El costo de vida en Tucumán: en un año, la canasta alimentaria subió 250%

Para no caer en situación de pobreza, una familia tipo argentina necesitó casi medio millón de pesos hacia fines del año pasado, según el informe del Indec.

El costo de vida en Tucumán: en un año, la canasta alimentaria subió 250%

El dato no es menor en tiempos de crisis. Una familia tipo necesito casi medio millón de pesos para costearse la Canasta Básica Total (CBT), que contiene los requerimientos mínimos de alimentos y gastos indispensables para la vida diaria. Reunir ese dinero le permitirá a ese grupo familiar no caer bajo la línea de pobreza.

En la Argentina, ser indigente -además- también es caro y dificultoso. Sólo en 2023, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) se incrementó un 250% en Tucumán. Los datos oficiales, al cierre del año pasado, son el preludio de la evolución socioeconómico de la sociedad argentina: el riesgo que una parte de la población se consolide en la indigencia, en un país con más pobreza y menos clase media. Pero eso no es todo: en el primer trimestre de este año, la actualización de los precios continuará de la mano de los servicios públicos privatizados.

Las empresas distribuidoras han anticipado que, al menos, necesitan que el reajuste de las tarifas sea cercano al 100%. El costo de vida será más elevado, casi de supervivencia.

Durante diciembre, la variación mensual de la CBA con respecto a noviembre fue de 26,2%, y de la CBT fue de 24,3%. Esta última fue calculada en $ 422.333 mensuales para un matrimonio con dos hijos pequeños que residen en Tucumán, según el informe elaborado por la Dirección de Estadística de la Provincia. En el caso de la canasta alimentaria, el valor para esa familia tipo fue estimado en $ 214.383, muy lejos de los $ 61.200 que se requerían en diciembre de 2022 para no caer en la indigencia.

En tanto, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) ha calculado que, para el mes pasado, la variación mensual de la canasta básica alimentaria (CBA), que mide la indigencia,  fue de 30,1% y finalizó 2023 con un aumento del 258,2%. Esto significa que la canasta de indigencia aumentó un 46,8 puntos porcentuales más que el índice de inflación general durante 2023, un 15% más términos reales  También creció  por encima de la inflación de alimentos y bebidas, que fue del 251,3%.

Según la medición del organismo que dirige el economista Marco Lavagna, una canasta básica alimentaria que marca la línea de indigencia para un adulto costó $ 77.890, por lo que la línea de indigencia para una familia tipo quedó tras finalizar 2023 en $ 240.679.

En tanto,  para la CBT, que mide la pobreza  el aumento fue de 27%. Durante 2023, la línea de la pobreza aumentó  225,1%, un 4% en términos reales sobre la inflación general. A lo largo de 2023, la inflación general fue del 211,4%, el mayor registro desde 1990 a la fecha.

Una canasta básica total, que cubre además de la alimentación, una serie de bienes y servicios, fue valorizada en $ 160.453. Por lo que una familia tipo para no ser pobre en Argentina necesitó ingresos por $ 495.798, casi medio millón de pesos. La diferencia entre ambas canasta radica en que la total incluye precios regulados, como el transporte, electricidad y gas, que reflejaron menos subas que alimentos y bebidas.

Anticipo de datos

Según el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA) estimó que la pobreza multidimensional urbana ascendió en el tercer trimestre de 2023 al 44,7% del total de la población y al 62,9% de los niños y adolescentes.

En ese marco, la cantidad de personas en situación de indigencia se ubicó en el 9,6%, según la medición de la UCA.

La medición de la casa de altos estudios tiene como período de corte a septiembre, por lo que no contempla las subas de 8,3% registrada en octubre en el índice de precios al consumidor, del 12,8% en noviembre; y del 25,5% en diciembre.

Las cifras de la UCA reflejaron un crecimiento de los índices respecto al mismo trimestre de 2022, cuando la pobreza llegó al 43,1% y la indigencia fue del 8,1%.

Durante la presentación de esos números, el director del Observatorio, Agustín Salvia, indicó que para 2024 “se abre un escenario en el que la pobreza va a seguir aumentando, no de manera explosiva, sino en niveles similares al crecimiento que tuvo en los últimos dos años”.

Hasta el primer semestre del año, última medición disponible del Indec, el 40,1% de los habitantes del país estaban bajo la línea de pobreza, de los cuales, el 9,3% era indigente.

De esta manera, sobre una población de 46 millones de personas, 18,4 millones se encuentran en la pobreza, y uno de cada cuatro de ellas es indigente.

Además, la pobreza se hace más fuerte en los menores de 16 años donde el porcentaje alcanza al 60%, según cifras del Indec.

Los datos de mediados de este año superaron al 39,3% de pobreza con que cerró 2022, y 8,1% de indigentes, según el instituto estadístico nacional.


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