Urbanización no planificada, ¿responsable del caos en la avenida de Circunvalación?

Para peatones y para vehículos es complicada la circulación por esa vía, sobre todo en las zonas más urbanizadas. Hacen falta medidas. La DNV planea crear colectoras. Los municipios hacen desmalezamiento.

PELIGRO CONSTANTE. Los cruces ilegales proliferan en las zonas más pobladas de la Avenida de Circunvalación. LA GACETA / FOTOs DE Analía Jaramillo PELIGRO CONSTANTE. Los cruces ilegales proliferan en las zonas más pobladas de la Avenida de Circunvalación. LA GACETA / FOTOs DE Analía Jaramillo

El problema es conocido y es enunciado por todos los actores involucrados: la avenida de Circunvalación -une el Gran Tucumán, Las Talitas y Tafí Viejo- se convirtió en una arteria cualquiera. La urbanización hace que cientos de personas la recorran diariamente; está repleta de cruces ilegales y, por la inseguridad, hay constantemente robos y accidentes. ¿Qué hace falta para solucionar los problemas de transitabilidad que la aquejan?

La respuesta es compleja, pero aún más es la situación de la ruta: además de lo anterior, los vehículos circulan a alta velocidad; la iluminación se vandaliza y hay cruces de personas, animales y carros de tracción a sangre por doquier. Se trata de una vía que cumple hoy un papel crucial en la rápida conexión entre varios municipios; pero también se ha convertido en un lugar peligroso para peatones y en una trampa mortal para vehículos.

“Cuando se ejecutó esta autopista de Circunvalación no existía la población hacia el este; los emplazamientos urbanos se realizaron luego. Hicimos algunas obras para solucionar en parte el déficit que se ha generado, para arreglar los problemas de transitabilidad que hay, porque la autopista no presenta problemas de calzada ni de señalamiento horizontal ni vertical, que se han repuesto hace poco. Sí hay vandalismo sobre las barandas que impiden los cruces ilegales; y persiste la costumbre de volcar residuos sólidos urbanos. Siempre hay que tener en cuenta que existe una urbanización no planificada que ha generado estos inconvenientes”, resumió a LA GACETA, Jorge Guillermo Correa, jefe del Tercer Distrito Tucumán de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV), de la que depende la avenida.

Es común ver en la avenida cómo los vehículos tienen que maniobrar para no chocar; además del flujo hacia ambas direcciones, por las zonas urbanizadas ingresan rodados desde los cruces ilegales. En un conteo que hizo LA GACETA, sólo en los 11 kilómetros más congestionados de la ruta (desde Los Aguirre hasta la intersección con avenida Juan Domingo Perón) hay 45 cruces no permitidos.

Estos “cruces de barrio a barrio”, junto a la iluminación deficiente y a la alta velocidad, son un combo letal. Muestra de ello son los accidentes que se han cobrado vidas en las últimas semanas en esa ruta.

Urbanización no planificada, ¿responsable del caos en la avenida de Circunvalación?

“Y todos obedecen a que hay urbanización no planificada -reflexionó Correa-. Venimos avanzando en dos frentes: uno era la obra de reconstrucción de loza sobre el Acceso Norte, que ya se adjudicó y terminó; la otra será la ejecución del puente sobre el barrio Las Piedritas (la zona más urbana), que esperamos esté finalizado en dos semanas, para enviarlo a que sea aprobado y para licitarlo en Tucumán”.

Proyectos y soluciones

Correa indicó que ese segundo puente (el primero que se hizo está unos kilómetros antes, en la zona del Mercofrut) forma parte de un proyecto mucho más grande y ambicioso para canalizar el tránsito. “Es una obra que incluye pavimentación y la construcción de colectoras a lo largo de toda la autopista de Circunvalación. Eso exige la coordinación con la provincia y con los municipios, a fin de reubicar ciertas construcciones que están ocupando zona de camino. Estamos avanzando en el proyecto para finalizarlo en marzo”, aseguró. Luego, vendrán la aprobación y las licitaciones necesarias. “Esta construcción de colectoras, que serán seis, es necesaria para canalizar el tránsito, que tiene que ver con una demanda local, que obviamente necesitan transitar por colectora”, indicó el funcionario.

Pero ese es sólo uno de los problemas. ¿Qué pasa con la seguridad? Depende de la Policía de la Provincia. ¿Qué pasa con la iluminación? Es aún más difícil la solución. “Antes teníamos los cables bajo tierra, pero después pusieron los postes y se empezaron a robar todo. Mire cómo están, los ladrones han llegado a cortarlos para llevarse los postes enteros”, advirtió una vecina que acababa de cruzar la ruta en la zona de Las Piedritas.

“Cuando la DNV realiza obras de iluminación, se transfiere la obra ejecutada a los municipios, para que ellos se encarguen de eso. O sea que el mantenimiento de la obra ya no lo hace Vialidad”, indicó Correa, pero aclaró que todo lo relativo a caminería sí es competencia directa de su oficina.

Dentro de sus límites, cada municipio realiza obras de mantenimiento (desmalezamiento, limpieza e iluminación). “Todas esas circunvalaciones y todo lo relativo a los límites territoriales son siempre bastante complejos cuando se trata de iluminación, canales, complejos semaforizados... Lo que se necesita es una gestión del área metropolitana junto con la Provincia en todas estas cuestiones. Si no, no quedan claras las responsabilidades y no es fácil de gestionar; un ejemplo es lo que sucedió con la rotonda de avenida Belgrano y Camino del Perú”, expresó Alfredo “Fredy” Toscano, secretario de Obras Públicas de San Miguel de Tucumán. “El área metropolitana tiene la característica de que a los municipios los separan entre sí una calle a veces. Para estos problemas, para mantenimiento, gestión, reformas, tiene que haber una labor del lado de la Provincia -reflexionó-; nosotros hemos hecho varias obras, como el acceso a San Cayetano; no es que andamos con una tiza viendo los límites del municipio”.

Carlos Najar, intendente de Las Talitas, explicó que en su distrito no hay problemas de robo sobre la avenida, porque no hay iluminación. “Nos hacemos cargo de la iluminación, pero sobre ruta 9. Sí hacemos desmalezamiento y limpieza, y tomamos acción directa para evitar los accidentes, pero indirecta en cuanto a la circulación: había un cruce de seis arterias en el derivador en la unión vial de la ruta 305 y la Circunvalación; para evitar la demora en el semáforo, se instalaron dos rotondas en puntos críticos y eso agilizo el tránsito y disminuyeron cerca de un 90% los cruces informales, aunque todavía existen, algunos, por plena desidia”.

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