Antes de las elecciones pude ver lo que se venía, pero no como el cuento “El bombero”, de M. Benedetti, sino por estar atento al contenido de los discursos de Milei. Desconcierta la apología que vino a hacer del Presidente un funcionario del Conicet, una de las tantas instituciones que estaban destinadas a caer bajo la motosierra. Leyendo su currículo, se explica su adhesión a quien dice ser anarcocapitalista porque supo estar en la Universidad de Columbia y son conocidas las pautas que inculcan en los EE.UU, particularmente las que dependen financieramente de grandes empresas. Seguramente el disertante no sufre la tremenda inflación desatada por Milei, que empezó hace cuatro meses con el pretexto de combatir la corrupción, tomando medidas a su antojo. Supo Insultar a la “casta” y al Congreso, pero misteriosamente los legisladores no se ofendieron y votaron media sanción de la Ley Bases. En cuanto a combatir la corrupción, nada dijo de los 1.300 asesores que viven del Congreso. También trascendió que decidió suprimir el 40% de los Registros de Automotores, pero no está claro el criterio con que seleccionó cuales se cierran. Fueron creados y adjudicados a familiares y políticos durante el gobierno de Menem, adicto a las privatizaciones. De todas formas, estas medidas solo sirven para impresionar, porque no benefician para nada al pueblo que sigue sufriendo los efectos de la inflación. Por el contrario, se conoce el tremendo aumento dispuesto para obtener el Certificado Nacional, indispensable para sacar o renovar el carnet de manejo. En otro orden de cosas, debemos sentir vergüenza por la desubicación de la embajadora Mondino en China, cuando faltó a una importante reunión con empresarios. Es consecuencia directa de que carece de la cultura diplomática necesaria para manejarse a nivel internacional. Este error se amplifica con la simultánea contradicción de que Espert se hallaba haciendo gestiones en Taiwán. Una isla que está en permanente conflicto con China, por un gobierno influenciado por los EE.UU. Por último, vale destacar lo investigado recientemente por el periodista y escritor Hugo Alconada Mon respecto de la fortuna, hasta ahora oculta, de toda la familia Milei en EE.UU. Consiste en importantes inversiones inmobiliarias en Miami y en N. York, las cuales serían administradas por su hermana. El Libertario siempre se ufana de ser honesto y veraz, pero no declaró sus posesiones antes de asumir. Así está más claro el enamoramiento y la entrega incondicional que tiene ante los Estados Unidos, y que lo obliga a viajar constantemente a ese país.
Humberto Hugo D'Andrea