40 años de democracia: reflexiones sobre la Argentina, parte III

40 años de democracia: reflexiones sobre la Argentina, parte III
10 Diciembre 2023

Diario de una noche en Washington*

Por Tomás Eloy Martínez

Alguien insinuó que tal vez la Argentina era gobernada por una sociedad de cómplices, poblada por funcionarios con algún vicio que ocultar y por testigos de esos vicios que medran callándose o confían en corregir daños cuando estén arriba. Eso es verdad, dije, pero también es cierto que durante casi toda la democracia el país ha tenido que elegir entre un candidato malo y otro peor. En calidad intelectual, en honestidad y en vocación de servicio, los dirigentes argentinos están muy por debajo del promedio de la comunidad.

Nadie vislumbró salida alguna por ahora, a menos que, como ya se ha dicho tantas veces, se modifiquen leyes, pactos constitucionales espurios, listas sábana y, sobre todo, que se modifique la entraña de la clase política, sustituyendo la vocación de rapiña por una genuina vocación de servicio.

*Artículo publicado en 2003.

Nuevos liderazgos*

Por Ricardo Lagos

Los nuevos liderazgos tienen que saber adaptarse. Nosotros somos un poco analfabetos en el terreno digital. Nuestros nietos nos muestran las limitaciones que tenemos para comunicarnos entre generaciones. Es la primera vez en la historia que las generaciones tienen maneras distintas para comunicarse. Aprendamos rápido. Los más jóvenes deben aprender a escuchar. A valorar la separación de poderes. La demagogia está al alcance de la mano en estos tiempos. Los populismos están a la vuelta de la esquina. Lo más elemental de todo sigue siendo que mi verdad termina donde comienza la del otro. Tenemos ahora que aprender que somos capaces cada vez de tener un mundo que interactúa. Lo absurdo es que ese mundo está cada vez más globalizado y no logramos mantener las reglas de ese mundo. Así como la segunda mitad del siglo XX alumbró el mundo del Atlántico, en la primera mitad de este siglo viviremos en el mundo del Pacífico. Debemos preguntarnos qué nuevas formas de comunicarnos entre nosotros tendremos, cuáles serán las nuevas instituciones políticas y los nuevos liderazgos para este cambio epocal.

*Artículo publicado en 2022.

Nuevos partidos y viejas ideas*

Por Felipe González

Los nuevos partidos no incorporan cosas demasiado nuevas. Traen, por el contrario, el germen del autoritarismo. Lo que está en crisis es el estado-nación. Que esté en crisis, no quiere decir que vaya a desaparecer. Porque no hay alternativa al estado-nación.

Lo que vemos es que los partidos políticos discuten localmente problemas globales. Hay un repliegue hacia lo pequeño o una tendencia al aislamiento. Estos plantean muchos de los nuevos partidos. Pero lo cierto es que éstos tienen más vicios que los viejos...

¿Llegaremos a un sistema plebiscitario permanente que se apoye en emociones cambiantes? La democracia no garantiza el buen gobierno. Solo la posibilidad de remover a quien no nos guste.

La corrupción es la semilla de destrucción del populismo porque le quita la épica.

*Artículo publicado en 2017

La crisis de valores*

Por Nelson Castro

En un momento de grandes cambios para el mundo, el presidente John F. Kennedy lanzó un desafío clave a sus compatriotas. “Norteamericanos, no piensen tanto en lo que yo pueda hacer por el país sino lo que ustedes puedan hacer”. Hoy, en este momento de devastación y con la crisis de representatividad brutal que tiene la Argentina, este concepto es de crucial importancia. Deberíamos, pues, decirnos a nosotros mismos: Argentinos, no nos preguntemos cuánto podrán hacer nuestros dirigentes sino qué es lo que haremos nosotros para sacar a nuestro país de esta postración que está dejando a unos sin sueños y a otros sin vida.

*Artículo publicado en 2002.

La trascendencia del federalismo

Por Alberto Benegas Lynch

A nivel internacional el fraccionamiento del planeta en naciones permite la descentralización de poder y a su turno cada nación libre lo fracciona en provincias o estados locales a su vez divididos en municipalidades. No es para tomarse las fronteras en serio al bloquear o dificultar el comercio y los movimientos migratorios, es solo para lo que consignamos. A pesar de los graves avatares por los que atraviesa nuestro mundo, si se concentrara el poder en un gobierno universal tal como sugieren algunos autoritarios, la situación sería mucho más peligrosa de la que es.

*Artículo publicado en 2022.

El resurgimiento será una obra política o no será*

Por Joaquín Morales Solá

En Madrid, en diciembre de 2002, un español describió la “teoría de la boya” para referirse a la Argentina. Esa tesis consiste en señalar que la sociedad argentina tiene tanta capacidad para hacer flotar la boya como para hundirla hasta el fondo del mar no bien comienza a mecerse sobre el agua. La boya es, desde ya, el país de los argentinos.

En un coloquio que duró 48 horas, y que unió en coincidencias y disidencias a españoles y argentino en el Palacio de Linares, en el otoño madrileño, traté de refutar la “teoría de la boya” mirando al futuro, porque en rigor, no tenía argumentos para descalificarla como un diagnóstico del pasado. Mi razonamiento fue que nunca antes la boya había caído a niveles tan profundos como en el año 2002 y que, por lo tanto, la sociedad argentina se cuidaría de no volver a hundirla.

*Artículo publicado en 2002.

