Nunca un gobierno argentino supo considerar a los jubilados y este no es la excepción. La eliminación de las jubilaciones de ama de casa atenta directamente con nuestro afecto maternal en términos de sentimientos, con la dedicación y el esfuerzo que significa el rol de ser un ama de casa, como si eso no tuviese vocación. ¿A qué se debe esta determinación del Ejecutivo? Si para ahorrar podría retrotraer el Presidente los sueldos de todos los cargos políticos que se aumentaron hace unos días, parlamentarios y funcionarios de su propio gobierno, hasta su hermana si se quiere. Esta aberración desigual, ofensiva contra inofensivos futuros jubilados con percepciones miserables, que sin dudas le confiaron su voto, solo afirma el desquicio de este gobierno que carece de sentido común y ya no sabe cómo ajustar para justificar el retroceso que padecemos. Si antes estábamos mal hoy es peor.
Williams Fanlo