En la última semana, Tucumán sumó más de 2.000 casos de dengue, y ya suma 4.776 contagios en lo que va de este 2024, de los cuales menos de la mitad estarían activos, informó el ministro de Salud, Luis Medina Ruiz.
Los últimos datos fueron expuestos en la Sala de Situación sanitaria que tuvo lugar ayer. A su vez, la directora de Epidemiología del Siprosa, Romina Cuezzo, detalló que las zonas más complicadas por la enfermedad son Yerba Buena, ciertos sectores de Lules, Banda de Río Salí y otros lugares de Cruz Alta.
“En el sur de la provincia, Aguilares es uno de los lugares que tienen mayor número de casos”, indicó sobre la ciudad de las avenidas, donde se intensificaron los trabajos de control focal.
“En estas localidades hay una mayor incidencia o circulación del mosquito por lo que todavía no podemos hablar de una estabilización de la curva, ya que siguen apareciendo casos nuevos”, remarcó la fucionaria.
Atención temprana
La cartera sanitaria aún se encuentra a la espera de los resultados que confirmarán o negaran que la muerte de un joven, en El Manantial, haya sido producto del dengue y en ese sentido, Medina Ruiz quiso remarcar la importancia de la consulta precoz para evitar un cuadro grave, sobre todo en jóvenes.
“Se debe asistir a la guardia al tener fiebre alta, pocos deseos de tomar líquidos o si presenta vómito o diarrea”, mencionó el médico y luego resaltó que “evitar la deshidratación es indispensable, porque es una de las causas potenciales de agravamiento del cuadro”.
“A las personas jóvenes, les pedimos que no esperen a último momento para la consulta, porque esta enfermedad está afectando mucho a ese grupo”, dijo y culminó: “principalmente, a mujeres.”
Mosquitos y lluvia
La epidemia de dengue es seguida de cerca por expertos en salud de todo el país, debido a que a nivel nacional ya se reportaron más de 57.000 casos. El incremento además, podría ser mayor en los próximos meses por un factor clave: las lluvias.
Al respecto hay que saber que el mosquito vector de la enfermedad, solamente deposita sus huevos en recipientes artificiales construidos por el hombre, y prácticamente nunca en charcos, lagunas, acequias, ni aguas servidas.
Estos envases pueden ser macetas vacías, botellas de vidrio o plástico e incluso pequeñas tapas de gaseosas, que se pueden tener olvidados a la intemperie y que se vuelven el nido perfecto para que los Aedes aegypti se reproduzcan.
“Las lluvias aumentan la probabilidad de que haya lugares de cría, porque el mosquito necesita agua en recipientes para poder depositar sus huevos. Entonces, si nosotros previo a las precipitaciones no hicimos el descacharreo y la limpieza de los jardines o espacios verdes, las lluvias van a complicar la situación”, explicó al respecto la bióloga e investigadora del Conicet, Mariana Baricco.
“Esto quiere decir que no es que hoy llovió y mañana va a aumentar la población de mosquitos adultos, sino que crecerá la disponibilidad de sitios de cría, por lo que en siete o diez días sí habrá una mayor cantidad de mosquitos”, cerró.
“Por estas razones es muy importante sostener las medidas preventivas para evitar la proliferación de los vectores, y en este sentido realizar acciones de prevención, contribuir y asumir la responsabilidad, también desde lo individual, para poder reforzar los esfuerzos que se hacen desde lo público”, sumó la doctora Cuezzo.
(Producción periodística: Ariane Armas)