El país de las crisis*

Por Juan José Sebreli

La crisis del sistema corporativo provocada por la derrota bélica de las Fuerzas Armadas condujo en 1983 a un nuevo intento de establecer un sistema político de partidos; a esto ayudó la derrota del peronismo en elecciones libres, obligándolo, por primera vez en su historia, a abandonar el movimientismo mesiánico y a organizarse como un partido político normal. Aunque con desprolijidades y con lastres del pasado, los dos partidos mayoritarios se sometieron a las reglas del juego democrático y se reconocieron recíprocamente como interlocutores válidos. En el período 1983-2001, hoy satanizado, se lograron, sin embargo, importantes avances; entre estos: la subordinación de las Fuerzas Armadas al poder civil y la plena vigencia de las libertades y los derechos de los ciudadanos, desconocidos durante más de medio siglo.

*Artículo publicado en 2003.

Esas dolorosas obviedades*

Por María Eugenia Valentié

Desde la instalación del primer gobierno patrio comenzaron las dificultades y las disputas. Los desacuerdos entre Moreno y Saavedra, entre liberales y populistas, entre los porteños y las provincias; entre los que ansiaban imitar Europa y los que pensaban, ante una realidad distinta, en la necesidad de inventar la Nación Argentina…La responsabilidad de lo que nos pasa nos concierne a todos, aunque, naturalmente, en diversos grados. La culpa no es la misma en el caso del gobernante que se enriquece ilícitamente, que en el del desocupado que vende su voto por un bolsón de comida y veinte pesos. En consecuencia, uno de nuestros deberes es la autocrítica.

*Artículo publicado en 2001.

La anomia ubicua*

Por Pedro Luis Barcia

La anomia (a, sin; nomos, ley o norma) es el estado de desorganización social por consecuencia de la ausencia o del incumplimiento de las normas que organizan la vida comunitaria. Esta es una patología social grave y constituye el mayor cáncer que afecta a la sociedad argentina.

Esta anormalidad se ha naturalizado y ha extendido sus metástasis a todos los campos de nuestra vida cotidiana: política, económica, social, legal, jurídica, educativa, ciudadana. Ello la hace de difícil erradicación.

Sus raíces son seculares y este mal ha sido ineficazmente denunciado a lo largo de nuestra historia. Su base es de raíz inmoral. Ni la denuncia ni la penalización ni los «castigos ejemplares» han sido efectivas con ella.

Se violan los códigos edilicios en las construcciones, se adulteran los alimentos y los medicamentos, se falsifican títulos profesionales, no se cumplen los horarios de trabajo, se ensucian los espacios públicos, se falsifican certificados médicos para justificar inasistencias al trabajo, se tramitan sobornos por las gestiones en todos los campos. La coima es una gestión a la que nos hemos acostumbrado y casi institucionalizado.

*Artículo publicado en 2023.

Asignaturas pendientes entre dos Bicentenarios*

Por Rosendo Fraga

Al conmemorarse el Bicentenario de la Revolución de Mayo había tres grandes asignaturas pendientes para la democracia argentina: la desigualdad social, las prácticas electorales no transparentes y la falta de un sistema de partidos sólido.

Seis años después, se conmemora el Bicentenario de la Independencia declarada en Tucumán el 9 de julio de 1816.

Puede ser interesante revisar, cuánto se ha avanzado o no, en resolver o por lo menos encauzar estas tres asignaturas pendientes.

Comenzando por la primera, la respuesta es la más concreta: nada.

Más allá de la pobreza y el desempleo, la Argentina en los últimos seis años no ha logrado avances en materia de desigualdad.

*Artículo publicado en 2016.

Un país normal*

Por Jorge Fernández Díaz

“Necesitamos un país normal, con una democracia en verdad representativa, con división de poderes de verdad, con acuerdos entre partidos políticos que se alternen, porque el que asume siempre destruye lo que hizo el anterior. Eso es difícil de hacer con el kirchnerismo, porque quiere un solo partido, una autocracia. Creo que hay un montón de gente que quiere un país normal, un país moderno con sociedades democráticas plenas. Desde hace mucho existen dos almas en Argentina. Una que cree en el Estado más que en el mercado y otra más cosmopolita, que quiera exportar, integrarse al mundo. Hay que ponerse de acuerdo porque no puede ser que una Argentina prevalezca sobre la otra. Me encantaría que todos fuésemos cosmopolitas, pero entiendo que hay gente que no cree en eso. Ahora, cuando hay una facción que encarna a un alma y no reconoce a la otra sino que la trata de antipatria y la quiere someter… es el proyecto que está en marcha en el poder actualmente”.

*Entrevista publicada en 2021.

Mirar al futuro*

Por Andrés Oppenheimer

“Hay que mirar más hacia adelante y menos hacia atrás. Una de las cosas que me impresionan sobre los países asiáticos es que tienen culturas milenarias pero uno en sus librerías encuentra muy pocos libros sobre el pasado y muchísimos sobre el futuro. En las librerías de Buenos Aires, por el contrario, abundan los ensayos y las novelas históricas pero hay muy pocos sobre el futuro. Se puede aprender del pasado pero es riesgoso quedar atrapado por una mirada que descarta una visión periférica, que abarque lo que hacen los países que más avanzan y reducen más la pobreza. Eso nos resta espacio mental para mirar al futuro, que es en lo que deberíamos estar concentrados. Argentina es un país con una impresionante reserva de talento amordazado por un ecosistema que no le permite crear. Un país con un talento reprimido por leyes de quiebra que imposibilitan emprender durante muchos años, por una visión anticuada sobre los conceptos de éxito y fracaso, por la falta de una cultura de innovación. Muchos chicos argentinos pueden mencionar la lista completa de la selección argentina de fútbol pero muy pocos pueden nombrar a un científico de su país”.

*Entrevista publicada en 2015.

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