La actividad azucarera no se apaga cuando deja de salir humo por las chimeneas. La industria citrícola no cesa su actividad cuando termina de mandar el último embarque de frutas a distintos destinos del mundo. Este año que se va ha sido de un incesante movimiento de capitales y de cambio de manos en compañías radicadas en territorio provincial. La compra de Latin Lemon por parte del Grupo Ruiz ha significado un cambio de jugadores tradicionales para uno de los sectores que más divisas genera a la economía provincial.
Latin Lemon es una empresa citrícola especializada en la producción de limones de exportación de fruta fresca y en la elaboración de sus productos industriales: Aceite Esencial, Jugos Concentrados, Cáscara Deshidratada y otros derivados. Dentro de la actividad los movimientos continúan. En ese medio se comenta que el Grupo Ruiz estaría interesado en expandir aún más sus inversiones en el limón en territorios fuera de las fronteras tucumanas. Hay conversaciones con varios jugadores locales que también tienen tierras en Salta. De ser así, el grupo se convertiría en uno de los principales protagonistas de las próximas campañas citrícolas.
La actividad limonera en Argentina es predominantemente exportadora e industrial. Históricamente, el 73% de la producción de limón se destina a la industrialización, generando productos de alto valor agregado como aceite esencial, jugo concentrado y cáscara deshidratada, indica un reciente reporte de la Asociación Citrícola del NOA (Acnoa). Del 27% restante, parte cumple con los más altos estándares de calidad y sanidad, se exporta como fruta fresca y el resto se destina al mercado interno que consume un volumen estimado en 200.000 toneladas anuales.
La producción promedio de los últimos años en Argentina se mantiene entre 1,8 millones y 2 millones de toneladas, con una molienda cercana a 1,5 millones. Todo parece indicar que la próxima zafra también será alentadora, a partir de los problemas que han tenido los principales competidores del limón tucumano en el mercado global.
El reacomodamiento en la industria azucarera también es permanente. La molienda total de la última temporada ha sido de 25.095.323 toneladas de caña de azúcar, con lo que se cosechó el 100% de la caña estimada para cosecha, dice un reporte del Centro Azucarero Argentino (CAA).
La producción de azúcar física también se acercará a los valores de la proyección, y alcanzará un total de 1.763.000 toneladas, cuando se termine la producción de alcohol.
Movimientos
En el sector industrial azucarero también se registraron movimientos. En mayo pasado, Salta Refrescos tomó posesión del ingenio Bella Vista, en una operación que implicó una inversión cercana a los U$S 31,2 millones. El grupo multinacional perteneciente a Arca Continental administra el establecimiento, pero sin las operaciones de la destilería. De esta manera, el grupo Minetti se quedó con esa unidad, además de la deshidratadora de bioetanol. La otra fábrica de este grupo es Famaillá. En octubre, el Grupo Budeguer adquirió la mayoría del paquete accionario de Azucarera del Litoral S.A. (Azucarlito), una empresa uruguaya con sede en Paysandú, dedicada al refinamiento de azúcar crudo y con una fuerte presencia en el mercado local. El mismo grupo le está dando forma a la próxima campaña del Ingenio Santa Bárbara, ubicado en Aguilares.
Desde hace algún tiempo se menciona la venta de otro ingenio: el Concepción, administrado por la familia Luque. La empresa se destaca principalmente por la producción de azúcar de caña sin refinar proveniente de los departamentos Cruz Alta, Leales, Burruyacú y Tafí Viejo, y por la elaboración de licores destilados y combinados. Otra de sus actividades es la elaboración de productos alimenticios, como el azúcar, y la fabricación de alcohol, petróleos y productos derivados del carbón, detalla la bio que presenta el Instituto de Promoción del Azúcar y el Alcohol de Tucumán (Ipaat). Todavía restan algunos detalles por resolver para concretar la operación de venta y, según trascendió, el acuerdo de confidencialidad está a punto de expirar. Por lo que el año podría cerrarse con un nuevo dueño, con apellido que tiene tradición en la industria azucarera nacional.
“Para el mercado del azúcar es saludable que haya jugadores importantes en el mercado tucumano”, indicó una fuente vinculada con la actividad. “Hay jugadores de peso, de grandes multinacionales que requieren del endulzante para el desenvolvimiento de los negocios. Esto puede potenciar el escenario, con grandes compañías jugando un rol central que, a su vez, puede elevar a la provincia en el contexto nacional”, puntualizó otro industrial consultado por LA GACETA.




















