Cartas de lectores I: campeones del viejismo

04 Noviembre 2023

En la década del 70, el psiquiatra Robert Butler difundió el concepto de “viejismo” para referirse a los prejuicios, discriminaciones, “ninguneos” sociales, exclusiones y faltas de respeto varias que sufren las personas adultas mayores. En Argentina desde hace años estas prácticas sociales y políticas institucionales se van incrementando. ¿Quién no ha escuchado que este sector de la sociedad es el preferido de los delincuentes para hacer “entraderas” en las casas, asaltarlos en las calles o ser víctimas de estafas telefónicas? ¿Cuántos mayores han recibido en bancos billetes falsos, o los han adherido a servicios médicos o seguros, sin que manifiesten su voluntad en ese sentido? ¿Quiénes definen que su salud debe vivir bajo el albur de que les asignen un turno por PAMI u otra obra social, que puede variar de un mes a cinco meses? ¿Por qué les cortan los teléfonos fijos de sus domicilios o no les envían más las boletas de papel para pagar servicios? ¿Cuánto deben esperar para que les resuelvan un simple cálculo matemático referido a su jubilación o les paguen juicios ganados hace más de una década? ¿Qué sucede con aquellos que no tienen familiares o amigos que les permitan entender los cambios tecnológicos en las páginas de empresas de servicios públicos o nuevos requisitos de seguridad bancarios, como “el nuevo token” o códigos alfanuméricos que deben renovar periódicamente? Toda comunicación es mediada por una máquina, aplicaciones telefónicas o las redes sociales, cuando no todos los mayores están habituados a ellas. Además de que una gran proporción de ellos, cobran una jubilación de miseria, no son considerados en los empleos, cuando están en la búsqueda de complementar ingresos. Les dicen que buscan personas más jóvenes, nativos digitales, que tengan conocimientos de informática y programación, etc. No interesan condiciones como responsabilidad, experiencia profesional, sociabilidad, estabilidad emocional o empatía con las problemáticas familiares y sociales. Está claro que ni siquiera son parte de la agenda política, siendo una minoría social cuyo voto es optativo, pero al menos debería considerarse que muchos tienen hijos, nietos, sobrinos, vecinos, que conocen su realidad y estarán atentos a las propuestas de los candidatos para que los argentinos dejemos de ser los “campeones del viejismo”, un título que no puede ser exhibido en las vitrinas del “orgullo argentino”.

Miguel Ángel Reguera

miguelreguera@yahoo.com.ar

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