Darío Sand no pierde las esperanzas de compartir cancha con su hermano en San Martín de Tucumán

El arquero realizó un balance de la temporada, aseguró que el año que viene deben subir la apuesta, y se refirió a la chance de jugar con su hermano.

EN FAMILIA. Darío disfruta de su licencia y comparte junto a sus sobrinos y a su hermano José, el ex goleador de Lanús. Pepe tuvo su despedida del granate y el arquero ansía poder jugar con él. Va con la idiosincrasia de San Martín, dijo. FOTO GENTILEZA DE DARÍO SAND. EN FAMILIA. Darío disfruta de su licencia y comparte junto a sus sobrinos y a su hermano José, el ex goleador de Lanús. "Pepe" tuvo su despedida del "granate" y el arquero ansía poder jugar con él. "Va con la idiosincrasia de San Martín", dijo. FOTO GENTILEZA DE DARÍO SAND.

Pasaron casi 20 días de la eliminación contra Deportivo Riestra en el Reducido de la Primera Nacional, pero el dolor por ese golpe aún le perdura. El simple hecho de haberse quedado otra vez al margen de la lucha por el ascenso es lo que más se lamentan en San Martín de Tucumán, y así lo dejó en claro Darío Sand.

“Es difícil hacer un balance futbolístico del último partido porque se cortó mucho. En lo poco que se jugó, tuvimos una situación y no la pudimos convertir. A nivel personal tenía la ilusión de ascender, pero fue un año duro. Quizás no llegamos todos como debíamos”, advirtió Sand. “Si me quedo, va a ser para redoblar la apuesta y para mejorar. No tiene sentido estar por estar”, dejó en claro el arquero cuyo contrato con el “santo” es hasta diciembre de 2024.

El correntino llegó en 2021, pero casi es un referente. Durante su proceso, sufrió cambios de técnicos, de compañeros y hasta una lesión que lo marginó de las canchas por mucho tiempo. Luego de estar ocho meses sin jugar por una rotura de ligamentos cruzados en 2022, se recuperó, volvió a un buen nivel y hasta mantuvo varias fechas la valla invicta durante este torneo. “Individualmente para mí fue muy bueno el torneo. Al comenzar el año tenía la incertidumbre de saber si podía volver a ser titular. Lo logré, y pude competir como quería”, agregó.

NO PIERDE RITMO. Sand superó la última práctica en el Complejo y volverá a ponerse los guantes dentro de casi un mes. FOTO CASMOFICIAL. NO PIERDE RITMO. Sand superó la última práctica en el Complejo y volverá a ponerse los guantes dentro de casi un mes. FOTO CASMOFICIAL.

Las consecuencias de la derrota

La tempranera eliminación sacudió la estructura de La Ciudadela. No habían pasado ni un par de días del golpe que le propinó el “blanquinegro”, que las primeras esquirlas comenzaron a saltar a la luz.

Se fueron el entrenador Pablo Frontini; el manager, Alexis Ferrero y varios de los futbolistas que formaron parte del plantel de la última temporada (Enzo Martínez, Agustín Colazo, Gervasio Núñez, Nicolás Bazzana, Matías Quiroga, Brian Andrada, Leandro Ciccolini y Franco Meritello, rescindieron sus contratos y dejaron la provincia). 

“Siempre es duro cuando se va alguien que trabajó e intentó siempre dar lo mejor para el equipo. Pero el fútbol es así. Los que estamos en este ambiente sabemos que las despedidas son constantes; no se puede hacer nada”, explicó Sand. “Estos momentos son siempre así. Hablo con los chicos que se quedaron, y todos entendemos que debemos estar tranquilos”, sentenció luego de romper el silencio tras algunas semanas en las que había preferido hacer el duelo puertas adentro.

Que el San Martín 2023 no haya podido dar el piné casi en ningún momento y que hasta haya desaprovechado una chance inmejorable de superar a Riestra gracias a la ventaja deportiva, es algo que todavía le hace ruido en su interior. Para colmo, él como nadie sufrió el reproche de los hinchas, quienes enojados con el equipo, descargaron su furia tras la eliminación. “Hay que saber y entender que estamos en un club grande, inmenso. Es nuestra obligación hacernos cargo de que acá tenemos que ganar siempre. El que juega en este club debe aprender a convivir con esa presión”, dijo tratando de bajarle los decibeles a una derrota que le dolió mucho. “Con el ‘diario del lunes’ todos tenemos soluciones. Pero en la cancha no las encontramos. Como equipo nos costó muchísimo este año; no pudimos contagiar e ilusionar a nuestra gente y eso fue realmente muy duro”, sentenció.

Sand fue uno de los jugadores que siguió entrenándose bajo las órdenes de Ariel Martos y de Sergio Saavedra tras la eliminación. “Son momentos difíciles, pero debemos poner el pecho y seguir. Los ‘profes’ nos hacen trabajar y ponen lo mejor de ellos. En cualquier situación uno puede intentar llevar a que todos tengan el mismo compromiso, pero es uno quién se pone las exigencias del día a día”, analizó.

¿Llevará sus goles a La Ciudadela?

Debido que su hermano José disputaba su último partido con la camiseta de Lanús, Sand pidió licencia para poder estar presente en cancha de Lanús, el sábado por la noche. Darío no quería perderse tamaño momento y fue a compartir junto al goleador. “Fue muy lindo. Él se merecía ese reconocimiento porque siempre fue un luchador; un jugador al que le costó mucho sacrificio todo lo que consiguió”, dijo el arquero, quien no pierde las esperanzas de hacer realidad el sueño de compartir equipo con “Pepe”. “Y... Parece que va a quedar pendiente; pero bueno, no hay que perder las esperanzas. Él se hubiera llevado muy bien con la idiosincrasia de San Martín, porque tiene mucha pasión y garra. No sabe que hará todavía, tiene que estar convencido para tomar una decisión. No depende de lo que yo quiera”, remató sobre a la posibilidad de ver al artillero con los colores “santos” en la próxima temporada.

Hoy, en Buenos Aires y a la espera de una nueva temporada, Darío disfruta de los suyos. “En estos días trato de salir un poco de la rutina diaria. Hace mucho que no veía a mis sobrinos y estoy disfrutando. La última vez que me encontré con “Pepe” fue cuando jugamos en cancha de Deportivo Morón”, concluyó el “1”, quien rompió el silencio justo en la semana en la que en San Martín comienzan a definirse varias cuestiones.

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