07 Enero 2024
Fotos LA GACETA/ Inés Quinteros Orio
Todo está por verse tras el duelo de ida entre el “paulistanos” y el “gaucho”. En líneas generales, las sensaciones en ambos bandos no difieren: el hecho de no haberse sacado diferencias en el marcador abre un abanico de posibilidades de cara a la vuelta.
El primer tiempo fue para la visita. Walter Concha planteó un estilo pragmático que le salió casi a la perfección. El entrenador diagramó un 4-4-2 con tres líneas bien juntas con el objetivo de recuperar el balón y salir rápidamente de contra para dañar al rival. Lo logró, en parte, porque tuvo las primeras ocasiones claras del partido: un disparo de Víctor Castaño que se fue apenas desviado y un rebote que no entró de casualidad tras un córner.
En tan sólo 15 minutos de partido, la impaciencia empezaba a sentirse en las tribunas. San Pablo no lograba acomodarse y por el momento se veía hasta asfixiado por su rival.
Gabriel Silva se encargó de cortar el ataque, pero le salió caro: se llevó un golpe en el rostro que lo obligó a retirarse en ambulancia del estadio FOTO Inés Quinteros Orio
El “paulistano” tuvo su primera ocasión a partir de la principal arma ofensiva del equipo: la pelota parada. Tras un tiro de esquina ejecutado por Ismael Laganara, el defensor Luciano Malto saltó a cabecear y la pelota se fue por encima del travesaño.
El duelo avanzaba pero la tónica era la misma: San Pablo intentaba gestar juego pero le costaba demasiado. El mediocampo conformado por López, Bustos, Nickler y Paz nunca pudo asentarse del todo en un partido que se tornaba cada vez más friccionado.
El estado del campo de juego no era el ideal y eso dificultaba aún más la creación de juego asociado en el local.
Por su parte, Bella Vista seguía en lo suyo. Mientras que el delantero Abel Olmos bajaba todo lo que le tiraban, Jesús Ruiz y Nicolás Herrera intentaban dañar por afuera. Así casi llega el primero: Herrera desbordó, Olmos tiró el centro y Ruiz llegó para definir por el segundo palo, aunque se topó con una buena respuesta de Maximiliano Flores.
Siempre que hay acción deportiva en Tucumán, aparece una constante en verano: las altas temperaturas. Por eso, promediando el primer tiempo, el árbitro Agustín Marto detuvo el juego para que los jugadores pudieran hidratarse.
Dante Pérez, DT del local, aprovechó inmediatamente para arengar a sus jugadores que todavía no terminaban de encontrarse en el partido.
Antes de llegar al entretiempo, los visitantes gozaron de algunas llegadas más al arco “paulistano” pero no lograron concretar con claridad. Si bien el conjunto “gaucho” no veía con malos ojos el empate, se fue al vestuario con la sensación de que podría haber roto con la paridad en el marcador.
Conociendo las propias limitaciones que tuvo a lo largo del partido, San Pablo salió decidido a cambiar la cara luego del descanso. Con más empuje que fútbol, a partir del segundo tiempo logró emparejar el desarrollo del juego a su favor. Bella Vista ya no era el mismo equipo que había sido en la primera mitad. Redujo la intensidad que lo había caracterizado y bajó el ritmo del partido. Además, empezó a recurrir a cortar el juego con faltas, algo que San Pablo trató de traducir en centros siempre que tuvo la oportunidad.
A los 8’ del complemento, Ignacio López filtró un pase entre líneas para Maximiliano Paz, que estuvo a punto definir mano a mano. Gabriel Silva se encargó de cortar el ataque, pero le salió caro: se llevó un golpe en el rostro que lo obligó a retirarse en ambulancia del estadio. “No era nada grave, fue por precaución”, le confió el cuerpo arbitral a LA GACETA.
A partir de ahí, el partido terminó de desdibujarse. Los visitantes se conformaron con el empate tornando lenta cada jugada. San Pablo, por su parte, estuvo falto de creatividad ofensiva, recurriendo a la pelota parada como único recurso.
Así, todo se definirá en el partido de vuelta: el miércoles, a partir de las 17 en Bella Vista. Allí si deberá haber un ganador, que se quedará con el boleto a “semis”.
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