La polémica por la cobertura de vacantes marcó al Poder Judicial en 2023

En 2024 se pretende avanzar en la digitalización y el trabajo letrado en Juzgados de Paz.

LA GACETA/FOTO DE DIEGO ARÁOZ LA GACETA/FOTO DE DIEGO ARÁOZ

El Poder Judicial transitó 2023 entre escenarios complejos, como la falta de jueces derivada de la poca importancia que pareció haberle dado a la situación el Poder Ejecutivo, y proyectos de desarrollo para el futuro. Ejemplos son el masterplan que se está desarrollando para transformar por completo a la Justicia de Paz lega en letrada y las modificaciones de los Códigos que permitan un mayor acercamiento al ciudadano, además del avance y fortalecimiento de los expedientes digitales.

Lo de las vacantes fue un bochorno que terminó explotando delante del entonces gobernador Juan Manzur cuando desde el Colegio de Abogados advirtieron que la falta de designaciones repercutía institucionalmente y derivaba en una crisis que afectaba a todos los operadores de la Justicia. En ese momento Manzur tenía a disposición 50 ternas, elevadas por el Consejo Asesor de la Magistratura para cubrir un número similar de vacantes, que representaba el 50% de la totalidad que había en el Poder Judicial. Pero el gobernador, al que la ley no le impone plazos para seleccionar candidatos, no hizo uso de sus facultades y terminó su mandato sin haber enviado en un año ni un nombre al Poder Legislativo.

Haciendo todo lo contrario, a Osvaldo Jaldo solo le tomó cuatro días ocuparse del tema luego de su asunción y junto al ministro de Gobierno Regino Amado y al secretario de Justicia y Derechos Humanos Mario Racedo elevaron 30 pliegos de postulantes a jueces a la Legislatura. La gestión permitió la jura de 30 nuevos magistrados en fueros claves como son Penal, Familia y Contencioso Administrativo.

“El compromiso está en seguir designando jueces para acercar la justicia a la gente, sobre todo en estos fueros tan sensibles, donde tanta falta hacían, para llevar justicia a quienes demandan estos servicios del Poder Judicial”, destacó el ministro Amado.

A pesar de que la situación llevó preocupación en el seno del Poder Judicial, el presidente de la Corte, Daniel Leiva, afirmó que nunca estuvo comprometido el trabajo, gracias a lo que hicieron los jueces que subrogaban. “Hay que destacar el trabajo de los jueces de los fueros que estaban con algún inconveniente generadas por las vacantes, especialmente el fuero de Familia del Centro Judicial Capital, donde de seis jueces de Familia nos quedamos con dos. Hay que destacar el auxilio brindado por el resto de los magistrados que estaban afectados a juzgados de Sucesiones o del Centro Judicial del Este, quienes fueron a subrogar y permitieron que el servicio se continuara prestando”, le dijo a LA GACETA.

Para 2024 uno de los desafíos es completar el plantel de jueces cubriendo todas las vacantes existentes. El CAM, que será nuevamente presidido por el vocal de la Corte Daniel Posse, deberá seguir llamando a concurso y tomando los exámenes para entregar al Ejecutivo las ternas correspondientes.

El otro punto clave sobre el cual la Justicia avanzará será el de los Juzgados de Paz, que se irán convirtiendo en letrados para dejar atrás a los legos. Actualmente ya son 14 los juzgados de Paz letrados: Yerba Buena, El Mollar, Famaillá, La Madrid, Santa Rosa de Leales, Trancas, Quilmes, Delfín Gallo, Colombres, La Cocha, El Timbó, Aguilares, Acheral y Bella Vista.

“La Justicia de Paz es el primer lugar al cual acuden las personas para resolver sus problemas. Se trata de llevar el servicio de Justicia allí donde no se cuenta con centros judiciales, y en ese sentido, la Justicia de Paz se constituye en un área de vital importancia para el Poder Judicial”, sostuvo la vocal de la Corte Eleonora Rodríguez Campos.

Durante 2023 se dispuso la implementación del Sistema de Administración de Expedientes (SAE) en la totalidad de los Juzgados de Paz. A partir de las nuevas competencias que asumirán los titulares a cargo, se brindará asistencia en materias tales como protección de personas y alimentos provisorios, sin la necesidad de trasladarse a un centro judicial.

La digitalización es otro de los aspectos en el cual la Corte pretende solidificar lo que ya se hizo. Según Leiva, el diseño e implementación de un software judicial nativo implicó un salto cualitativo de la institución en materia de gestión digital de expedientes, por cuanto dejó de depender de programas informáticos provistos por prestadores privados.

“La programación del SAE (siglas de Sistema de Administración de Expedientes) fue el inicio de la transformación digital tucumana. Se instaló por primera vez en octubre del 2015 en el fuero Penal del Centro Judicial de Monteros, y hoy en día alcanza a las unidades de todos los Centros Judiciales”, dijo Leiva. Para 2024 se proyecta avanzar en la programación del SAE web con código abierto con otros Poderes Judiciales, por lo que se celebraron convenios con Cortes provinciales. Algunas de ellas (San Juan y Salta) usan sistemas de la Plataforma Alberdi y otras se encuentran en proceso de capacitación y/o implementación (Santa Fe  y Santiago).

El objetivo es mejorar de manera colaborativa con otros Poderes Judiciales las prestaciones de los sistemas informáticos de la Plataforma Alberdi, a los fines de llegar a contar con una herramienta informática judicial de “fuentes abiertas” (open source) comunitarias, que permitirá a otros Poderes Judiciales acceder de manera segura y gratuita, sumado a la participación colaborativa que cada uno aporte. Además se pretende automatizar ciertos pasos en los procesos judiciales de Tucumán, para optimizar los recursos y acortar los tiempos en la respuesta a la tutela de los derechos.

Con la modificación de los Códigos y la creación de nuevas oficinas de Gestión Judicial, en la Corte afirman que el camino para llegar al ciudadano está trazado. Sócrates destacaba que el juez debe cumplir cuatro consignas: escuchar cortésmente, responder sabiamente, ponderar prudentemente y decidir imparcialmente. ¿Nos acercaremos aún más en 2024 a esta sentencia?

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