Cartas de lectores: los hombres sí lloran

01 Mayo 2024

Una vez más, como sociedad, nos tenemos que preguntar: ¿hacía falta que ocurriera esto?. Recientemente, un padre angustiado y dolido por tantas afrentas, eligió quitarse la vida antes que seguir sufriendo penurias junto a su pequeña hija. Una Justicia tuerta y llena de prebendas, con su solo ojo hábil, mira las demandas del otrora sexo débil (y no está mal que lo haga), y evita considerar con idéntica urgencia y premura, los temas de hombres abusados, que no pueden ver a sus hijos, que fueron privados de sus bienes y hogar o que gastan los pocos pesos que tienen para defenderse de falsas denuncias penales, imprescriptibles, fabricadas por inescrupulosos profesionales del derecho. Las resoluciones que emergen de esas falsas denuncias, en muchos casos soslayan el principio constitucional de inocencia y la garantía de defensa en juicio, amén de generar una inmediata y lapidaria condena social con su simple publicidad. Se dictan “cautelares” sin tiempo de vigencia, que funcionan como sentencias anticipatorias, cuando no como expropiaciones sin indemnización, en los casos de exclusión del hogar familiar. Son numerosos los asuntos de padres que afectados por estas situaciones lastimosas caen en depresión u otros trastornos psiquiátricos, abuso de sustancias, pobreza, precariedad de vivienda, desamparo, etc. Pero la sociedad “finge demencia”; nadie ve lo mencionado o no lo quieren ver. Los Juzgados de Familia y Sucesiones, atiborrados de féminas (el CAM y el Ejecutivo deberían bregar por paridad de género en la magistratura de este fuero), siempre tienen un “previo” para los pedidos de los padres, pero no dudan en expedirse raudamente e inaudita parte, cuando la solicitud es de la progenitora. Esperemos que este luctuoso hecho, que nos conmueve hasta los tuétanos, sirva por lo menos, para que el Poder Judicial mida con varas de igualdad las situaciones traídas a su conocimiento. El camino para dejar de lado las injusticias y las desigualdades, no es generar otras nuevas. El PJ no ha de ser la daga que se use para concretar una vendetta intrafamiliar; a la inversa, debe evitarla empatizando con todos los sufrientes que nacen de las trifulcas familiares. La justicia consiste en dar a cada uno lo que por derecho le corresponde, y a esos padres abatidos y niños asolados les es propio el derecho de vincularse y compartir sus vidas sanamente y en paz. “Boys don´t cry” se titula una famosa canción de “The Cure”, pero eso no es cierto, los hombres sí lloran, sufren y padecen necesidades (como todo ser humano), generalmente silenciadas por vergüenza o por falta de habilidad para expulsarlas del pecho y convertirlas en palabras.

Marcelo Rogel

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