Atlético Tucumán derrotó a Gimnasia en todos los aspectos del juego

El equipo de Sava jugó uno de sus mejores partidos, fue contundente en el área contraria y aunque sufrió en la propia, la producción colectiva le alcanzó para festejar por primera vez en el torneo.

BRAZOS EN ALTO. Por Copa de la Liga, ante Gimnasia, Sava consiguió su primer triunfo en Atlético. Foto: Diego Aráoz - LA GACETA BRAZOS EN ALTO. Por Copa de la Liga, ante Gimnasia, Sava consiguió su primer triunfo en Atlético. Foto: Diego Aráoz - LA GACETA

Como viene sucediendo desde la llegada de Facundo Sava, durante varios pasajes de los 90 minutos, Atlético Tucumán se muestra superior a sus rivales. Sin embargo, cada distracción la paga con un gol en contra. Frente al “lobo” no fue la excepción. Una sucesión de errores lo pusieron 0-1 abajo cuando el partido estaba planchado y todo parecía ponerse cuesta arriba.

El “decano” repitió equipo por cuarta vez consecutiva y mejora en su producción futbolística partido a partido, aunque no fue un equipo asfixiante en los primeros minutos -como en otros partidos-, Gimnasia tampoco mostraba mucha vocación ofensiva, y por eso el partido fue chato en esa primera media hora.

Los dos equipos respetaron el 4-4-2, por lo que los duelos 1 contra 1 fueron una constante. Lucas Castro y Benjamín Domínguez, en la visita, y Justo Giani y Renzo Tesuri en el local, tenían esa misión de desarticular a los defensores con apariciones sorpresiva. Pero a los cuatro les costó generar peligro. Eso sí, en el círculo central, Sánchez y Acosta le ganaron casi siempre a De Blasis y a Yonatan Rodríguez.

Atlético jugaba sin profundidad, pero con seguridad en cada pelota. Pero cometió tres errores en un minuto y el “lobo” lo aprovechó. Tesuri realizó una infracción evitable, a Bajamich se le escapó Ramírez, Devecchi dudó y lo pagó caro. El equipo de Madelón se puso arriba en el marcador sin merecerlo.

El “decano” no se inmutó, ni con el gol ni con los cánticos de la hinchada que hizo sentir su descontento. El hecho de no perder la paciencia le terminó dando sus frutos al equipo de Sava.

A los 37’ Sánchez controló la pelota y jugó rápido con Tesuri, que apareció centralizado, tocó con Bajamich que se perfiló y probó al arco. El desvio en un defensor hizo que la pelota sea inalcanzable para Insfrán. Gol, 1-1.

Así como en otros partidos Sava tardó en hacer los cambios, esta vez a los 10’ del complemento mandó a la cancha a Pereyra. Y la modificación surtió efecto inmediato.

El gol de Infante fue una clara muestra de lo que quiere el técnico. Desde la recuperación de pelota de Sánchez, hasta la definición del lateral pasaron exactamente 60 minutos. En el medio hubo 21 toques, con la participación de ocho jugadores: golazo.

Iban 14 minutos y el “decano” ya había hecho lo más complicado: dar vuelta el resultado. Lo que vino después, con el resultado a favor, fue casi todo positivo. Atlético manejó la pelota, los que ingresaron (sobre todo Mateo Coronel) lo hicieron muy bien y confirmaron lo que el equipo venía insinuando.

El primer triunfo para Atlético llegó en la tarde en la que mostró su mejor versión. Se lo notó convencido de lo que quería siempre. Tiene muchas cosas por corregir (la pelota parada en contra, por ejemplo), pero es más fácil trabajarlos después de una victoria.

En esta ocasión, Atlético fue ampliamente superior, más allá de lo ajustado del resultado. Este es el camino.

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