El voto libertario saltó las estructuras y subió en el norte

La fórmula Milei - Villarruel sumó más de un millón de boletas entre las generales y el balotaje.

El voto libertario saltó las estructuras y subió en el norte

¿El norte argentino se volvió libertario? Es una hipótesis difícil de poder responder a ciencia cierta, a poco más de 48 horas de transcurrido el balotaje que catapultó a Javier Milei a la presidencia del país. Sin embargo, los datos provisorios del escrutinio si demuestran que el norte ha jugado un rol clave en el triunfo de la fórmula presidencial de La Libertad Avanza (LLA) y que más allá del miedo infundado por los gobernadores de la región en las últimas semanas, el hastío social terminó marcando el rumbo de las urnas.

Si se comparan los votos obtenidos por Unión por la Patria (UxP) y LLA en el Norte Grande - conformado por Jujuy, Salta, Tucumán, Formosa, Santiago del Estero, Chaco, Corrientes, Misiones, La Rioja y Catamarca- del país entre la elección general y el balotaje, el crecimiento electoral de la alianza libertaria resulta notable.

Teniendo en cuenta que el oficialismo nacional cosechó un total de 2.853.266 votos en las 10 jurisdicciones norteñas se infiere que en relación al comicio general el crecimiento de boletas fue de 315.158. En octubre, UxP había conseguido sumar 764.557 boletas, en relación a las PASO. Además, los votos obtenidos por la fórmula Massa - Rossi en el norte representan el 24,7% de los votos totales a nivel nacional.

A diferencia de lo registrado por la coalición oficialista, la fórmula de Javier Milei y Victoria Villarruel consiguió un crecimiento mucho mayor en la región porque de las generales al balotaje logró sumar 1.042.367 de votos. Y de esta manera, las 2.986.597 boletas totales recolectadas en el Norte Grande representan el 20,6% de los votos totales (14.476.462) en el país. Uno de los aspectos más sorpresivos de esta conquista electoral es que de las primarias de agosto a los comicios generales, el espacio solo había conseguido sumar 68.008 votos más en toda la región, pasando de 1.876.222 a 1.944.230

¿Cómo se explica?

Para el Data Scientist y Politólogo, Franco Galeano, una primera explicación a este fenómeno puede darse a partir del corrimiento, casi total, de los votos de Juntos por el Cambio (JxC) a la candidatura de Milei. Pero, para el profesional también puede realizarse una lectura más sociológica sobre una región que históricamente le ha otorgado triunfos al peronismo. “En el balotaje de 2015, Jujuy y Catamarca fueron las únicas provincias esquivas a Daniel Scioli, y lo que vemos ahora es que hay exvotantes peronistas que han virado hacia Milei. Y aquí se abre un interrogante sobre el rol de los gobernadores en la política territorial, dado que ya no tenían disputas por diputados y lo único que estaba en juego era la presidencia”.

Más allá del rol que hayan cumplido los gobernadores peronistas, Galeano consideró que a pesar del resultado electoral y el contexto de ajuste, los mandatarios locales “quedan bien parados”. “La experiencia en Argentina muestra que al ajuste lo hace Nación y termina sirviendo de escudo de choque entre los municipios y las provincias”, afirmó. Y sostuvo que aquí es clave tener en cuenta que el nuevo gobierno no cuenta con un mayorías parlamentarias y eso inevitablemente le hará tender puentes con los gobernadores, sin importar el signo partidario ni lo ocurrido el pasado 19 de noviembre.

Nuevos tiempos

Para entender el éxito de la fuerza liberal en esta zona del país, Galeano explica que el presidente electo logró interpelar, por igual, a los ciudadanos de clases bajas como altas para lograr así un voto transversal, lo cual lo diferencia de su nuevo socio político, Mauricio Macri, porque cuando le tocó ocupar el máximo cargo del Poder Ejecutivo no logró esa transversalidad del electoral.

Más allá de que el mapa electoral del país, pero sobre todo el del norte argentino se haya reconfigurado de una manera sorpresiva, para Galeano todavía no se puede sentenciar que la región se haya vuelto libertaria. “Yo creo que estábamos ante una elección de cambio o continuidad, donde si bien tenemos un votante que ha hecho un voto de sinceridad, yo creo que ha primado el hartazgo. Si analizamos los sentimientos, entiendo que en las PASO primó el enojo, en las generales el miedo y en el balotaje se impuso el hartazgo sobre la continuidad del gobierno o no”, reflexionó.

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