante largo tiempo”.
Enfatiza que este riesgo se incrementa especialmente en vuelos de alrededor de ocho horas: “Es en estos casos donde realmente existe un peligro, y es importante tomar precauciones. Además, se debe prestar atención a aquellas personas que tienen factores de riesgo y que vuelan en rutas de más de cuatro horas”.
El especialista advierte sobre la dificultad de realizar maniobras de reanimación durante una crisis en pleno vuelo. “En un avión, no se dispone de recursos ni espacio para llevar a cabo la reanimación de un pasajero. Además, el servicio de asistencia médica de emergencia (SAME) tampoco puede brindar ayuda. En la mayoría de los casos, los pasajeros que experimentan una emergencia médica sufren eventos de muerte súbita, colapsan y fallecen en la primera hora del suceso. Principalmente, las causas principales de estas muertes son enfermedades coronarias, infartos masivos o infartos que desencadenan arritmias fatales”, explica Bluro. Además, agrega: “Es posible prevenir esta situación mediante la reanimación, y es crucial que la población esté capacitada para llevar a cabo estas maniobras”.
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