El desafío de la URT de seguir creciendo a los 80 años

La entidad madre del rugby tucumano celebra su octogésimo aniversario con ideas y proyectos para adaptarse a los cambios que imponen los tiempos actuales.

AUTORIDADES. Torres y Taboada hicieron hincapié en el desafío de la URT de aggionarse a los nuevos tiempos, pero sin dejar de hacer foco en la bases del rugby amateur y el voluntariado de los clubes. AUTORIDADES. Torres y Taboada hicieron hincapié en el desafío de la URT de aggionarse a los nuevos tiempos, pero sin dejar de hacer foco en la bases del rugby amateur y el voluntariado de los clubes. Foto: Diego Aráoz (La Gaceta).

El 29 de febrero de 1944, Natación, Tucumán Rugby, Universitario y Cardenales le dieron nacimiento a la Unión de Rugby del Norte, luego renombrada como Unión de Rugby de Tucumán. Una institución que, 80 años después de su alumbramiento, sigue aprendiendo constantemente en la dinámica de seguirle el ritmo a la evolución de la realidad que la circunda. A Santiago Taboada y Juan Emilio Torres, actuales presidente y vicepresidente respectivamente, les toca liderar el rumbo de la URT a través de tiempos inciertos, en los que la crisis económica y la revolución tecnológica imponen desafíos inéditos y complejos, como el de la deserción y el de la cada vez más acentuada migración de jugadores hacia ligas del exterior en busca de una salida económica.

De todos modos, Taboada advierte que el octogésimo aniversario de la URT coincide con la concreción de un viejo anhelo: haber reflotado el Anual tucumano, un torneo que desde 1999 había sido desplazado por el Regional. A partir de este año, el Anual servirá de antesala clasificatoria del torneo del NOA. "Hace tiempo venían pidiendo los clubes que tuviéramos un torneo propio, que nos visitáramos entre todos. Haber logrado eso es muy positivo. Además, como Unión nos hemos adelantado a lo que quiso la UAR después de la pandemia: que los equipos se clasifiquen en los torneos de su unión de origen para competir en un Regional y luego en los torneos nacionales. La UAR se dio cuenta de que después de 20 años promoviendo la competencia regional, hay uniones que no crecieron en la medida que debían", remarca "Margaro".

"A mí lo que se me viene a la cabeza es pensar: che, 80 años después seguimos funcionando. No es poco. Porque no es sencillo mantenerse vigente, seguir generando ideas, competencias, haciendo que el seleccionado compita de una u otra forma. Por supuesto, sufrimos muchas críticas por el camino, y siempre invitamos a que se acerquen y participen. Pero yo soy de la idea de que mejor que criticar tanto es sumar. Siempre hay que tratar de sumar. Si uno se pone a ver, un club tucumano fue campeón del Torneo del Interior el año pasado. Es una muestra de que ha habido un buen trabajo en los clubes", subraya Torres.

En un contexto de crisis económica, a la URT le toca hacer frente al desafío de sostener la población de jugadores ante la deserción hacia otras disciplinas (como los torneos de fútbol privados) y la migración hacia ligas profesionales o semiprofesionales. "Tenemos que aggionarnos a esta nueva realidad. Igual, el tema del éxodo de jugadores no es solo acá, sino en todo el país", resume Taboada. "Los chicos de hoy tienen otra cabeza. Los movilizan cosas distintas. No hay que pensar en que todo lo de antes era mejor. No hay mejor ni peor, es una evolución natural a la que debemos adaptarnos, organizando competencias y generando ideas, siendo solidarios con los clubes más chicos. Porque a los clubes grandes no les sirve estar bien si el resto no lo está. Hay que apuntar a que todos estén bien para que haya buena competencia. Y creo que también hay que apuntar a reforzar el espíritu del amateurismo. Esto es, la transmisión de valores y principios. Por ejemplo, el respeto a los rivales y al árbitro. Enfatizar en la idea de que un padre vaya al club a disfrutar de ver a su hijo jugar y no a perturbar. Los protagonistas están adentro de la cancha, no afuera", completa Torres.

Paradójicamente, el cumpleaños número 80 de la URT -una institución que siempre enarboló el espíritu amateur de la disciplina y destacó el voluntariado que sostiene a los clubes- coincidirá con su primer acercamiento concreto al rugby rentado: la puesta en funcionamiento de una academia provincial que tendrá como propósito preparar jugadores para una futura franquicia profesional en el Súper Rugby Américas. "Es un proceso, y estamos aprendiendo a medida que avanzamos. También observamos qué errores cometieron otros para no hacerlo nosotros. Eso sí, la franquicia será un 51% de la UAR y un 49% del franquiciante. La URT será sólo el facilitador. No puede tener intervención a menos que haya un cambio de estatutos. De todas maneras, si en 2025 se suma el NOA al Súper Rugby Américas, seguramente después lo hagan otras regiones como Cuyo y Litoral. En definitiva, esto es lo que terminará reemplazando al Campeonato Argentino. Es como que en todo el mundo se están haciendo franquicias nuevas", anticipa Taboada.

"A mucha gente le hace ruido ese cambio. Viene de un rugby puramente amateur y le cuesta aceptar que el seleccionado tucumano termine adoptando la forma de un equipo profesional. En realidad, creo que son caminos distintos. La Unión seguirá funcionando, con sus clubes, sus torneos y su voluntariado. La franquicia irá por otro lado", aclara Torres.

Asimismo, adelantan que en 2024, habrá especial énfasis de la Unión en determinados sectores. "Las infantiles siempre fueron un relojito en Tucumán. Nuestro desafío ahora son los juveniles. Estamos en un proceso. La semana que viene habrá un congreso prejuvenil en Tucumán", adelanta Santiago. "Este año también apuntaremos mucho a la competencia. Tratar de cuidar a los jugadores de todas las divisiones. Y tratar de sumar voluntariado en los clubes. Hay muchas tareas que no se ven, pero que son muy necesarias. También hay que tratar de sumar árbitros y de cuidarlos", completa Torres.

- ¿Qué deseo pedirían para la Unión en este cumpleaños número 80?

"Mi deseo es que los clubes puedan pasar este año difícil de la mejor manera y que se genere una buena competencia entre todos. Que haya solidaridad desde los que más tienen hacia los que menos", propone Juan Emilio.

"Para mí, el rugby es sinónimo de humildad. Eso está en los clubes, desde el presidente hasta el entrenador de la M6. Mi deseo es que eso nunca se pierda", pide Taboada.

Presente durante la entrevista, Javier Budeguer (representante de Cardenales en el Consejo de la Unión) pide la palabra para sumar el suyo: "tenemos que entender que nuestra mirada no puede terminar en nuestro propio club. El rugby lo formamos todos. Los de arriba, los de abajo, los del interior, los del desarrollo. Somos una sola cosa. Yo fui presidente de mi club y no puedo bregar sólo por el beneficio de Cardenales. Tengo que preocuparme también por el de los demás y el de la Unión. Me parece que algo bien estamos haciendo para que 80 años después esto siga de pie, pero creo que podemos hacer mucho más si somos solidarios entre nosotros".

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