Inversión de valores en el discurso presidencial

Inversión de valores en el discurso presidencial
30 Enero 2024

Benito Carlos  Garzón  

Abogado

Estas reflexiones surgen del examen del discurso presidencial en el Foro de Davos (Suiza), de reciente data. Si bien es cierto que es un evento económico con mayoría de empresarios, funcionarios económicos y autoridades políticas de los países invitados, entendemos que la alocución de nuestro novel Presidente tuvo un giro de excesiva expresión economicista y sobre la base de una teoría que excluye, en su formulación, toda referencia a otra realidad que no sea la evolución del capital y su desarrollo a través de los tiempos, constituyendo de este modo una visión sesgada de toda otra realidad y contexto histórico.

Resulta claro que el desarrollo de este tema motivaría un texto que debería hundirse en la historia de la humanidad, pero nuestra pretensión es solo perfilar lo que nos parece un exceso de preconcepto incompatible con el actual desarrollo de la cultura social y política del mundo en que vivimos. No es necesario remontarse a las épocas en que se encontró la piedra y el modo de defenderse de otros animales, levanto la cabeza y comenzó a pensar, lo que lo separó para siempre del reino animal.

Desde entonces se fue perfilando, no sólo su capacidad para subsistir económicamente sino que en su devenir, no sólo llegó a la luna sino que hoy pretende llegar a otros astros del sistema solar, además de crear posible una inteligencia artificial. La economía, tanto familiar como base de sustentación de toda su aventura en la tierra, y los medios de que se vale para su desarrollo (industrial, comercial, productivo) sigue siendo la plataforma de realidad sin la cual los pueblos de todo el mundo no pueden existir.

Es la realidad sobre la cual razonamos y sostenemos en especial en nuestro país dotado de todas las riquezas imaginables y mendicante en el concierto de las naciones. La disertación del Presidente no refirió en modo alguno cuales eran los lineamientos fundamentales con los que pretendía revertir la aguda y reiterada crisis económica del país y reitero planteos históricos desde una cosmovisión ya expuesta en nuestro suelo y que denota la ignorancia de cláusulas claves de las normas constitucionales.

Sostiene Milei como sustentos jurídicos la trilogía “Vida, Libertad y Propiedad”, pero no obstante citar como numen de su formulación a Juan Bautista Alberdi, omitió citar la Igualdad ante la ley, y otros Derechos y Garantías que, aunque el mandatario no los tenga en cuenta ni los cite, tienen existencia como Derecho positivo vigente. Quien relea el texto constitucional vigente encontrara que existe todo un Capítulo II agregado por la reforma de 1994 que se refiere a Nuevos Derechos y Garantías (artículos 36 al 43) que de haberlos leído simplemente el Presidente ni se le hubiera ocurrido ignorar la importancia que se le da a la mujer y al medio ambiente.

Huelga decir que la Constitución nacional es un todo, como lo ha ratificado reiteradamente la Corte Suprema de la Nación a través de toda su historia y constituye la base de su autoridad como norma fundamental para la vida de toda la Nación y la convivencia de todo el pueblo argentino. Estas premisas elementales parecen ausentes en el pensamiento presidencial tal como se ha señalado.

Advertimos algo más todavía dentro del mismo tema. Nos referiremos a la calificación del Presidente en su discurso colocando al empresario como un arquetipo necesario y como guía para el resurgimiento del país. Enfocaremos esta aseveración dentro de un contexto axiológico, es decir dentro de la filosofía del Derecho. Fruto de las reflexiones de notables juristas como Hartman, Max Sheler y más específicamente como Hans Kelsen y Carlos Cossio entre los tucumanos, indagaron y construyeron lo que se conoce como la “pirámide jurídica”, es decir un orden de prioridades de valor que rigen o deben regir una sociedad sometida a un orden jurídico y político.

Sucede que en esa pirámide jurídica aparece en la cúspide el valor Religioso (la entrega total del hombre a su credo religioso), en el centro de la pirámide se encuentran las Ciencias en sus más variados rubros de investigación y estudio.

Paralelamente se encuentran las Artes, también en sus diversas manifestaciones, (pintura escultura, literatura, y demás actividades creativas ) y en nivel más bajo se ubica a la economía, la riqueza, junto al deporte y las actividades recreativas del hombre). Esta es una síntesis de las escalas de valores axiológicos elaborados por los filósofos y que no necesariamente, constituyen la estructura real de una sociedad. Pero no dejan de ser referencias valorativas que deberían guiar a los políticos y a quienes gobiernan una nación. Por ello nos pareció tan desafortunado el discurso del Presidente en el foro de Davos cuando en el final de su alocución termino calificando al empresario como un “héroe”, que necesariamente nos lleva a lamentable confusión acerca de quienes desde chicos en la escuela nos enseñaron quienes habían sido nuestros “héroes”.

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