¿Por qué caminar a paso más ligero es beneficioso para prevenir el Alzheimer?

Un estudio donde participaron más de 17.000 adultos encontró que una marcha más lenta de un año a otro puede ser un signo de deterioro cognitivo.

¿Por qué caminar a paso más ligero es beneficioso para prevenir el Alzheimer?
08 Septiembre 2023

A medida que se envejece es normal que las personas tengan una caminata más lenta para evitar caídas y otras discapacidades. Sin embargo, una investigación mostró que una marcha más lenta de un año a otro puede tomarse como un signo temprano de deterioro cognitivo, que puede incluir problemas en la memoria, de lenguaje o capacidad de juicio. Estos factores pueden aumentar el riesgo de demencia por la enfermedad del Alzheimer.

La investigación fue publicada en la revista JAMA Network Open. En el estudio participaron casi 17.000 adultos mayores de casi 65 años. Allí, los expertos encontraron que las personas que caminan alrededor de un 5% más lento o más cada año tiene más probabilidades de desarrollar demencia.

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“Estos resultados resaltan la importancia de la marcha en la evaluación del riesgo de demencia”, escribió la autora Taya Collyer, investigadora de la Escuela Clínica Península de la Universidad de Monash en Victoria, Australia.

Los investigadores descubrieron que el riesgo más alto de demencia era para las personas que no solo caminan con más lentitud sino que también “mostraban algunos signos de deterioro cognitivo”, dijo el doctor Joe Verghese, profesor de Geriatría y Neurología en el Colegio de Medicina Albert Einstein en Bronx, Nueva York.

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¿Por qué es importante dar pasos largos para prevenir el Alzheimer?

Varios estudios confirmaron que el ejercicio aeróbico aumenta el tamaño del hipocampo, incrementando algunos aspectos de la memoria. “Sabemos que el ejercicio es eficaz para mantener y mejorar las neuronas y las funciones nerviosas. Si alargamos conscientemente la zancada, además de practicar ejercicio regularmente, es de esperar que se activen más partes del cerebro”, aconsejó Taniguchi Yū, experto en gerontología del Equipo de Investigación para la Participación Social y la Salud Comunitaria del Instituto Metropolitano de Gerontología de Tokio.

En una entrevista para Nippon.com, el cientificó afirmó: “Los resultados de investigaciones tanto en Japón como en el extranjero han demostrado que en el cerebro se producen cambios anormales que reflejan la relación entre el paso corto y el inicio de la demencia. Dado que muchos cambios en el cerebro tales como el infarto cerebral y la atrofia cerebral suelen afectar la longitud de la zancada y las funciones cerebrales, se puede considerar que la longitud de la zancada es un signo que indica el estado del cerebro”.

Según sus estudios, la longitud de la zancada ideal es de 65 centímetros. “Aumentar de manera consciente la longitud de la zancada aumentará también la intensidad del ejercicio. Acelerar la marcha también puede ayudar. Al caminar, podemos desarrollar un ejercicio más eficaz practicando la marcha a intervalos, alternando entre un paso rápido y uno normal”, dijo.

Por último, recomendó que las personas entre 65 y 74 años deben tratar de caminar 7.000 pasos, y aquellos de 75 años o más, 5.000 por día.

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