El mito fundacional del país habla de que el 25 de mayo de 1810 llovía en Buenos Aires, y frente al cabildo se juntó el pueblo para pedirle definiciones al poder de entonces. En la noche del miércoles, la comunidad artística de Tucumán, sin distinción de banderías, se congregó bajo el agua en la plaza Independencia para reclamar el rechazo de las normas relacionadas con la cultura que están en tratamiento del Congreso nacional. La nutrida movilización (la marcha alrededor del paseo ocupó una cuadra y media) fue en consonancia con concentraciones similares en todo el país.
La propuesta fue impulsada por la Asamblea Multisectorial por la Cultura de Tucumán, conformada por artistas, estudiantes, organizaciones, colectivos, trabajadores y espacios del sector, “en defensa de los derechos conquistados que hoy se ven amenazados”, según la proclama común que se leyó frente a la Casa de Gobierno.
El colectivo fustigó las propuestas del presidente Javier Milei: “nos convoca la necesidad y la urgencia, pero no la del nefasto, mentiroso, ajustador e inconstitucional DNU que se quiere imponer sino de la necesidad de seguir llevando el plato de comida a la mesa de manera digna como trabajadores y trabajadoras del arte y la cultura, y la urgencia de que se deje de bastardear el trabajo que realizamos en espacios, en las calles y en las vidas. Nos convoca la urgencia de defender el derecho adquirido regulado por leyes de espacios independientes desarrollados con trabajos voluntarios que brindan innumerables beneficios educativos y de contención social”.
“Los atentados de un gobierno ajustador, empobrecedor del laburante, del estudiante, de todos, con métodos antidemocráticos, de corte neoliberal y neofascista nos convocan a seguir formando colectivos contra la Ley Ómnibus que pretenden imponernos para arrojarnos a la miseria y tirar por tierra los derechos conquistados a fuerza de reclamo y organización”, se agregó.
En ese sentido, el pronunciamiento fue en rechazo total y absoluto tanto del proyecto de megaley como del DNU “por su anticonstitucionalidad, violencia contra la democracia, destrucción institucional y material del Estado Nacional y ajuste destructivo que pretende impulsar en el sector cultural”. Así, hubo una férrea defensa del Fondo Nacional de las Artes (FNA) y del Instituto Nacional del Teatro (INT) y contra la derogación de la Ley Nacional del Teatro y el desfinanciamiento de los gestores independientes de diversas disciplinas (comunicación comunitaria, escritores, articulistas, docentes, investigadores, etcétera), del Instituto Nacional del Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), del Instituto Nacional de la Música (Inamu) y de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip).
Asimismo, se exigió a cada diputado y senador nacional (se los nombró uno por uno en el acto) que “honren a la ciudadanía en su potestad soberana y voten en contra de este atentado contra la Constitución nacional, la democracia, la soberanía y sobre todo contra el pueblo”. En sus consideraciones, se ampliaron las objeciones al “Protocolo para el mantenimiento del orden público ante el corte de vías de circulación”; “los discursos negacionistas sobre el Terrorismo de Estado de la dictadura; los discursos fascistas, odiantes y patriarcales que sostienen desde el equipo que forma parte y acompaña la gestión de Javier Milei y el tarifazo a los servicios públicos y la creciente e insostenible situación inflacionaria”.
Planteos puntuales
Cada organización integrante de la Asamblea Multisectorial, por su parte, sumó sus propias proclamas. La Asociación Civil de Trabajadorxs de las Artes Visuales de Tucumán (Tavit) planteó “la preservación y ampliación de presupuestos y recursos de los organismos que garantizan la promoción, producción y circulación cultural y la permanencia de becas, concursos, préstamos y subsidios brindados por y para todos los organismos culturales”. junto con la restitución de la jerarquía de la Cultura al rango de Ministerio de la Nación.
La Gesta Cultural, por su parte, pidió la preservación y la revalorización de los puestos de trabajo del sector; mientras que la Asamblea de Trabajadores y Trabajadoras del Libro se manifestó “en defensa de la cultura, de la bibliodiversidad, del libre acceso al libro y de nuestro trabajo”, afectados por el proyecto de derogación de la ley de defensa de esa actividad.
Minga Asamblea Teatral Tucumán reivindicó a la Ley Nacional del Teatro como un “modelo en el mundo y emblema de la democracia para el fomento, acceso y desarrollo de la actividad teatral independiente en todo el territorio nacional”. “La cultura es trabajo y produce un valor agregado anual del 1.8%, es decir que genera un impacto positivo económicamente”. El Centro Cultural de la Cultura Popular Mate Cocido defendió el Piletón del parque Avellaneda, “espacio recuperado y sostenido durante todos estos años, y rechazamos la propuesta municipal de pasar el lugar a Espacios Verdes”.
Los centros culturales, clubes, casas de artistas, salas y auditorios se definieron como “el nexo necesario para la construcción colectiva, el arte colaborativo, la imaginería y para la necesaria identidad de un pueblo; como lugares de contención social, estamos insertos en territorios donde muchas veces no solo aportamos al esparcimiento y la convivencia social sino que nutrimos y contenemos infancias y juventudes”. La Lola Mora-Trabajadoras de las Artes Tucumán levantó las luchas del feminismo con compromiso militante y objetaron el vaciamiento del exMinisterio de Mujeres, Género y Diversidad.
“Ayer celebrábamos los 40 años de recuperación de la democracia y hoy estamos otra vez enfrentando al mismo enemigo: el fascismo cómplice del terrorismo de Estado, del Fondo Monetario Internacional y de los explotadores de la clase trabajadora”, afirmó el plenario de cineastas tucumanos, mientras que el Colectivo de Bibliotecas de Tucumán reivindicó su consigna “para ser libres… libros”.
El grupo interdisciplinario Tucumán Ladre convocó a una resistencia activa “contra quienes cuestionan que el Estado apoye las actividades culturales e intentan imponer una visión mercantilista de producción de bienes y servicios culturales”. También se movilizó Artistas del Sur Tucumano, que sostuvo que “la cultura es el gran orgullo de la patria, parte importante de nuestra idiosincrasia nacional que se va a defender a muerte”.