Consuelo de tontos*

Por Jorge Lanata.

Consuelo de tontos*
05 Noviembre 2023

La historiografía (la Academia, bah) se ha resistido durante décadas a mencionar, siquiera, la palabra “corrupción”. La palabra, parece, es demasiado asertiva para quienes enarbolan una supuesta objetividad. Escribió Stephan Ruderer, profesor asistente en el Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Chile: “Debido a la dificultad para definir el término ‘corrupción’ y la carga moral que contiene, los historiadores se han mostrado reacios, durante mucho tiempo, de utilizarlo como categoría analítica. Una definición mínima, que hoy también es aceptada por la mayoría de los investigadores, se refiere al ‘abuso de un puesto público para el beneficio privado’ (Johnston 1996: 321 – 335). Fue la definición de John Scott la que abrió el campo de la corrupción a la investigación historiográfica. Scott destaca tres aspectos de la corrupción: abuso de un puesto público, discusión pública y existencia de reglas y normas establecidas, que se quiebran para beneficio propio (Scott 1972: 36 – 55). En este marco, el debate público adquiere un papel fundamental al definir la corrupción como un ‘delito de percepción’; esta solo se vuelve tangible en la ‘comunicación sobre la corrupción’ (von Alemann 2005: 14). Esto implica que el significado del término corrupción es algo cambiante, que depende del estado actual de las normas y reglas que rigen una sociedad”.

Si las respuestas son cambiantes, habrá que recurrir a la filosofía, esto es, a las preguntas permanentes. ¿La corrupción forma parte de la personalidad de una Argentina oxidada?

Empecemos por ethos: la palabra proviene del griego y significó, primitivamente, estancia, lugar donde se habita. En la tradición aristotélica llega a significar modo de ser y carácter, pero en el sentido pasivo de temperamento como estructura psicológica, sino en un modo de ser (activo, no estático) que se va adquiriendo e incorporando a la propia existencia. El segundo significado de la palabra ethos es hábito, costumbre. Así, el término fue empleado en el mundo helénico con dos significados: a) con eta (e larga), ethos tiene relación con el concepto de carácter; y b) con épsilon (e breve), ethos denota el concepto de costumbre. Sin embargo, en el paso del griego al latín se debilitó uno de sus significados, ya que en latín solo existe una palabra para expresar los dos significados de ethos: este término es mos (en plural, mores, de donde viene la palabra moral) y significa costumbre.

*Fragmento de Óxido (Sudamericana).

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