La epidemia de dengue de este año ya se perfila como la más importante que se haya registrado en Tucumán. El último informe provincial indica que se estudiaron más de 44.000 casos probables de la enfermedad que transmite el mosquito Aedes aegypti y se confirmó que 29.160 personas se infectaron con el virus. Esa cifra representa el 73% del total de los contagios notificados durante todo 2023.
Los números nos pueden resultar llamativos porque, al comparar con el total de la población, vemos que menos del 2% de los tucumanos se contagiaron, según los registros oficiales. En la calle, la sensación es distinta: todos conocemos a alguien que se enfermó de dengue. Muchos se preguntan si existe un subregistro de casos y si es posible saber realmente qué cantidad de personas se infectaron.
Los casos reales de tucumanos afectados por el virus son muchos más de los que aparecen en las estadísticas. El infectólogo Tomás Orduna, asesor del Servicio de Medicina Tropical y Medicina del Viajero del Hospital de Infecciosas F. J. Muñiz de Buenos Aires, nos explica que a nivel internacional está aceptado que por cada contagio reportado al sistema de salud hay otras tres personas que contraen el virus dengue y cursan la infección sin enterarse o con muy pocos síntomas. Es decir que en la actualidad podemos hablar de que habría 120.000 tucumanos que tuvieron la enfermedad.
A nivel nacional, los expertos calculan que hay más de un millón de infectados, si tenemos en cuenta que los contagios notificados son 270.000.
La epidemióloga Andrea María Lascano, quien trabajó durante varios años en vigilancia de arbovirus (virus transmitidos por artrópodos), sostiene que estadísticamente se dice que más o menos por cada persona que consulta al médico hay otras cinco que no lo hacen. Por dos motivos: porque no tienen manifestaciones corporales que den señales de la infección (ni se enteran que están cursando la patología) o porque a pesar de que no se sienten bien deciden no concurrir al sistema de salud.
No hay manera de saber en forma exacta la cantidad de infectados, sostiene. Los epidemiólogos son conscientes de que existe un subregistro, pero eso no es un problema para ellos. Y tampoco es sinónimo de que se estén ocultando cosas.
Para epidemiología, aclara Lascano, no es imprescindible tener una idea exacta de la cantidad de casos, sino tener cifras aproximadas que permitan ver cómo se comporta una curva en una epidemia, cuándo está subiendo y cuándo comienza a descender.
De todas maneras, desde el Ministerio de Salud aclararon que en Tucumán hay un importante registro de casos porque no solamente se notifican los que consultan al médico, sino también aquellos pacientes con síntomas de la enfermedad que son detectados por los agentes sanitarios cuando recorren los barrios.
Análisis
Dado el gran porcentaje de pacientes asintomáticos, no son pocas las personas que se preocupan por saber si tuvieron o no la enfermedad, mucho más teniendo en cuenta que una segunda infección puede desencadenar un cuadro grave de la patología. De hecho, mientras más epidemias de dengue se registran en una región, año a año va aumentando la cifra de gente internada y de fallecidos.
La infectóloga Mariana Marcotulio cuenta que en este momento de brote, para el diagnóstico de dengue basta que un paciente tenga síntomas de la enfermedad y un nexo epidemiológico. Sí es necesario hacer un análisis de confirmación de la patología en el caso de personas que se internan o que se complican sus cuadros, o pacientes con comorbilidades, inmunodeprimidos, embarazadas y adultos mayores, entre otros.
De todas formas, la experta aconseja que cualquier persona con cuadro compatible con dengue y con posibilidad de realizarse un test debería hacérselo. “Es importante saber si uno ya tuvo dengue por una probable reinfección posterior y porque en esos pacientes la vacuna está recomendada”, señala la infectóloga.
Dudas
Si una persona se quedó con dudas de haber padecido dengue, se puede realizar un estudio de anticuerpos específico, que certifique que tuvo contacto con el virus.
Se llama prueba de neutralización y generalmente lo realizan en laboratorios de alta complejidad, explicó la viróloga Susana López de Caillou.
Otros análisis, como por ejemplo las pruebas serológicas que permiten buscar anticuerpos del tipo IgG (a partir de los tres o cuatro meses después de haber tenido la enfermedad) pueden dar falsos negativos.
“Que no se detecten anticuerpos en un estudio de este tipo no significa que no tuviste la enfermedad”, aclara la especialista.
¿Es importante realizarse un estudio para comprobar si se ha tenido la enfermedad?, le consultamos.
La viróloga, que fue referente de dengue en Tucumán entre 1998 y 2018 y jefa de Virología del Laboratorio de Salud Pública de la provincia, dice que ese dato no debería cambiar la forma en la que una persona se cuida. Además, según dijo, es muy complicado saber después de un tiempo qué tipo de dengue tuvo una persona.
Tipos de inmunidad
Recordemos que la enfermedad tiene cuatro serotipos, que son DEN-1, DEN-2, DEN-3 y DEN-4.
Luego de superar un cuadro de dengue, la persona afectada adquiere dos tipos de inmunidad: la inmunidad permanente, a raíz del serotipo adquirido, y la cruzada, que es una inmunidad temporal que aplica para el resto de los serotipos que no produjeron la enfermedad.
Esa inmunidad temporal para todos los tipos de dengue dura de tres a seis meses.
En Tucumán, los serotipos que más circularon son el DEN-1 y el DEN-2. Sólo algunas personas que se enfermaron saben qué tipo de dengue padecieron. Generalmente son aquellas a las que se les hizo una prueba de laboratorio mientras estaban cursando la enfermedad.
Pero no a todas, ya que cuando hay una epidemia solo se elige un porcentaje de pacientes para estudiar en detalle. Eso les permite a los epidemiólogos establecer cuál es el tipo de DEN que está circulando y si ingresa algún nuevo serotipo.
Situación local: hay que seguir combatiendo al mosquito
Aunque la curva de casos comenzó a descender, las autoridades sanitarias de la provincia pidieron a la población que sigan con las acciones de prevención del dengue: sacar los cacharros que puedan acumular agua es lo más importante, señalaron. Por otro lado, ante la disminución de consultas en los centros asistenciales, pidieron a la población buscar ayuda médica ante los síntomas como fiebre, dolor de cabeza y decaimiento. “Hay que tener en cuenta los grupos de riesgo, como lactantes y adultos mayores. También en adolescentes, y si hay signos de alarma cuando se trate de un dolor abdominal intenso que no cede, o vómitos persistentes, más de cinco en una hora, o bien un paciente que no puede levantarse de la cama o que está todo el tiempo dormido, y al que no podemos despertar, hay que consultar urgente”, remarcó la doctora Noelia Bottone, subdirectora de la Dirección de Programas Integrados de Salud de la provincia.