Día del Árbol en Argentina: ¿cuál es el origen y por qué se eligió el 29 de agosto?

El impulso de Estanislao Zeballos para generar conciencia ecológica en nuestro país.

REFORESTACIÓN. Los jóvenes becados por la fundación tucumana plantan los árboles en el pedemonte. REFORESTACIÓN. Los jóvenes becados por la fundación tucumana plantan los árboles en el pedemonte. La Gaceta / foto de Antonio Ferroni
29 Agosto 2023

Hoy se celebra el Día del Árbol en la Argentina. Los países establecieron diferentes fechas para concientizar sobre la importancia de los árboles para la vida del planeta. ¿Cuál fue el origen de esta celebración en la Argentina?...

Estanislao Zeballos, un exponente de la Generación del 80, estableció en el Consejo Nacional de Educación un día especial dedicado al árbol. El 29 de agosto de 1901 fue la primera vez que se celebró el Día del Árbol como objetivo para remarcar conciencia acerca de cuidar y proteger superficies arboladas. Además se pretende establecer una política para plantar espacies en diferentes espacios.

Alertas sobre el cambio climático

Zeballos dirigió dos veces la Sociedad Rural, fue escritor, periodista, e inició la campaña para establecer el Día del árbol con un claro objetivo ecologista. Con el tiempo se convirtió en un llamado para alertar sobre el cambio climático y la tala indiscriminada.

Otro impulsor de la forestación fue Domingo Faustino Sarmiento quien señaló que “el cultivo de los árboles conviene a un país pastoril como el nuestro, porque no sólo la arboricultura se une perfectamente a la ganadería, sino que debe considerarse un complemento indispensable”.

La destrucción de los bosques nativos

En Argentina, desde hace casi 13 años, está vigente la Ley 26.331 de Bosques Nativos. Se trata de una herramienta indispensable para planificar el uso de estos ecosistemas permitiendo equilibrar producción y conservación de la naturaleza.

La Ley de Bosques cambió el escenario nacional de protección de bosques nativos y visibilizó la problemática y la importancia de la conservación de estos ecosistemas. Además, fomentó una disminución progresiva en la tasa anual de deforestación en la Argentina, estabilizándose en los últimos años.

Sin embargo, desde el 2007, en Argentina se perdieron 3.500.000 de hectáreas de bosques nativos y con ellos todos los beneficios asociados. El 60% de los bosques nativos argentinos se encuentran en la región chaqueña, que ocupa 11 de las 23 provincias de nuestro país. 

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