"Malevo" y "Pipa", los encargados de darle color a los recibimientos de San Martín de Tucumán

Matías Leguina y Matías González aparecen en cada recibimiento como local. Uno utiliza la máscara del personaje icónico del club y el otro recibe al plantel con una bandera gigante.

Malevo apareció por primera vez a mediados de 2023; Pipa lo hizo en 2021 en el duelo frente a Agropecuario. "Malevo" apareció por primera vez a mediados de 2023; "Pipa" lo hizo en 2021 en el duelo frente a Agropecuario. LA GACETA / INÉS QUINTEROS ORIO.

No son pájaros, no son aviones, son “Pipa” y “Malevo”, los principales animadores de la fiesta “santa” en cada partido en La Ciudadela y mañana desde las 18, frente a Estudiantes de Caseros, no será la excepción. Con su traje a cuadros rojiblanco, Matías González flamea una bandera gigante para dar aviso de la salida de San Martin de Tucumán; Matías Leguina, en tanto, incrementa la epicidad del momento con una máscara del simbólico personaje creado por Ceferino Sirgo. Acciones que se repiten en cada ocasión al punto de convertirse en insignias de los recibimientos.

Los orígenes de cada personaje son disímiles. Según explicó Leguina, la creación de la primera máscara de “Malevo” se remonta 12 años atrás. Pero a diferencia la actual que es de goma espuma, aquella fue realizada con papel maché. “Estábamos jugando el Argentino A y junto a un grupo de hinchas hicimos una campaña para hacer un telón para la Pellegrini. En ese momento, hice la cabeza del traje y con la colaboración de varios hinchas armamos el disfraz entero”, detalló el portador de la cabeza del personaje ficticio. De todos modos, la primera aparición en el campo de juego fue a mediados del año pasado. “Nahuel, de los Pibes del Ritmo, fue quien retomó la idea de que resurgiera este personaje. Así hicimos una máscara nueva de goma espuma. También es la misma que va a los partidos de básquet, pero en ese caso la usa otra persona”, señaló.

También, especificó que la idea principal no se reduce únicamente a los recibimientos de la entrada de los equipos de fútbol, sino que buscan que sea parte de la vida institucional del club. “Queremos hacer videos en el que ‘Malevo’ esté cortando el pasto o pintando las tribunas para que se vea que se trata de un hincha más”, profundizó.

“Pipa” creó su primer disfraz en 2016. “Iba a la Pellegrini y, a diferencia del actual que tiene cuadros grandes, el primero era todo rayado. Pese a que intenté muchas veces estar en el campo de juego, nunca tuve el OK. Eso cambió en 2021. Mi primera vez fue en el partido frente a Agropecuario en el que (Matías) Ballini hizo el gol sobre el final. Desde ahí empecé a estar en todos los recibimientos”, explicó.

Adrenalina y euforia son las dos sensaciones que corren por el cuerpo de los protagonistas en cada salida al campo de juego. Es más, aseguran que en más de una ocasión se les eriza la piel debajo del traje por la combinación de cánticos, banderas y fuegos artificiales. “Crecimos atrás de un alambrado viendo a jugadores que eran ídolos. Es impresionante ver el telón que baja por la Pellegrini”, dijo González. “Nosotros nos sentimos parte del equipo en cada salida. Ahora somos 13 dentro de la cancha”, añadió Leguina.

“Malevo” y “Pipa” tampoco pasan por alto el calor y el cariño de los hinchas por su labor dentro del campo de juego. “Siempre nos piden un saludo, una foto, y eso es algo que nunca pensamos vivir. Después de cada partido ya te ponés a ver el fixture de cuándo será la próxima vez que tengamos que  venir”, contó González. “Es lindo volver en la moto vestido del ‘Malevo’, porque la gente te filma o se viraliza una que otra foto“, sumó Leguina.

Como todo hincha, cada uno tiene sus canciones preferidas. “Mi tema preferido es 'cómo olvidarme de aquel día' o sino la que dice: 'en el mundo es este mi lugar, Ciudadela barrio popular'. Esos son temas que me ponen la piel de Ciruja, no de gallina jajaja”, compartió “Malevo”. A diferencia de su compañero, “Pipa” apostó por canciones más clásicas. “A mí me gusta el de recibimiento: 'santo, mi buen amigo'”, puntualizó.

Las altas temperaturas son un  factor a tener en cuenta. “Él tiene la máscara esa, que debe ser un horno ja ja. Yo tengo acetato en todo el cuerpo”, explica González.

Al estar cerca de los jugadores, ambos reconocen que lograron tejer ciertos vínculos. “Con ‘Turbo’ (Rodríguez) compartí un par de mates. Antes tenía como ídolo a “Ratón” Ibáñez porque era hincha del club”, eligió Leguina. “Este año, (Claudio) Mosca me reconoció y me saludó cuando vino con Ferro”, rememoró “Pipa”.

Así, esta historia de fanatismo sigue escribiendo capítulos y, más allá de los resultados, están seguros de que seguirán acompañando al club de sus amores.

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