“Milei se apoya en la ley del más fuerte”

“Javier Milei involuciona en su pensamiento supuestamente libertario y pretende romper el contrato social para que el ciudadano sea un  ‘bruto feliz’, sin Estado, sin Constitución, sin derechos ni garantías, por eso ha sostenido en Davos que el problema es el Estado, bancando los monopolios, al capitalismo extremo y a la casta financiera”. Así lo expresó Enrique Romero, presidente del partido Ley y Orden. La ley Ómnibus -agregó- beneficiará a grupos financieros y el DNU es un adefesio inconstitucional que atenta contra las jubilaciones, la cultura, la tecnología y las economías regionales.

“Su discurso es de la primera Guerra Mundial, nosotros no creemos en el capitalismo deshumanizante, ni el social-comunismo esclavizante, creemos en el desarrollo integral y en una economía de mercado social que tenga como centro al hombre argentino. Lo que el hombre pierde con la creación del Estado, como la sociedad jurídicamente organizada, es su libertad natural y un derecho ilimitado a todo lo que intenta y que puede alcanzar; lo que gana es la libertad civil y la propiedad de todo lo que posee”, señala Romero.

Recomendó a Milei que lea “el ‘Discurso sobre la desigualdad entre los hombres’ y sobre todo ‘El Contrato Social’, de Jean Jacques Rousseau, y dejar de predicar al igual que el kirchnerismo ‘el pensamiento único’, para que los ciudadanos no anclen en el sano juicio del razonamiento”.

Parece pensar -prosigue- que no hay más ley que el instinto de supervivencia basado en la ley del más fuerte y que la inflación se reduce licuando el salario en los primeros 10 días del mes, sin poder consumir los otros 20, así los precios bajan por falta de consumo, jugando al igual que el kirchnerismo con las necesidades calóricas del pueblo.

“Nadie quiere que le vaya mal, pero debe construir consensos desde el disenso, por eso hay que estar alertas y construir sobre Jaldo y Tucumán un scrum que provea y fomente nuestra producción y el desarrollo de todas las obras publicas necesarias”, subrayó.