El documental de Einstein ningunea a Oppenheimer

Netflix estrenó un filme sobre el Premio Nobel de Física y creador de la Teoría de la Relatividad. “La ciencia no es ni será un libro cerrado”, asegura el científico, en el que admite cuál fue su gran error. La culpa y el arrepentimiento.

UN PACIFISTA MILITANTE. Cuando Hitler comenzó la persecución a los judíos, el científico tuvo que exiliarse. UN PACIFISTA MILITANTE. Cuando Hitler comenzó la persecución a los judíos, el científico tuvo que exiliarse.

Cuando casi semanalmente “Oppenheimer” recibe algún premio y todo parece indicar que será la gran candidata a ganar el Oscar, Netflix estrenó el viernes “Einstein y la bomba”, en formato de docudrama con un trabajo de archivo pero también con la ficción.

Una aclaración recorre esta película y es que todas las frases que se mencionan y atribuyen al Premio Nobel de Física son reales; fueron dichas por él a lo largo de su vida, lo que no es poco para un trabajo que prácticamente cierra con un definición: “la ciencia no es y nunca será un libro cerrado”. Una lección.

Curioso es que en ningún momento se escuche el nombre de Robert Oppenheimer con quien se sabe trabajó en la Universidad de Princeton. La película de Christopher Nolan, por el contrario, da cuenta de algunos encuentros y diálogos entre ambos desde que el alemán llegó a Estados Unidos.

La sinopsis indica que se muestra a un “genio torturado”. Y es cierto, porque durante la hora y minutos de su extensión, el científico se pregunta “si la paz es el precio de la bomba”. La culpa con crudeza se exhibe en primera persona cuando debe responder la interpelación de un escritor japonés que lo responsabiliza por la masacre en Hiroshima y Nagasaki.

“Einstein y la bomba” es un film originario de Gran Bretaña, que cuenta en su elenco con Aidan McArdle, Andrew Havill, Rachel Barry y Helena Wsterman y resultó impactante desde un costado histórico y desde la ficcionalización de los hechos.

La relatividad

Desde el planteo de la teoría de la relatividad y su esfuerzo en explicarla didácticamente y la afirmación de que el pasado, el presente y el futuro son solo ilusiones, hay una frase que resume su culpa: “Cometí el mayor de los errores. De haber sabido que los alemanes no lograrían producir una bomba atómica no habría firmado para abrir esa caja de Pandora”.

La realización aborda su vida desde sus primeros estudios, el ascenso de Hitler cuando era el principal científico en el mundo e inicia la persecución contra los judíos y su fuga al Reino Unido (donde se oculta en una cabaña en un campo) y posteriormente a Estados Unidos donde continuó sus estudios sobre las teorías de la relatividad, la luz, los átomos y la liberación de energía en la Universidad de Princeton.

El documental de Einstein ningunea a Oppenheimer

El físico no sólo se enfrentaba a Hitler sino a esa comunidad de científicos más conservadora en Europa.

En 1939 Einstein escribió -junto a Leo Szilard- una carta a Franklin Rooselvelt en la cual advertía a la Casa Blanca de que Alemania podría desarrollar una bomba atómica por los hallazgos científicos de la fisión del uranio en el país europeo en ese momento bajo el régimen totalitario de Adolf Hitler. Pero fue el Proyecto Manhattan el que elaboró la bomba atómica que se arrojó en Hiroshima y Nagasaki (y que costó la vida de más de 100.000 hombres).

El documental cuenta que Einstein queda excluido del proyecto del gobierno por su “activismo” que afectaba la seguridad. “Soy un pacifista militante y antifascista” se define en la película. (En un extenso artículo de la revista The Monthly Review, en 1949 escribe: “Estoy convencido que hay un sólo camino para eliminar los males del capitalismo, y es a través del establecimiento de una economía socialista, acompañada por un sistema educativo orientado hacia fines sociales”).

Manifiesto

En 1955 se difunde el llamado Manifiesto Russell-Einstein firmado en Londres el 9 de julio de 1955. En medio de la Guerra Fría, los firmantes alertaban de la peligrosidad de la proliferación del armamento nuclear y solicitaban a los líderes mundiales buscar soluciones pacíficas a los conflictos internacionales. Fue firmado por 11 científicos e intelectuales notables.

Para algunos periodistas se trata de “una mirada exclusiva al Einstein menos conocido”, que permite complementar la historia contada en el film de Christopher Nolan.

Pensarlo de ese modo es olvidar lo que es un ninguneo a todas luces a Oppenheimer: su nombre no se lee en texto alguno en el documental.

Casi al final de la película, cuando un escritor japonés lo interpela por la bomba atómica, Einstein le aclara “no me considero el padre de la liberación de la energía atómica… mi participación fue muy indirecta”.

Y repite a modo de cierre: “La ciencia no es y nunca será un libro cerrado.

El padre

Como se sabe, el mismo Oppenheimer fue el padre de la bomba atómica, algo que lo atormentó por el resto de sus días, en los que bregó por el desarme nuclear.

Estados Unidos no lo perdonó y en pleno maccarthismo se lo acusó de comunista.

En el juicio que se le siguió Oppenheimer no reconoció filiación alguna con organizaciones comunistas, pero sí simpatía.

Como resultado, sus privilegios de seguridad fueron revocados y fue condenado al ostracismo político.

Otras producciones

La creación de la primera bomba atómica es el tema de otra película, “Fat Man and Little Boy” (1989), dirigida por Roland Joffé en la que el protagonismo recae en el general Leslie Groves, interpretado por Paul Newman. En esta película, Oppenheimer es un personaje secundario a cargo del actor Dwight Schultz. También hay una serie televisiva titulada “Manhattan” (2014-2015), emitida durante dos temporadas, centrada en cómo era la vida en la base militar de Los Álamos, Nuevo México, donde se encontraban los científicos y sus familias trabajando contra reloj para tener lista la bomba atómica. En la serie, Oppenheimer fue interpretado por Daniel London.

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