Ignacio Albornoz y Santiago Portillo, testigos del crecimiento de Chile

El ex apertura/centro de Tucumán Rugby y el ex segunda/tercera línea de Los Tarcos son los únicos tucumanos que jugaron en Selknam, la franquicia que potenció a los Cóndores mundialistas.

VERDINEGRO. Ignacio Albornoz estuvo en Selknam en 2020 y 2021. "VERDINEGRO". Ignacio Albornoz estuvo en Selknam en 2020 y 2021.

Resulta paradójico que Chile, un país cuya tradición futbolística es mucho más antigua y fuerte que la del rugby, haya estado ausente en los últimos dos Mundiales de fútbol y en cambio se haya clasificado a la máxima cita del planeta ovalado. Sin embargo, en los niveles de alto rendimiento casi nada ocurre por casualidad. Los Cóndores son el único seleccionado debutante en Francia 2023, y detrás de esa clasificación histórica (por la se quedaron afuera EEUU y Canadá, equipos con mayor experiencia y estructura) hubo mucho trabajo, paciencia y planificación. En ese proceso de crecimiento mucho tuvo que ver el tucumano Daniel Hourcade, al que Sudamérica Rugby le encargó llevar adelante la implementación del rugby de alto rendimiento en los países de la región, tomando como base el exitoso modelo de Argentina, la mayor potencia rugbística de América.

Una parte importante de ese proceso fue la participación de Chile en la Superliga Americana de Rugby (SLAR), el primer torneo de franquicias profesionales del Cono Sur, a través de su equipo Selknam. Y en la segunda edición del torneo, la de 2021, llegaron a coincidir los únicos dos tucumanos que jugaron en la franquicia chilena, Ignacio Albornoz (Tucumán Rugby) y Santiago Portillo (Los Tarcos), quienes por ello fueron testigos de cómo fue madurando el proceso que desembocó en la primera clasificación de Chile a una Copa del Mundo.

"Cuando llegué, no sabía con qué nivel me iba a encontrar. No tenía idea de nada. Y me sorprendió para bien. Si bien era la primera experiencia de ellos en el rugby profesional, me impresionó la intensidad que le metían a los entrenamientos", cuenta Albornoz, quien estuvo con Selknam en 2020 (edición que se canceló a poco de empezar por la pandemia) y en 2021.

Portillo fue uno de los refuerzos de la segunda edición (2021) y confiesa que también se sorprendió por la preparación física de los chilenos. "Yo nunca fui de tirar pocos kilos en el gimnasio, pero cuando llegué me sentía un tres cuartos. El más flaquito de los forwards te levantaba 160 kilos en pecho plano. Estaban muy bien preparados para el contacto, y aunque les faltaba en la parte técnica, eso lo fueron adquiriendo con el tiempo", describe el ex segunda y tercera línea, de 1,95 metro.

Más allá de su función como jugador, a Portillo se le encomendó transmitir a los jugadores chilenos su experiencia en el line, una formación clave para la obtención de la pelota. "Yo llegué como line leader, y me pidieron que entrenara a los chicos que tenían potencial para ser líderes en esa formación. Fue una linda experiencia. En resumen, estaban físicamente muy preparados y lo que les faltaba lo fueron trabajando. Sin embargo, están uno o dos escalones abajo de los equipos Tier 1 porque no tienen la misma competencia. Ahí se nota la diferencia", apunta Santiago.

La mayoría de los jugadores que mañana enfrentarán a Los Pumas fueron compañeros de los dos tucumanos en Selknam, como Matías Dittus, Javier Eissman, Rodrigo Fernández y Santiago Videla. Por eso, Albornoz cuenta que también trata de ver los partidos de los Cóndores, y por ende tendrá doble razón para ver el de mañana. “Sabía que iban a crecer mucho. En el tiempo que estuve pude ver una mejora abismal. En cada entrenamiento, trabajaban con el objetivo claro de meterse en el Mundial. Hoy están ahí y me alegro mucho por ellos”.

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