Cuánto dinero se puede ganar en Tucumán con Uber Moto

Ante un panorama donde las oportunidades laborales y los pesos escasean, la posibilidad de prestar este servicio de transporte resulta una opción cada vez más seductora.

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Uber se convirtió en una plataforma de uso habitual para los tucumanos. Si bien es cierto que su situación legal se encuentra en discusión (es cuestionada por diferentes sectores del servicio de transporte), tanto usuarios como conductores encontraron en la aplicación una posibilidad de satisfacer sus demandas diarias de traslados y de generación de ingresos. En ese sentido, mientras los pasajeros se benefician por el costo de los viajes y las prestaciones tecnológicas de Uber, los choferes aprovechan para ganar algo de dinero de manera rápida e independiente.

Una de las grandes ventajas que tiene el servicio para los trabajadores es que no se requieren demasiadas condiciones para lograr una habilitación como prestador. Uber exige ser mayor de 18 años; un certificado de antecedentes penales actualizado y los papeles pertinentes a la conducción de cualquier vehículo: carné de manejo, cédula, seguro y verificación técnica vehicular vigente. Si bien el auto es una barrera de acceso, la moto también está disponible -siempre que sea un modelo 1999 o más nuevo- y es una modalidad demandada por el segmento juvenil para trabajar así como opción de transporte por su agilidad y los precios más accesibles, según un estudio de la compañía publicado este año en el diario “La Nación”.

“Comencé a trabajar por recomendación de un amigo. Me gusta ser independiente, así que hice los papeles y me dio resultado. Empiezo el día a las 5.30, sigo hasta cerca de las 10 y hago otras cuatro horas a la tarde. No tengo quejas, me gusta bastante el trabajo y lo hago”, relata Sergio Nicolás González, de 38 años, que debutó en Uber hace tres meses.

Más confianza

En una jornada de ocho horas, Sergio afirma que gana entre $ 15.000 y $ 20.000 por día. “Yo no trabajo tanto, si no, podría ganar más. El mejor horario es a la mañana porque mucha gente llega tarde al laburo y la moto siempre es una de las opciones más rápidas. Cuando llueve se suele trabajar bien: las tarifas de Uber Auto suben y muchos prefieren elegirnos a nosotros”, afirma. Además, el conductor observa que cada vez hay más confianza en esta modalidad de traslado. “Solían existir muchos prejuicios acerca de los viajes en moto, pero, con el tiempo, van desapareciendo”, apunta.

Una de las ventajas que tiene Uber es que los trabajadores pueden seleccionar a gusto sus horarios. Algunos eligen trabajar sólo algunas horas a la semana para conseguir un dinero adicional mientras que otros intentan aprovechar todo el tiempo posible para lograr un mayor rédito.

“Yo lo hago de lunes a lunes, cerca de 12 horas por día. Me había quedado sin trabajo y mi esposa me incentivó a probar. Hice un esfuerzo muy grande para comprar una moto y me está yendo bastante bien. Eso sí, considero que esto es algo temporal, pero sí me ayudó a salir de una situación difícil”, explica Gustavo Córdoba, que tiene 29 años.

La jornada de 12 horas permite a Gustavo ganar un poco más de $ 20.000 diarios, según sus estimaciones. “Hay días y días, el frío nos juega bastante en contra. Pero al pasajero le gusta el servicio, la moto es mucho más ágil para meterse en el tráfico del centro, y el viaje es mucho menos costoso que un taxi o un colectivo. Principalmente los fines de semana se trabaja muy bien: los sábados a la tarde y los domingos a la mañana”, detalla. De esa manera, llevando y trayendo pasajeros durante ocho horas diarias y cinco días a la semana, se podría ganar una suma cercana a los $ 85.000 por semana, unos $ 340.000 por mes.

Una pequeña comunidad

Para hacer frente a las diferentes complicaciones que surgen en los días de trabajo, los choferes de Uber se organizaron y armaron diversos grupos de acompañamiento. Según cuenta Gustavo Córdoba, la comunidad es clave para afrontar cuestiones relacionadas a la seguridad.

“Al principio me sentía muy expuesto, tenía bastante miedo. Trabajaba solo hasta que me encontré un amigo que también tenía los mismos problemas y me agregó a un grupo. Ahí nos ayudamos bastante, principalmente para cuidarnos ante cualquier urgencia”, relata.

Además de acompañarse en sus tareas diarias, los grupos funcionan como una especie de espacio común donde los conductores pueden organizarse de manera colectiva. De esa manera, ante la presión legal y política de otras agrupaciones formales mejor establecidas (como es en el caso de los taxistas), el grupo de conductores de Uber puede ofrecer algún tipo de resistencia.

La situación legal de Uber

Desde que Uber está disponible en Tucumán (hace poco más de un año), se generaron diversos debates en torno a su estado legal. A diferencia del caso de los taxis, ni los conductores ni sus vehículos se encuentran registrados formalmente para funcionar como un servicio de transporte. “Nosotros pagamos canon, renovación de licencia, seguro para el pasajero, y estamos registrados en Sutrappa y en Policía Vial”, había enfatizado Omar López, representante de los taxistas, en la previa de la derogación de la ley que regulaba el servicio del transporte privado a través de plataformas electrónicas.

Algunos días después, Osvaldo Jaldo (quien entonces estaba a cargo interinamente de la Gobernación) se refirió a la polémica: “nadie puede trabajar en la ilegalidad. Quienes tenemos la responsabilidad de bregar por la seguridad del pasajero somos el Gobierno de la provincia y la Municipalidad de la Capital, es decir, no cualquiera puede transportar gente. La prestación de un servicio público para transportar gente tiene que estar autorizado por la autoridad competente”.

Si bien Jaldo anunció que habría sanciones para los conductores que fueran atrapados in fraganti, la aplicación siguió funcionando, aunque con precauciones. Por el momento y a pesar de que su situación está disputada, los conductores de Uber consiguen abrirse camino, algo que ya viene pasando en otros lugares.

La moto tiene una ventaja adicional: hay tantas en Tucumán, que es más fácil pasar inadvertido.

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