“No hicimos algo distinto en la semana. Desde Flandria para aquí volvimos a ser el equipo que vimos cuando recién llegamos, con niveles individuales muy altos que mejoran lo colectivo. Con lo parejo que está todo, tener una buena diferencia de goles es importante”, admitió Pablo Frontini en una conferencia de prensa que fue muy distendida, a tono con el clima que se vivió en el vestuario y las tribunas después del 4-0.
San Martín ganó y es lo más importante, pero además lo hizo con contundencia y con dos bajas (Andrada y Ciccolini) muy sensibles para el equipo. “Es bueno no ser dependientes de algunos jugadores, hoy jugamos sin ellos y los que entraron hicieron un buen trabajo. Nosotros veníamos dependiendo mucho de los goles de Emanuel (Dening) y ahora ganamos 4-0 y él no hizo ninguno, eso habla del nivel de competencia interna”, reconoció el entrenador.
Lejos de lamentar la lesión de Juan Orellana (fue reemplazado en el entretiempo por una molestia muscular y le harán estudios en la semana), el entrenador es consciente de que cuando llega el final del torneo las lesiones suelen ser moneda corriente.
“Y ahora se nos cae Juan, tenemos dos laterales derechos lesionados, el tercero (Bordón) tuvo que jugar infiltrado. La cabeza y los nervios juegan un papel importante. Es lógico que haya lesiones, pero estoy tranquilo porque demostramos competitividad. Cuando entra uno que no viene jugando lo hace bien”, destacó.