Sin duda un estimador de la excelencia académica en nuestro país, con una educación gratuita, es simplemente recordar los premios Nobel que hemos recibido. Y no son pocos teniendo en cuenta nuestros años de independencia, nuestros años de desarrollo académico y científico y el número de habitantes. El Premio Nobel es una distinción honorífica de renombre internacional, reconocida por la Fundación Nobel de Suecia, celebra a aquellos cuyas contribuciones han impactado positivamente en el avance y bienestar de la humanidad. Se afirma en todos los medios que este galardón fue otorgado a cinco argentinos. Entre ellos, se destacan dos figuras laureadas con el Premio Nobel de la Paz, mientras que en el ámbito científico, tres brillantes mentes fueron distinguidas por sus invaluables aportes. Solo para recordar, se afirma a menudo que Argentina tiene cinco (5) premios Nobel: Carlos Saavedra Lamas: Nobel de la Paz en 1936. Bernardo Alberto Houssay (1887-1971): Nobel de Fisiología y Medicina en 1947; Luis Federico Leloir: Nobel de Química en 1970; Adolfo Pérez Esquivel: Nobel de la Paz en 1980 y César Milstein: Nobel de Fisiología y Medicina en 1984. Sin embargo, creo que en realidad son seis premios Nobel, el último de ellos compartido, como paso a explicar. En el año 2007 se entregó el Premio Nobel de la Paz al Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC). Ese panel estuvo conformado por más de 50 científicos, entre los cuales se hallaban el Dr. Ricardo Villalba (de Mendoza) y el Dr. Héctor Sejenovich, Osvaldo Canziani (Buenos Aires), entre otros varios colaboradores argentinos. Si bien este premio fue compartido, por la trascendencia del tema relacionado con el cambio climático y sus efectos a nivel social, económico y ambiental, no deja de ser un galardón más a nuestro sistema científico argentino. El aporte a la humanidad que realizaron estos galardonados nos exime de todo comentario con respecto a la utilidad e importancia de las investigaciones científicas, el compromiso social y sobre todo a la inversión que realizó nuestra Nación que se materializó en esos logros y que sin duda forman parte de la humanidad.
Juan A. González
San Juan 158-Lules