Sedición policial: detalles sobre cómo se llegó al acuerdo con los líderes de la revuelta

Un ex asesor del ex ministro de Seguridad Jorge Gassenbauer habló sobre la última negociación que se hizo. Alivio para los imputados.

UNA DECLARACIÓN LARGA Y TENSA. El testigo José Sarmiento habló durante más de dos horas y contó detalles de la negociación que hizo. LA GACETA / FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO UNA DECLARACIÓN LARGA Y TENSA. El testigo José Sarmiento habló durante más de dos horas y contó detalles de la negociación que hizo. LA GACETA / FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO

“No puedo juzgar si la actuación del ex jefe de Policía Jorge Racedo fue la correcta. Sí puedo decir que él estuvo haciendo todo lo posible para acabar con lo que estaba ocurriendo”, aseguró José Santiago Roberto Sarmiento, ex asesor del ex ministro de Seguridad Jorge Salvador Gassenbauer. Por segundo día consecutivo, en el histórico juicio de la sedición policial que derivó en los saqueos de 2013, un testigo volvió a deslindar al poder político de los trágicos acontecimientos y complicó al ex titular de la fuerza, el único funcionario de peso que está sentado en el banquillo de los acusados. Pero fue el primero en dar precisiones sobre cómo fue el comportamiento de los policías imputados, en una versión que llevó alivio por primera vez a los otros 42 señalados.

El testigo confirmó la versión que había dado Gassenbauer en la declaración que realizó el martes. “Por un pedido expreso de él me trasladé hasta la Subjefatura de Policía para tratar de dialogar con las personas que se encontraban allí. Fue el miércoles a la madrugada, cuando ya se habían agotado todas las instancias y lo que quería evitarse era un derramamiento de sangre”, indicó Sarmiento.

Sobre esa situación, el ex asesor detalló:

1- Confirmó que fue acompañado por el subsecretario de Seguridad César Nieva. “Le comenté cuál era la tarea que debíamos realizar y antes de salir, hablamos con el comisario Racedo que nos había advertido que la gente estaba alcoholizada y que era violenta”, señaló Sarmiento.

2- El ex asesor indicó además que fueron con el comisario Ricardo Jiménez, un oficial que conducía la camioneta y ellos dos. “Fuimos recibidos por (Miguel Ángel) Toledo y hubo momentos de tensión porque no aceptaban ningún tipo de ofrecimiento por parte de Nieva”, explicó. “En ese momento, escuchamos como si hubiera sido el ruido de un disparo, y eso nos puso más nerviosos a todos. Después nos dimos cuenta de que se trataba del ruido que había salido de una moto que pasó por el lugar”, añadió.

3- El ex asesor reconoció que los manifestantes no querían aceptar nada de lo que les decía Nieva, por lo que él tomó la palabra. “Les pedí que reflexionaran porque estábamos ante una situación límite, tanto para la seguridad de la provincia como la de ellos”, detalló. “Luego, 10 o 15 personas se retiraron a charlar. Volvieron a los minutos y aceptaron sentarse a dialogar”, añadió.

4- “El acuerdo consistía que el miércoles 11 se presentarían en la Casa de Gobierno a escuchar la propuesta de mejora salarial que le estaba ofreciendo el PE”, informó. “Ahí terminó mi misión. No participé en ese encuentro”, finalizó esa etapa de la declaración.

Las dudas

De los “no recuerdo” a los “no conozco” de Gassenbauer, Sarmiento acuñó, “no era mi función”. Pese a ello, el ex asesor brindó algunos detalles sobre lo que sucedió esos días. A continuación, los más importantes:

- Rendimiento.- “La información que tengo es que el jefe Racedo siempre estuvo en contacto con las autoridades y siempre buscó evitar un enfrentamiento. No quería un derramamiento de sangre y siempre estuvo interviniendo. Puedo decir que en el ex jefe de Policía había una actitud de impotencia que generaba una gran angustia. Racedo esperaba que los miembros de la fuerza le respondieran”.

- Desalojo.- “No tenía los atributos necesarios para recomendar el desalojo. Sé que la fiscalía interviniente (a cargo de Adriana Reinoso Cuello) había solicitado uno, pero el juez Víctor Manuel Pérez se lo había negado. No entiendo ni sé cuáles fueron sus razones para hacerlo”.

- El pedido de ayuda.- “La convocatoria de los hombres de Gendarmería Nacional surge entre el ministro Gassenbauer, el gobernador José Jorge Alperovich, el secretario Paul Hofer y el fiscal de Estado Jorge Posse Ponessa”.

- Las órdenes.- “El ministro no puede ordenar al jefe de Policía a que haga nada, no tiene las atribuciones legales para hacerlo. Exactamente sucede lo mismo con los otros funcionarios del área de Seguridad. Eso está estipulado en la Ley Orgánica de la Policía”.

- El acuerdo.- “El miércoles se le presentó a la comisión de policías un memorandum de un acuerdo en el que se detallaba el incremento salarial y que no se tomarían medidas en contra de los que habían llevado adelante la propuesta. Un ‘memo’ no tiene la fuerza de un acta compromiso, que es otra cosa. Es una especie de borrador”.

- ¿Traición?.- “No puedo decir qué pasó después porque no tuve acceso al documento final. Sí puedo decir que el Poder Ejecutivo no pretendía realizar acciones en contra de ellos, pero no podíamos responder por lo que ocurriera judicialmente. La Justicia ya estaba actuando de manera independiente”.

Revelador

Como sucede en todas las audiencias de este juicio, al final de cada jornada sucede lo mejor, surge el dato más importante o el más polémico. Este juicio se hace en contra de los policías que cometieron sedición, es decir se levantaron en armas para alterar el orden de la provincia.

La defensora oficial María Marta Contreras Cuenca hizo el siguiente cuestionario que terminó complicando la teoría del caso:

- Defensora oficial: ¿Observó si la Subjefatura estaba tomada o copada?

- Sarmiento: No. Ingresamos y nos retiramos con total normalidad.

- C.C.: ¿puede decirnos si había personas retenidas en contra de su voluntad?

- S: Para nada.

-C.C: ¿Podría decirnos si observó algún tipo de levantamiento de armas?

- S: No puedo tipificar la conducta que tomaron esas personas durante esos días.

- C.C: Está bien, pero según lo que usted observó...

- S: No puedo decir que nos hayan recibido alegremente, pero no hubo nada irregular. No fue una charla amenazante, más bien reflexiva. Hubo hasta un mea culpa por parte de ellos, una especie de “no queríamos que esto ocurriera”.

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