Peña asumió en Paraguay, con el desafío de construir alianzas

En su discurso inaugural planteó la necesidad de un Mercosur unido, reafirmó que mantendrá un vínculo fuerte con Taiwán, condenó la invasión rusa a Ucrania y se refirió al combate a la corrupción y al crimen organizado.

ASUNCIÓN. Pena y su espósa, Leticia Ocampos, recorrieron en un auto descapotable la capital de Paraguay. reuters ASUNCIÓN. Pena y su espósa, Leticia Ocampos, recorrieron en un auto descapotable la capital de Paraguay. reuters
16 Agosto 2023

ASUNCIÓN, Paraguay.- El economista Santiago Peña dio su primer discurso como presidente de Paraguay, en el que marcó algunas posturas que evidencian hacia dónde intentará ir su gobierno. Junto a su compañero de fórmula, Pedro Alliana, gobernará el país hasta 2028.

En materia de política interna, Peña hizo referencias a la salud, la seguridad, el crimen organizado, la corrupción y la pobreza.

El plano internacional estará marcado, de acuerdo con el discurso inaugural, por las alianzas regionales y el alineamiento con Occidente. Por ejemplo, resaltó la importancia del vínculo con Taiwán (un frente abierto ante China, que rechaza la autonomía de la isla). Además, enfatizó su preocupación por el cambio climático, en consonancia con la Agenda 2030 de Naciones Unidas; el pedido de un Mercosur unido y la condena a la invasión rusa contra Ucrania.

Durante una sesión solemne del Congreso al aire libre en la explanada del Palacio de Gobierno en Asunción, Peña se comprometió a “construir alianzas” y a mostrar un liderazgo “firme y ético” para mejorar la calidad de vida de los paraguayos.

Los presidentes de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile y Uruguay y el rey de España asistieron a la ceremonia, así como el vicepresidente de Taiwán, William Lai.

Paraguay es uno de los pocos países del mundo que mantiene lazos diplomáticos formales con Taiwán, una isla que China considera parte de su territorio.

“Construiremos alianzas y cooperación con una visión geoestratégica, buscando acuerdos horizontales”, dijo Peña en su discurso. La relación de más de seis décadas con Taiwán “es una muestra de esto y del espíritu amigable y cooperativo de Paraguay con naciones a las que tenemos un gran afecto”, agregó.

El mandatario, quien reemplaza en el cargo a Mario Abdo Benítez, obtuvo una sólida victoria en la elección de abril representando al derechista Partido Colorado, que ha gobernado Paraguay los últimos 75 años, con un corto interregno de cinco años.

Peña prometió políticas favorables a las empresas centradas en la creación de empleo, impuestos bajos y la atracción de inversión extranjera para ayudar a la recuperación de la economía tras la pandemia de covid-19 y una sequía que el año pasado redujo a más de la mitad la cosecha de soja.

También se comprometió a trabajar para combatir la corrupción en las instituciones del Estado, luchar contra la pobreza que alcanza a casi un 25% de la población y mejorar la educación, la sanidad y la seguridad.

“Es hora de un pacto para alcanzar la calidad de vida que se merecen las familias paraguayas -señaló-. La paciencia y la tolerancia se agotan ante el hartazgo de los ciudadanos que ven a sus líderes pelearse mientras faltan útiles en las escuelas, medicamentos en los hospitales y seguridad en las calles”.

Peña tendrá también como desafío las relaciones con Estados Unidos tras las denuncias contra su mentor político, el ex presidente Horacio Cartes, al que recordó con gratitud en el comienzo de su discurso. Peña fue ministro de Hacienda de Cartes antes de iniciar la carrera política que lo llevó a la primera magistratura.

Estados Unidos dijo que Cartes participó en actos de corrupción significativos y le impuso sanciones económicas que lo obligaron a desprenderse de sus empresas. El ex mandatario, presente en la ceremonia, niega las acusaciones.

Algunos analistas creen que Cartes tendrá influencia en el nuevo gobierno, que tiene la mayoría en los escaños del Congreso. Peña “debe dejar claro el legado de autonomía que tiene”, dijo la politóloga Milda Rivarola al diario Última Hora.

“Que la gente sienta que el que decide es él y no Cartes, porque sino (...) no se va a saber dónde está la cabeza del Ejecutivo. Definir esa relación, si va a ser un delegado o si él será el presidente”, agregó. (Reuters)

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