Más de nueve millones de personas decidieron que no era importante votar para elegir presidente en Argentina, lo que derivó que sean las elecciones con mayor ausentismo desde el regreso de la democracia.
La cantidad de votantes creció desde los comicios del 13 de agosto hasta el 74% del padrón, según los datos provistos por la Cámara Nacional Electoral. Fueron casi cuatro puntos más que en las PASO de agosto, cuando votó el 70,4% del padrón electoral en todo el país. Pero estuvieron por debajo del 76,2%, que fue la cifra más baja en una elección presidencial, en el año 2007. Incluso en 2021, en medio de la pandemia, hubo parlamentarias y votó el 71,7%.
En 2003, cuando ganó Néstor Kirchner, tuvieron una participación electoral del 78,2%
En 2012, con la sanción de la Ley 26.774, que permitió a los jóvenes de 16 y 17 años ejercer su derecho a votar en las elecciones, de manera opcional el porcentaje de votación pasó del 79,4% al 81,1%: se sumaron tres millones de nuevos votantes en 2015, ante el ingreso de esos jóvenes en las presidenciales que dieron vencedor a Mauricio Macri.
Así y todo, la participación electoral en estos comicios generales creció casi cuatro puntos desde las Primarias de agosto, un número ligeramente inferior a los 5-6 puntos más que se esperaban. En las PASO había votado el 70,4%. Hubo 10.469.430 electores que no fueron a votar, en tanto hoy no lo hicieron 9.205.303. La diferencia en la concurrencia fue de 1.264.127 votos.
En los últimos 20 años la participación electoral tuvo un piso de 76,2% en las elecciones de 2007, cuando solo votaron 20.679.327 de electores; y un pico de 81,3% en 2019, con 27.525.103 votantes, cuando ganó en primera vuelta Alberto Fernández.