Sumar de a tres unidades de manera consecutiva y mantenerse en la cima son atributos que muy pocos logran. San Martín tenía los resultados de sus perseguidores sobre la mesa y estaba en los protagonistas saber aprovecharlo. No sólo sucedió eso con el resultado, un cómodo 3 a 0, sino que Diego Flores también consiguió otras cualidades: el equipo estuvo equilibrado en la mitad de la cancha, se mostró contundente en los últimos tres metros y así pudo doblegar a un Arsenal, que parece haber dejado sus armas en Sarandí.
Durante las primeras fechas se le cuestionó demasiado al equipo la reacción en los primeros minutos de juego. Errores que le costaron derrotas contra San Miguel y Chacarita, respectivamente. Sin embargo, en La Ciudadela, que volvió a tener el color del bombo y las trompetas, el “santo” fue una bomba a punto de explotar y tuvo la primera acción de peligro a tan sólo cinco minutos de iniciado el partido.
Tras un buen control de Junior Arias, Lautaro Fedele probó al arco, pero la pelota rebotó en la defensa. No obstante, esta dupla de atacantes se lució contra el conjunto de Sarandí y enamoró a los hinchas, que no se cansaron de cantar y aplaudir. Pero, para entrar en detalles de lo realizado con el tándem uruguayo-bonaerense, debemos ir paso a paso.
A pesar de que Arsenal llegó a La Ciudadela a quedarse con los tres puntos y tuvo una clara para abrir el marcador con el remate al parante de Nicolás Domingo, el “santo” hizo valer la localía por segunda vez consecutiva.
Minutos después de esta acción y tras un gran pase largo de Tiago Peñalba, quien hizo extrañar poco a Juan Orellana, llegaría el córner para San Martín ganado por el ímpetu de Nahuel Banegas. Tras el centro de Iván Molinas, otro de los puntos altos de la noche, Fedele mandó un centro con sabor a gol, que Agustín Dattola bajó a los pies de Arias. ¿Qué hizo el uruguayo? Lo que los delanteros saben: marcar goles.
Con un potente zurdazo, el atacante que les dedica los tantos a sus hijos, puso la pelota adentro de la red, y a festejar. Pero el hambre de gol que tenía el “yorugua” en la cálida noche tucumana no se sació ni mucho menos. El ex The Strongest, que se retiró aplaudido por los hinchas a los 79’, casi se va del estadio con la pelota bajo el brazo.
A 20 minutos para el final, Fedele –que tuvo su mejor partido con la camiseta de San Martín- ganó en velocidad por la derecha y encontró a Junior. El centrodelantero estaba ahí, donde los delanteros tienen que estar y no perdonó a Tomás Sultani.
Controló la pelota, pensó, se perfiló y se la incrustó en el segundo palo para la alegría de todos en La Ciudadela y dejar a San Martín en lo más alto de la tabla de posiciones.
Pero no quedó ahí, porque cuando el desarrollo parecía estar sentenciado, apareció un hombre de la casa: Nicolás Moreno. El delantero, que ingresó por Fedele, recibió en el área y cruzo el remate para el 3 a 0 del líder.
Si bien el tanto de “Chuny” decoró el resultado, lo cierto es que San Martín también tiene bastantes motivos para celebrar. Encontró desequilibrio por las bandas, explosión de mitad de cancha hacia delante y contundencia a la hora de definir. Así cerró la noche el puntero, entre aplausos y expectantes a la próxima final, esta vez, contra su homónimo sanjuanino.