El teatro universitario cumple su centésimo décimo segundo aniversario. El 12 de mayo de 1912 se hizo la primera función con la actuación de artistas locales. La inauguración oficial se produjo tres días después, con la presentación de la ópera «Marina», de Emilio Arrieta, a cargo de una compañía española dirigida por Manuel Casas.
María Silvia Barboza, directora del Teatro Alberdi, afirmó que “la historia del teatro se remonta al año 1909 por iniciativa privada de los de hermanos Miguel y Filandro Genovesi. El proyecto fue confiado al estudio rosarino Candie, y luego fue modificado en Tucumán por Virgilio Belzoni. El constructor Nicolás Terrera fue el encargado de comandar la obra, y el escultor Juan Bautista Finocchiaro esculpió las figuras que decoran la cornisa”.
El edificio cubre 3260 mts. cuadrados distribuidos en seis niveles: un sótano y cinco plantas. El tratamiento por fuera en piedra París, lo inscribe en el estilo académico francés con toques italianizantes por las balaustradas de los balcones.
Barboza expresó que “se cree que el hueco del coronamiento de la esquina fue pensado para instalar un reloj, aunque esto nunca se concretó”.
Fundación e inicios: “Por amor al Arte”
El Teatro Alberdi fue inaugurado en 1912. Es, junto al Teatro San Martín, unos de los dos más importantes y reconocidos coliseos de Tucumán.
Fundado por los hermanos Miguel y Filandro Genovesi, “la influencia inmigrante, particularmente italiana, grandes apasionados por las artes escénicas en especial la ópera, son los que planificaron la creación del teatro, que significó traer su Italia natal a estas tierras, literalmente por amor al arte”, expresó la Directora del coliseo.
Esta etapa histórica “forma parte de un momento del país, donde las grandes construcciones tienen idénticas características, porque forman parte de una estructura arquitectónica majestuosa italianizante, propia de principios del Siglo XX”, relató Hugo Gramajo, coordinador de producción del Teatro Alberdi.
La UNT adquiere el teatro Alberdi
Medio siglo más tarde fue comprado por la Universidad Nacional de Tucumán el 10 de octubre de 1961, siendo Rector el visionario Eugenio Flavio Virla. Comenzó entonces una difícil tarea de rescatar de la destrucción, uno de los coliseos líricos más importante del país. Sin embargo, su estado general hizo imposible mantenerlo abierto. La herrumbre y la destrucción afectaban a las estructuras y bases de las columnas de hierro, cernía amenazas de demolición.
Esa adquisición y rescate, constituyeron un verdadero ejemplo de madurez cultural, porque significó salvar una hermosa construcción arquitectónica y abrió, desde allí, una ventana al mundo del arte.
Tras un esfuerzo de varios años, como homenaje al 52° Aniversario de la Fundación de la Universidad, el 24 de mayo de 1989 el Rector Rodolfo Martín Campero abrió las puertas del teatro, totalmente restaurado.
El director técnico de las obras de reparación y restauración del Teatro Alberdi fue el arquitecto Jorge de Lassaletta. El escultor Mario Moyano fue encargado de reproducir los motivos de los mascarones, escudos, frisos y rosetones que el tiempo había destruido, y que hoy vemos tal como lucían hace un siglo.
En 1999, el rector contador Mario Marigliano, y el por entonces director del Teatro, el arquitecto Ricardo Salim, inauguraron en el espacio que ocupaba el hall de entrada, la Sala de Cámara, con una capacidad de 72 butacas, destinada a espectáculos más intimistas.
A fines del año 2000, por iniciativa de las autoridades de la Universidad Nacional de Tucumán y con la Dirección de Carlos Alsina, se instalaron los primeros equipos de aire acondicionado y calefacción y a partir del año 2001, cuando definitivamente se colocaron en todo el teatro.
Gestión actual
La dirección del Teatro se encuentra en manos de Silvia Barboza, desde septiembre del 2022, la funcionaria recalcó que “la gestión apunta prima facie, al sostenimiento y manteniendo del mismo; porque es un edificio que requiere de un trabajo diario de todos sus espacios, que incluyen también la sala Tríbulo y foyer, que son utilizados para distintas actividades como presentaciones de libros, obras teatrales o musicales más intimistas y de formato más pequeño”.
Además, continua su directora, “se suma el trabajo de las dos orquestas que forman parte de nuestro elenco: Juvenil y Sinfónica, junto al Coro de Niños y Jóvenes, y Coro Universitario; que son organismos de la UNT que funcionan en el teatro”, afirmó la dirigente.
La coordinación de la producción es llevada a cabo por el ex director del Teatro Alberdi Hugo Gramajo, quien integra el equipo encargado de la planificación de las actividades teatrales, quien subrayó la importancia “de integrar a las distintas generaciones en las propuestas, sobre todo niños y adolescentes; lo que implica una conciencia de lo que es el teatro, los artistas, las puestas en escena y el respeto que merecen”.