La región núcleo de producción de soja en el país alcanzará las 18 millones de toneladas gracias a la recuperación hídrica, pero quedará debajo del horizonte de “normalidad” de 18,8 millones de toneladas y con una cosecha de maíz temprano muy retrasada -un 8% de avance- y maíz tardío bajo la lupa por el Spiroplasma, la enfermedad que llegó a la región núcleo. Así lo señala la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario.
El informe indica que en marzo suelen llover entre 90 mm y 130 mm, y que en lo que va del mes la región ya promedia los 94 mm. Con las lluvias de los primeros 14 días de marzo, un 25% de la región alcanzó la media histórica, y algunas localidades hasta la duplicaron.
Hace tres semanas se esperaba una producción de soja de 17,4 millones de toneladas en la región núcleo. La recuperación de las lluvias, tras la intensa ola de calor, permitió no solo la recuperación del cultivo sino también contar con reservas de agua para el llenado de granos. De esta manera, la mejora del rendimiento es de 1 quintal y ahora se estiman 37 quintales por hectárea (qq/ha). Por lo tanto, la región produciría 600.000 toneladas más, y totalizaría una cosecha de 18 millones de toneladas. Aun así, el ciclo de soja 2023/24 quedará debajo del horizonte de “normalidad” de 18,8 millones de toneladas que se trazaba a la siembra.
A 15 días de la cosecha, se consolidan rindes promedios de 40 qq/ha en soja de primera. Se calcula comenzar con la cosecha de esta soja la última semana de marzo y principios de abril. En Marcos Juárez estiman rendimientos máximos que pueden llegar a superar los 50 qq/ha en los mejores lotes. En centro sur de Santa Fe se esperan rindes medios de entre 38 qq/ha y 45 qq/ha. En el sur provincial se calcula que superen los 40 qq/ha. En el noreste de Buenos Aires, por la ola de calor de febrero se estima una reducción de un 20% en el rinde. En un año normal oscilan entre 40 qq/ha y 50 qq/ha; este año estarán entre los 30 qq/ha y los 40 qq/ha. Las siembras tempranas están culminando su ciclo; un 40% están en plena madurez (R8); un 25%, comenzando a madurar (R7), y un 35%, más atrasadas, terminando de llenar los granos (entre R5 y R6). El 82% de los lotes se mantiene entre excelentes y muy buenas condiciones; un 15%, en buenas, y a un 3% se los considera como regulares, debido a problemas con anegamientos.
En cuanto al maíz, la GEA indica que va a paso lento del maíz temprano, que apenas alcanza un 8% de avance, que contrasta con el promedio de un 15% de avance registrado en los últimos cinco años. En esta campaña, apenas se han cosechado unas 70.000 hectáreas en región núcleo.
Los expertos coinciden en que la falta de agua a la siembra retrasó la implantación este año, lo que a su vez desplazó el calendario de cosecha del cereal. Los rendimientos iniciales oscilan entre los 90 qq/ha y los 120 qq/ha, con un promedio de alrededor de 105 qq/ha.
En el caso del maíz tardío está bajo la lupa hacia el final de su ciclo, ya que este cultivo cubre aproximadamente un 35% de la superficie maicera -530.000 hectáreas-, que se encuentra bajo presión hacia el final de su ciclo. La reciente ola de calor de febrero y la detección de síntomas de Spiroplasma en el centro-sur santafecino y en el norte bonaerense generaron inquietud entre los productores.