“Donde vaya San Martín siempre habrá hinchas”

La pasión por el fútbol no tiene límites y varios hinchas de San Martín decidieron acompañar al plantel en la búsqueda del objetivo. Infiltrados y sin ningún distintivo, todos ellos manifiestan que el “santo” ocupa un lugar importantísimo en su vida y va más allá de un mero resultado. Con toda la ilusión de lograr el ascenso, cada uno tiene sus propios motivos para estar presente en el estadio Presbítero Bartolomé Grella.

Uno de ellos fue Gonzalo Valdez Todoroff, quien se ubicó en la Plaza 1° de Mayo de Paraná junto a su bandera. “Mi fanatismo por San Martín está presente desde siempre. Soy nacido y criado en Ciudadela. Esquina de San Lorenzo y Pellegrini”, contó

En un principio, Gonzalo viajaba junto a su padre hasta que empezó a conocer el país de manera solitaria. “Había veces que inventaba que iba a jugar a la pelota y tomaba un colectivo e iba a verlo en otras provincias”, confesó.

En relación a cómo se vive un partido como infiltrado, consideró que las sensaciones son “raras”. “Tenes que contener las emociones. Pero es hermoso venir a verlo a San Martín”. Sin embargo, el partido que más sufrió en esta condición fue el clásico ante Atlético por la Superliga 2018/19. “Estaba en una cabina de prensa. Al final terminamos gritando los goles, abrazados y hasta hubo lágrimas. Fue espectacular”, recordó. “Donde vaya San Martín siempre va a haber, como mínimo, un hincha acompañándolo”, cerró.

Horas más tarde, Nicolas Liberatore, Hernán Mene Moyano y Fernando Díaz se hacían presentes en la capital entrerriana. “El viaje se dio a causa del partido pasado. Como jugó el equipo renovó las ilusiones y decidimos acompañarlo aquí en Paraná”, consideró “Nico”.

En consonancia con ello, Díaz aseguró que viajar tiene un condimento especial. “Se trata de acompañar al equipo en las buenas y en las malas. Con tal de ver a San Martín, hay que hacer lo sea”, lanzó.

Otro caso fue el de Daniel Celiz, quien hace años atrás se radicó en Buenos Aires pero nunca perdió su amor por el “santo”. Junto a su hijo y Luis, se sentó en la platea central del estadio de Patronato.

Si bien su hijo nació en Buenos Aires, Daniel lo calificó como un “fanático” del “santo”. “Ese amor por el club lo transmití yo. Desde que era bebé, siempre lo llevaba a la cancha, le hacía ver los partidos, le compraba la camiseta. Eso hizo que San Martín sea un nexo entre nosotros”, contó el miembro de la Filial Ciruja de Buenos Aires.

Así como viajó a diversos lugares, Luis tiene grandes anécdotas sobre cómo hizo para “escaparse” de su casa para ver al equipo de sus amores. “Lo más loco que hice fue decirle a mi mujer que iba a comprar cigarrillos. Agarré el auto y viajé directamente a Tucumán a La Ciudadela”, reconoció.