Con una historia propia de superación, nadará por los chicos con cáncer

Alberto Yapur es uno de los que nadará representando a un niño con cáncer, en la movida solidaria que se desarrollara en El Cadillal.

UN DEPORTE QUE APRENDIÓ A AMAR. Luego de perder la visión, Yapur comenzó a practicar natación y se terminó enamorando. UN DEPORTE QUE APRENDIÓ A AMAR. Luego de perder la visión, Yapur comenzó a practicar natación y se terminó enamorando.

Este sábado a partir de las 8.30 cerca de 40 personas nadarán en el dique El Cadillal en el marco de una travesía solidaria correspondiente al Proyecto S.O.i, que tiene como objetivo recaudar fondos para remodelar y apoyar activamente al servicio de oncología infantil del Hospital de Niños.

Uno de esos participantes es Alberto Yapur, quien tiene una historia de superación.

Desde los 14 años, por un episodio desafortunado con un arma de fuego, Yapur perdió la vista casi por completo: apenas puede ver un 5% a través de su ojo izquierdo.

Eso, de todas formas, no le impidió llevar adelante una activa carrera deportiva, que tras algunos años de impasse, pretende retomar. “Siempre amé el deporte. Cuando veía, jugaba al rugby; después de perder la visión, estuve un tiempo sin poder hacer deportes. Cuando se cumplieron 60 días, el neurólogo me dijo que ya podía sumergirme en el agua, algo que me dio muchísima alegría”, recuerda. La natación, de alguna manera, ya estuvo presente en su proceso post accidente.

“De a poco empecé a correr de vuelta con amigos que me ayudaban. Siempre tuve tendencia natural hacia los deportes de resistencia, así que fui dándole un poco a las carreras de aventura. Era un desafío que me guíen para ir superando obstáculos, y lo que más me gustaba era que era una superación a mí mismo”, explicó.

En ese progreso dentro del mundo del trail running, un entrenador lo invitó a correr un triatlón. Allí, se enamoró de esa disciplina. “Sabía nadar, pero no entrenaba natación. Corrí un triatlón olímpico y me encantó; fue una experiencia fabulosa. De ahí me picó el ‘bichito’ del triatlón”, reconoció.

Sin embargo, por cuestiones personales (estudios universitarios, matrimonio y paternidad), su trayectoria deportiva tuvo algunos años de parate, al menos en lo competitivo, hasta el año pasado, cuando retomó con todo.

“Fue un año deportivo muy bueno. Fui con mi mujer a correr el Gran Fondo de los 7 Lagos, y nos fue súper bien. Cuando volvimos estaba muy entusiasmado y corrí un pentatlón en Escaba, con un amigo, Juan José Sirimaldi. Así volví al triatlón, que estoy entrenando ahora”, detalló Yapur.

ENTRENAMIENTO. Yapur (derecha) salió a correr para preparse para la travesía en El Cadillal. ENTRENAMIENTO. Yapur (derecha) salió a correr para preparse para la travesía en El Cadillal. LA GACETA / DIEGO ARAOZ

Sirimaldi será también su compañero de travesía este sábado, en El Cadillal. 

Aunque su historia personal incluye superación, Yapur aseguró que no es ni remotamente comparable con lo que deben atravesar los niños que son pacientes oncológicos. Por eso, su representación con la causa, más que por su discapacidad, es con la figura de los padres de esos niños.

Claro, Alberto tiene dos niños pequeños, de cuatro y dos años.

“Creo que el dolor que arrastran estos chicos, siendo tan niños, y que les toque vivir esto, me parece incomparable con cualquier otro dolor que pueda vivir una persona. Incluso me pongo en el lugar de los padres y pienso que es durísimo lo que viven. La identificación va desde el lugar de los padres. No tengo palabras y pienso lo inconmensurable que es ese dolor. De ahí me identifico más que desde una equivalencia o paridad por mi discapacidad, porque no es nada que ver. A una discapacidad uno la acepta, la gestiona y vive limitado con muchas cosas e imposibilitado de otras, pero de manera normal”, apuntó.

El triatlonista contó que, tras enterarse del proyecto, habló con Martín Merlini de la Fundación Padre Martín Martín Martín, y uno de los impulsores del evento. Ese fue el punto por le que decidió sumarse. “Me sorprendió el compromiso que tienen los chicos con la causa, y tomé conciencia de que era mucho más grande de lo que me habían descripto. Nadie se imaginaba que iba a terminar siendo de tanto alcance”, aseguró, al tiempo que admitió que, tras ponerse en contacto con el niño con cáncer al que representará en el desafío (cada nadador representará simbólicamente a uno), se conmovió profundamente. “Te mueve la fibra más íntima”, reconoció.

Yapur, que tiene dos títulos universitarios (bachiller en Filosofía y Licenciado en Psicología), será parte del grupo que nadará seis kilómetros, una distancia inédita para él. “Durante algunos entrenamientos llegué a nadar 4.600 metros, pero seis kilómetros nunca. Es un desafío, y me lo planteo así; aspiro a disfrutarlo. No me interesa ir a hacer tiempos, ni ganarle a nadie. Vamos a nadar por los niños, a sumar para ellos”, concluyó Alberto, uno de los tantos nadadores que mañana se pasará horas en el agua en el dique El Cadillal; todo por una muy buena causa.

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