Le dan arresto domiciliario a una acusada de amenazas de bomba

La estudiante imputada por el caso de la escuela Juan Luis Nougues podrá cursar el último año en forma virtual. No podrá ver a sus compañeros mientras dure el proceso.

LAS PARTES. A la izquierda, la imputada junto a su defensor; a la derecha el juez y la fiscala a cargo del caso. La audiencia se desarrolló por Zoom. LAS PARTES. A la izquierda, la imputada junto a su defensor; a la derecha el juez y la fiscala a cargo del caso. La audiencia se desarrolló por Zoom.

Malena Anahí Serrano (18 años) la estudiante de la escuela Juan Luis Nougues que había sido detenida por una amenaza de bomba en esa escuela, accedió al beneficio del arresto domiciliario, entre otras razones, para que pueda terminar sus estudios secundarios.

El 7 de agosto, según la acusación de la fiscala Mariana Rivadeneira, de la Unidad de Delitos Complejos, Serrano envió un mensaje a través de WhatsApp a una docente del establecimiento educativo para informarle que habían colocado artefactos explosivos en los tres niveles y que podían causar graves daños a 1.000 metros a la redonda. Horas después envió otra intimidación similar.

Por este hecho, el 30 de agosto la Fiscalía consiguió que el juez Alejandro Valeros le dictara la prisión preventiva por 60 días a Serrano y que además ordenara un embargo de $ 3 millones para mantenerla ligada al proceso. Ese valor fue estimado en base a lo que le habría costado aproximadamente al Estado erogar un procedimiento de evacuación de los alumnos y vecinos.

Serrano sostuvo que ya no usaba la línea de teléfono que le atribuían y señaló que uno de sus compañeros sería el verdadero responsable de la amenaza. A su vez, en la primera audiencia el defensor Juan Martín Villegas se opuso a la acusación y pidió medidas menores. Planteo que fue rechazado porque se consideró que en libertad la acusada podía entorpecer el proceso influenciando en los testigos o efectuando nuevas amenazas a través de un dispositivo.

Otro sospechoso

La Fiscalía y la defensa avanzaron paralelamente con sus respectivas teorías del caso. A raíz de la declaración de Serrano, se allanó la casa de un adolescente de 17 años. Se secuestró los celulares de los habitantes de esa casa y se les informó al estudiante y a su madre que serían investigados junto a Serrano por el delito de intimidación pública. Al tratarse de un menor de edad, no puede publicarse el nombre del sospechoso.

Teniendo en cuenta esa situación, Villegas solicitó ayer una nueva audiencia para plantear que se atenúe la cautelar que pesa sobre la adolescente.

El profesional planteó que, a más de 20 días de su detención, la investigación había avanzado y que ya se habían desarrollado varias de las medidas y pericias planteadas al comienzo de la causa. En ese sentido, consideró que los riesgos procesales no seguían vigentes y solicitó que a Serrano le reemplacen la medida de prisión preventiva por la de arresto domiciliario.

“No existió intención de ella de cometer un delito, le pido que le otorgue la domiciliaria para que pueda retomar la escuela, de manera virtual y pueda concluir sus estudios”, le planteó Villegas al juez a cargo de la segunda audiencia, Bernardo L’ Erario Babot. Además el defensor agregó: “Malena está cursando el último año, con muy buenas notas por cierto. Creemos que cursando de manera virtual no podría entorpecer el resto del proceso. También se compromete a comparecer en cada audiencia y en no asistir a ninguna fiesta escolar”.

La fiscala Rivadeneira, a su turno, reconoció que le asistía razón al planteo de la defensa sobre que los riesgos procesales habían menguado y que no se opondría a la domiciliaria, pero aclaró: “hoy entendemos que podría ser otro el autor del hecho, pero eso no quiere que hayamos descartado que la señorita pueda haber participado en el mismo. De todas maneras, creemos que a esta altura, en caso de llegar a un juicio oral, la imputada no influiría sobre los testigos que sean convocados”.

Al no haber existido un contradictorio entre las partes, y al considerar que el planteo era razonable, el juez L’ Erario Babot le otorgó a Serrano la domiciliaria. Por ahora perdura la medida del embargo de $ 3 millones.

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